La vida de mentira del pedófilo Nacho Jacob: “Como jefe te vendía el oro y el moro y no nos pagaba”

La vida de mentira del pedófilo Nacho Jacob: “Como jefe te vendía el oro y el moro y no nos pagaba”

Reportajes

La falsa vida de Nacho Jacob, acusado de violar menores: "Como jefe nos vendía oro y no pagaba"

Los exempleados del reo cuentan a EL ESPAÑOL cómo era el detenido en el trato. "Es un farsante, todo ego y estará encantado de ser famoso ahora".

26 julio, 2022 02:39

Luis (nombre ficticio) no daba crédito a lo que veían sus ojos. Su jefe se había ido al vivero, había regresado con un pino y fingía plantarlo en el descampado que estaba frente a las oficinas de la empresa. El mandamás, cuyo nombre es Nacho Jacob, se hizo una foto en el momento exacto, sin que se viera demasiado el fondo, y envió una nota de prensa a los medios en la que explicaba que estaba en Robledo de Chavela, repoblando el monte quemado.

"Eso lo he visto con mis propios ojos", cuenta el exempleado de Jacob a EL ESPAÑOL. Lo hace justo una semana después de que el empresario y supuesto conde de Pozos Dulces fuera detenido tras haber sido pillado infraganti abusando de un menor. Las primeras pesquisas policiales apuntan que abusó también del hermano de la víctima cuando era menor de 16 años y ahora se investiga si hubo más casos similares.

El trabajador destaca la personalidad "depresiva" de Jacob. "Todo en él era mentira, era puro ego". Asegura que el experto en imagen de los famosos ni siquiera conocía a las celebrities, sino que se acercaba a ellos como un fan más, se hacía una foto y vendía que era su amigo. 

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Jacob dibujaba toda su vida y la de su empresa con una hipérbole, por no decir directamente con una mentira. A Luis llegó a contarle que trabajando para él ganaría un dinero "que jamás te habrías imaginado. Dios te ha puesto en mi camino". No obstante, meses después la situación se volvió "complicadísima". En mensajes personales acabó casi por culparle de la situación de bancarrota de la empresa, de ahí que no estuvieran cobrando ni él ni otros empleados. Lo cierto es que para entonces ya nadie se fiaba de él por las mentiras dichas.

El derrumbe

Jacob tenía su vida montada sobre un castillo de naipes. Voló una carta y el resto, que ya estaba en proceso de caerse, terminó de venirse abajo. En prisión provisional desde el pasado jueves, lo primero que saltó por los aires fue su presunto título de VII conde de Pozos Dulces. El mismo fue otorgado a un antepasado suyo por Carlos IV, pero caducó y nunca más se rehabilitó tal condado. De hecho, el BOE contiene varios intentos de restablecimiento por parte de otros descendientes que nada tienen que ver con Jacob. Al final nadie lo llevó a cabo.

Eso no amilanó a Jacob, que defendía su supuesto título a capa y espada. De hecho, concedía hasta entrevistas como tal y dejaba respuestas hilarantes, teniendo en cuenta que su título nobiliario era como el de usted y el mío.

Cuestionado por qué le inspiraba el título, respondía a la revista Toda Historia: "Ciertamente me inspira a seguir el ejemplo de mis antepasados que sirvieron a España, a través de sus actos y de igual forma seguir el modelo de vida de mi antepasado Francisco de Frías y Jacob, IV Conde de Pozos dulces, que murió en el exilio por defender sus ideales".

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La siguiente pregunta iba relacionada: ¿Cómo lleva el ser el máximo responsable de dicho título? Jacob se victimizaba por algo que no era: "Parece mentira, pero ostentar un título nobiliario me ha causado en algunas ocasiones algún que otro perjuicio, no olvidemos que en España hay un núcleo de republicanos que están radicalmente en contra de la Aristocracia y solo por eso, desgraciadamente tienes que sufrir calumnias, injurias o faltas contra tu honor y tu reputación".

No acaba ahí. En otro cuestionario, cuando le preguntaron si debían tutearle, él contestó ni corto ni perezoso a Diario de Ibiza: "No, de tú, que estamos en el siglo XXI. El tratamiento con que se dirigen a mí Casa Real, órdenes religiosas o militares e instituciones es ilustrísimo señor. Pero todo el mundo me trata de tú. Es lo que me gusta". El titular de aquella entrevista era: "Sé tanto de tanta gente que soy una bomba".

Nacho Jacob, en una imagen de archivo.

Nacho Jacob, en una imagen de archivo. E.E.

Pero la bomba se quedó en petardo, según empleados que trabajaron con él y personas de la alta sociedad española. Cuando han sido cuestionados por EL ESPAÑOL, coinciden en decir que se trata de "un personaje que se inventó su vida". Luis sabía que algún día su fallo crónico, la mentira, sería su tumba: "Sabía que lo destaparían porque todo era mentira, pero no esperaba esto".

Empresa, asociaciones y premios

Quienes han estado cerca de él aseguran que no tenía vinculación alguna con el famoseo. "Se acercaba a ellos como si fuera un fan más", destaca Luis, que rememora un acto en el que Jacob se acercó a Alfonso de Borbón: "Fue hasta él para pedírsela y luego la publicó diciendo que era su amigo de toda la vida. Le pasaba lo mismo con los coches y casas que subía a las redes. No eran las suyas".

César (nombre ficticio) también trabajó con Nacho Jacob hace mucho tiempo, cuando aún Felipe VI no era rey. "En una ocasión iba a probarse un traje a un sastre. No sé con qué intención, pero me dijo: sube dentro de 15 minutos y di que me han llamado de Casa Real, que el príncipe quiere verme. Obviamente, ni siquiera lo conocía". 

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Luis y César aseguran que Jacob organizaba premios de mentira. "Se enviaban mails masivos a empresas para decirles que habían ganado un premio. Organizaba las cenas y todo el mundo debía pagarse el cubierto. Si a él se lo dejaban por 60 euros, pedía 100 o 120 euros. Luego, los premiados también debían pagar por el premio", cuenta el primero de ellos. El segundo habla de premios en los que para ser premiados tenías que llevar una serie de comensales.

Se refieren ambos a premios como los Dedales de Oro, organizados por la empresa desde 2007. Comenzaron a perder prestigio cuando la prense se volvió contra ellos por ser una farsa. "Siempre se le había protegido mucho, no sé el motivo, pero después de que le destaparan algunos chanchullos no volvió a ser lo mismo".

De ahí, en parte, que cuando Luis llegó a la empresa la salud financiera de la empresa matriz no era la mejor. Jacobs Media Company SL, según datos de Informa, obtuvo una rentabilidad económica negativa del -1,15% y una rentabilidad financiera en el 2018 de -22,96%.

En los meses en los que Luis estuvo trabajando para Jacob, contratado por una de las asociaciones paralelas de éste, no tuvieron "ningún cliente". "Nadie trabaja con Nacho", expone el exempleado, que se fue de la empresa a los pocos meses de empezar. "Me di cuenta de cómo funcionaba de todo en el segundo mes".

César estuvo más tiempo en la empresa, cuando todo iba bien. "Se movía bien en Madrid como relaciones públicas, eso es cierto. También que había trabajado con algunos famosos, sobre todo de algunas cadenas de televisión. Pero no tenía amigos famosos de primera línea ni nada por el estilo".

El Instituto para la Excelencia

Quizás la muestra más clara de los engaños de Jacob son las webs de sus asociaciones. Él no aparecía en la teoría, pero en la práctica aún está en los vídeos subidos a Youtube. La página de su empresa ha sido desactivada, pero las de las asociaciones que usaba para dar premios no. César muestra a este periódico la del Instituto para la Excelencia: "Id al apartado de quiénes somos, que os vais a reír". 

Todo aquel que pinche en la zona que pone consejo podrá ver cómo les suenan los nombres de los consejeros de Honor de esta asociación: Manuel Santana, Luis del Olmo o Bertín Osborne se cuelan entre algunos de los premiados por la asociación. Los miembros de Honor de la Fundación también son reconocidos por el gran público: Vicente del Bosque, Adolfo Suárez, Monserrat Caballé, Julio Iglesias y hasta Rafael Nadal.

"Los cargos reales son gente que pasa por ahí, pero luego le da igual a quien poner. Incluso lo hace con gente que ha muerto", expone César sobre estas designaciones. De hecho, recuerda otra anécdota. "Te podría contar 300, pero mira: un día me hizo poner en la nota de prensa de un evento a Sara Montiel. Le dije que ella tenía otro evento el mismo día a la misma hora y me dijo que daba igual, que la pusiera".

En definitiva, los extrabajadores coinciden en la falsedad que sustentaba la vida de Nacho Jacob, pero no esperaban ni mucho menos este desenlace. "Pensé —dice César— que acabaría en una cuneta o que le darían alguna paliza por alguna estafa, no algo así. Es cierto que tuvo algún coqueteo con alguno de Mujeres y Hombres y Viceversa, pero era un tipo de 2 metros. Creo que si ha ocurrido esto con los niños es porque se sentía completamente impune. Lo que más me fastidia es que ni siquiera le importará la cárcel, sólo será feliz porque ahora es famoso".