José María, enseñando su pulsera de Vox, y Daniel, con un rebaño de cabras pastando detrás.

José María, enseñando su pulsera de Vox, y Daniel, con un rebaño de cabras pastando detrás. Cata Zambrano

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El campo andaluz ya no vota a la izquierda, sino a Vox: las razones de Daniel, José y otros conversos

Parte del agro votará a Vox, desencantado por la falta de apoyos y por la indefensión que sienten ante la competencia extracomunitaria europea.

7 mayo, 2022 04:22

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Los dos tatuajes son enormes, hechos con tinta negra. En un brazo lleva la efigie de un caballo, y en el otro, la cara del Che Guevara, que aún se intuye bien, incluidas las letras. Se lo está borrando con otro encima.

-Jose María, ¿a ti que te dolió más, hacerte el tatuaje del Che y ahora tapártelo o sentir que te caíste del caballo con el PSOE y la izquierda?

-(Se ríe) Yo me he caído de algún que otro caballo de los de verdad y duele también. Hombre, la decepción duele mucho y dura más que el dolor de un tatuaje. Pero no pasa nada.

Las asociaciones agrarias andaluzas lo intuyen, porque lo escuchan en las reuniones: el campo ya no vota, como antaño, masivamente al PSOE ni a la izquierda. También los saben los partidos políticos, por las encuestas internas que manejan. Ni agricultores, ni ganaderos, en su mayoría pequeños autónomos; ni los cazadores, y ni siquiera en los pequeños pueblos andaluces votarán PSOE mayoritariamente. El próximo 19 de junio, cita electoral en Andalucía, se prevé que gane el PP, pero muchísimos en el campo van a votar a Vox en estos comicios. Son los conversos de la izquierda rural.

Daniel Jiménez es uno de estos convertidos que antes se llamaban Saulo y ahora se llaman Pablo. A sus 70 años, ha sido votante del PSOE "de tooooda la vida" enfatiza alargando la o. "Desde que tenía 18 años y podía votar he votado socialismo: en las generales, en las autonómicas y en las municipales".

Como su padre, quien acaba de fallecer a los 102 años. En el pueblo le paran varias veces para darle el pésame. ¿Por qué ya no vota al PSOE? "Porque prometían cosas y no hicieron nada", resume.

Daniel nació en El Bosque, un pequeño pueblo de 2.167 habitantes de la sierra de Cádiz de los que llevan 40 años en manos socialistas, excepto cuatro, que estuvo gobernado por el PP. El campo, considera, ha sido "el gran abandonado" por la izquierda. "Hoy un chivo cuesta menos que hace 40 años. Está a 3 euros el kilo para el ganadero. Y el pienso ha subido un 30%. Es que no se saca ni para criarlo".

Daniel Jiménez, exvotante socialista y ahora de Vox, en un campo sembrado de avena.

Daniel Jiménez, exvotante socialista y ahora de Vox, en un campo sembrado de avena. Cata Zambrano

A los dos días de nacer "ya me llevaron al campo, porque mi familia era guardesa de fincas. Trabajamos en seis, cuidando de ovejas, vacas… además del trabajo de los sembrados".

Su vida tiene mucho de 'Los Santos Inocentes': con ocho años ya recolectaba maíz y algodón. "Pero a mí no me daban nada. Yo no podía cobrar, pero hacían la vista gorda para que trabajar, sí. Cobraban mi padre, mi hermano mayor y el segundo, pero yo no. Y si faltaba algún borrego, se lo descontaban del sueldo a mi padre, porque decían que nos lo habíamos comido, cuando podía no ser cierto".

En esas fincas "sí que estaban los señoritos, no como dicen ahora, que los que votamos a Vox somos señoritos". 

José María, con su tatuaje del Che, y Daniel posan en el campo.

José María, con su tatuaje del Che, y Daniel posan en el campo. Cata Zambrano

Sobre la inmigración, Daniel también tiene que contar. Hace 15 años se casó con una venezolana. "Era la tía de una chica que se casó con un bombero de por aquí. Eran una de dos hermanas gemelas, a las que crió. Las dos se vinieron a España y la dejaron sola. Como se quedó muy triste, la trajeron. Así la conocí yo, un día aquí en el pueblo. Nos gustamos y nos casamos: los dos con 55 años. Me alegro enormemente de haberlo hecho".

70 años y vareando olivos

El hombre, de rostro moreno y curtido y manos encallecidas, ha dedicado toda su vida al campo como asalariado, es decir, contratado por peonadas. También ganó jornales con el durísimo desbroce de fincas e hizo trabajos de albañilería. Había que comer. Años después estuvo a temporadas en el Infoca, el servicio de incendios de la Junta de Andalucía, para seguir desbrozando.

Ya jubilado, sigue apegado al campo para complementar la pensión. Coge, por ejemplo, tagarninas -una especie de espárrago silvestre- y cuando llega a 30 kilos, las limpia y las pela y se las vende a los restaurantes. También recoge espárragos, y sobre ellos cuenta un truco a EL ESPAÑOL. "Si quieres tenerlos frescos, hay que dejarlos al sol dos días. Luego hay que ensobrarlos, y los guardas. Y cuando te quieras hacer una tortillita, solo tienes que ponerlos en remojo. Se ponen como si estuvieran frescos".

Todos los años, además, varea olivos con otros dos o tres del pueblo. A sus 70 años. No lo hace por dinero, sino para tener aceite del bueno en su casa. El acuerdo que tiene con el dueño del olivar (2.000 olivos) implica que de cada tres sacos de aceituna que saque, dos son para Daniel. En la almazara le dejan el kilo molido a 15 céntimos. "De cada 8 kilos de aceitunas sale un litro. Pues yo al final me puedo quedar con 50 garrafas, que son para mi casa".

En Córdoba

Rafa Molero tiene 37 años y aunque es natural de Hornachuelos (Córdoba) hace 11 años se mudó a Villaviciosa de Córdoba, un pequeño pueblo de 3.374 habitantes dedicado a la agricultura. "Me cambié porque en Hornachuelos no había trabajo". Ahora es guardés en una finca, "y aunque mi sueldo no es muy grande, lo complemento con otros trabajos, como cortando y haciendo leña".

También tiene mulos y colmenas de abejas. Rafa desvela una de las razones por las que ya no votará más al PSOE andaluz. "Dejaron de convocar las ayudas anuales a la apicultura durante 3 o 4 años. Un retraso brutal y nos hacía un enorme roto. Ahora (con el PP y CS) es verdad que las llevan al día".

Votó al PSOE de Zapatero en su día, y también al PSOE andaluz hasta Susana Díaz. "Pero la primera vez que se presentó; en estas últimas ya no". Afirma que se dio cuenta "de que el PSOE a mí me ayuda poco y nos engaña a todos. Ya hace cuatro años voté a Vox".

-¿Y por qué Vox?

-Porque es el único partido que dice la verdad. Y también me estoy dando cuenta de que es el único que apoya a los trabajadores.

El sello que paga como autónomo "que no para de subir, hace que, entre otras cosas, en el campo sea todo lo comido por lo servido. ¿Obrero español? Si se lo están llevando todo por delante. Mira el precio del gasóleo. Mira el precio de la naranja de zumo, que se nos paga a 7 céntimos".

En Huelva

Paco Perea (nombre ficticio) tiene una explotación mixta en Rociana del Condado (Huelva). Cultiva cereal y tiene viñas, pero sobre todo, frutos rojos. Va a votar a Vox porque cree que "es el único partido que apoya de verdad a la agricultura. El PP también, pero menos. En la cooperativa tenemos mil kilos de arándanos que no podemos sacar porque el mercado está copado con el arándano de Marruecos, y los agricultores no podemos competir con ellos".

Temporeras recogiendo fresa en una finca onubense.

Temporeras recogiendo fresa en una finca onubense. EFE

Perea explica que en Marruecos se paga la hora de recogida del fruto rojo a un euro. "Y nosotros la pagamos a 10,5 euros. El 70 por ciento de nuestros gastos se va en salario, y luego tengo que bajar el precio del arándano para poder competir con Marruecos. O sea, que yo estoy en la Unión Europea y un agricultor marroquí, a la hora de vender en Europa, tiene los mismos derechos que yo pero menos obligaciones. Lo primero, entiendo, es el agricultor español, y cuando se agote su producto, que se tire del que viene de Marruecos". Y esto, incide "lo permite Europa y lo permite el PP y el PSOE".

El onubense es tajante. "Van a cargarse la agricultura española. Y nadie da un paso al frente para decir que lo que quiere la Unión Europea es fomentar la agricultura en Marruecos y el norte de África para que así no salten la valla y se frene la inmigración ilegal. Y como esto siga así vamos a tener que saltar la valla nosotros. Nos están matando, nos va a pasar como con el gas, y el único partido que lo está diciendo es Vox. Y si el día de mañana cambian de parecer, pues también lo diré".

El primer converso

Uno de los responsables del giro hacia Vox del agro andaluz, al menos, en la Sierra de Cádiz, es José María Salguero. También es de El Bosque (Cádiz), y también ha vivido muchos años del campo, hasta que entró como bombero forestal en el Infoca para luchar contra los incendios. Su caso es paradójico: con 18 años era delegado sindical del Sindicato Andaluz del Campo, el SAT de Diego Cañamero y Sánchez Gordillo, y luego, delegado del Comité Intercentros.

José María, uno de los primeros conversos y su tatuaje del Che a medio borrar, junto con Daniel.

José María, uno de los primeros conversos y su tatuaje del Che a medio borrar, junto con Daniel. Cata Zambrano

Se casó en El Coronil (Sevilla), el histórico bastión comunista andaluz junto con Marinaleda, y celebró el convite de bodas en la sede de este sindicato a la izquierda de la izquierda. Ha participado en las reivindicaciones de las vías pecuarias. Fue concejal de Fiestas y Turismo por el PSOE y luego, desencantado, candidato por Izquierda Unida a la alcaldía de su pueblo. También fue presidente del comité de empresa de la empresa Amaya, dependiente de la Junta.

Fue en sus años en El Coronil cuando se tatuó al Che Guevara en el brazo con la famosa "prefiero morir de pie que vivir arrodillado". Un tatuaje que ahora se está tapando "poco a poco, porque duele mucho" con un dibujo que no sabe bien qué será, "porque el tatuador me dice que es dificilísimo, tiene que buscar uno que encaje perfectamente".

Confiesa que se le cayó la venda "con lo que veía en mi pueblo: el compadreo, el estómago agradecido y el voto comprado". Y también, el día en el que Cañamero, "se metió en política cobrando un sueldazo. El resumen de toda esta gente es que lo mío es mío y lo tuyo es de los dos. La palabra que los define bien es engatusar'.

El PSOE de hoy "ha cambiado muchísimo. Ya no es lo que era, pero ni en los pueblos ni en ninguna parte. En los pueblos lo que hacen es ponerte la cosa difícil si discrepas". Porque José Maria, además de ser de Vox, es el presidente de una peña de cazadores y de una peña taurina.

Antes de convertirse a Vox ya era cazador y taurino, "como son aficionados muchos de izquierda en Andalucía", explica destrozando otro tópico. Sus dos asociaciones "son las dos únicas asociaciones del pueblo que se han quedado fuera de las subvenciones municipales".

Andalucía en esta última legislatura con Juanma Moreno y Juan Marín, "ha mejorado mucho", reconoce, "y han aprobado leyes como la de la caza, una iniciativa de Vox, o las ayudas a la tauromaquia". En El Bosque, augura que ganará el PP por encima del PSOE, y que Vox subirá. De Juanma Moreno destaca su templanza. "Es que no se altera, vamos que no le va a dar un infarto. Eso le gusta a la gente".

Nunca estuvo afiliado a ningún partido, excepto a Vox. "Es que Vox habla desde el sentido común, y la mayoría somos trabajadores asalariados. Yo toda mi vida ha defendido los derechos de los trabajadores. ¿Señoritos aquí en el campo? Mentira. ¿Que el voto del campo andaluz se va a ir en gran parte a Vox? Verdad. Y la visión que tienen de fuera de los que votamos a Vox es otra mentira. Que si ultraderecha, que si estamos en contra de los derechos de las mujeres, que si estamos en contra de los gais… mentira".

José María y Daniel posan en el centro del pueblo,  en el banco con los colores del arcoíris.

José María y Daniel posan en el centro del pueblo, en el banco con los colores del arcoíris. Cata Zambrano

Daniel y Jose María se van a posar para EL ESPAÑOL al banco pintado con los colores del arcoíris, símbolo de la lucha por los derechos LGTBI. El banco es conocido -por todo el pueblo- popularmente como el banco de los mariquitas.

Alguna señora pasa con bolsas de la compra y se ríe a carcajadas por la estampa mientras los saluda. Justo enfrente, en la terraza del único bar de la plaza, en el centro mismo de la localidad, están sentados las fuerzas vivas del pueblo. "El de Podemos, algunos del PSOE..." relata Daniel. Sabe perfectamente que en una hora escasa se van a convertir los dos en la comidilla. José María se sienta, sonríe, se despoja de la camisa, mira al fotógrafo muy serio y enseña con orgullo su tatuaje del Che a medio quitar. Clic, clic, clic.