Kevin, sujetado por Marta, ante la llegada de las Fuerzas de Seguridad.

Kevin, sujetado por Marta, ante la llegada de las Fuerzas de Seguridad.

Reportajes

Los 3 policías y 2 guardias civiles que no evitaron la muerte de Kevin, ante el juez: "Debieron evacuarlo"

Los letrados tildan de "timorata" la actuación de las Fuerzas de Seguridad porque estaban "más pendientes de velar por su propia integridad física"

2 julio, 2021 02:10
Murcia

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El padre y la novia del difunto Kevin Morales tienen señalados en rojo dos días del calendario: el 4 y el 5 de agosto. Esas son las fechas que el Juzgado de Instrucción número 1 de Jumilla ha fijado para que declaren en calidad de investigados los tres policías locales y los dos guardias civiles que estaban presentes la madrugada del 1 de mayo, cuando Kevin fue acorralado en un descampado y apuñalado supuestamente por 'El Tente' con la presunta ayuda de su madre, Angelita, su padre, Inocente, y su hermano menor de edad: 'El Balilla'.

A Kevin lo mataron delante de cinco miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que superaban a los cuatro atacantes, tanto en número, como en medios de defensa porque llevaban porras, grilletes y armas reglamentarias frente a la llave navaja que empuñó 'El Tente'. Ahora, los agentes deberán de dar explicaciones en sede judicial porque su actuación aquella trágica noche está en la diana de dos querellas criminales.

De un lado, Javier Verdú y Francisco Adán, letrados de Marta, la pareja de Kevin, se han querallado contra los agentes por un delito de homicidio por imprudencia grave con resultado de muerte. Melecio Castaño, el abogado de Humbero, el padre de Kevin, se ha querellado por un homicidio imprudente en comisión por omisión y falsedad, pidiendo responsabilidad civil del Estado y del Ayuntamiento de Jumilla.

Los argumentos expuestos a la juez contra la actuación de los agentes son muy duros y se apoyan en tres vídeos tomados la noche del asesinato: el primero lo grabó un vecino; el segundo, Marta, testigo de la muerte de Kevin, y el tercero, la cámara GoPro que un subinspector llevaba en el pecho durante la intervención. Los letrados Javier Verdú y Francisco Adán sostienen que policías y guardias civiles mostraron una actitud "timorata" y de "inacción" frente al riesgo que corría el chico.

Aquella madrugada del 1 de mayo, cinco agentes se personaron en el 27 de la calle Miguel de Unamuno de Jumilla porque una vecina alertó al 112 de una agresión de un hombre a una mujer con un palo. Policías y guardias civiles, nada más llegar, fueron requeridos por los ocupantes de un coche estacionado, del que salió Angelita -con la cara ensangrentada- y relató esto: "He sido agredida por Kevin y Marta, la pareja está escondida en casa de un tal ‘Chinolo’, en el número 27 de Miguel de Unamuno".

Angelita denunció que los agresores se habían "escondido". Sin embargo, Marta y Kevin se refugiaron en la casa de su amigo donde estaban de botellón porque antes de la llegada de las patrullas, Angelita se plantó frente a ellos, armada con un cuchillo, y acompañada de su madre, Charo, provista de un bastón. Primero pegaron a Marta y luego a Kevin. El dato es importante: la pareja llevaba meses sufriendo amenazas de esta familia para que Marta cortase la relación y regresara con su exnovio, 'El Tente'.

Homicidio en Jumilla 1

Los dos guardias civiles y el subinspector de Policía Local insistieron a los novios para que saliesen del inmueble a ser identificados. Marta, de 21 años, y Kevin, de 20, no querían salir a la calle porque estaban aterroriados, pero al final accedieron. En ese momento, Angelita ya había movilizado a su hijos -'El Tente' y 'El Balilla'- y a su expareja, Inocente, con la supuesta intención de vengarse de Kevin por la herida que le causó en la cabeza. De forma que todos ellos se abalanzaron sobre los agentes y la pareja al poco tiempo de poner un pie en la acera.

En el atestado policial aseguran que fue "inevitable que ambos bandos den comienzo a una reyerta que se convierte en multitudinaria". Tal afirmación choca con la querella de los abogados de Marta: 

"No se trata de una situación de enfrentamiento tumultuario entre dos grupos numerosos de sujetos enfrentados, siendo imposible de controlar, se trata de la agresión de cuatro miembros de una misma familia en la persona del finalmente fallecido, con la presencia de hasta cinco miembros de las Fuerzas de Seguridad cuya actuación, por acción o por omisión, es claramente cuestionable, hecho que es acreditado con la declaración de los testigos".

Debieron usar sus armas

La querella de 52 folios formulada por Javier Verdú y Francisco Adán, incluye una fotocomposición y una transcripción del audio de la GoPro policial, donde analizan los 76 metros que recorrió Kevin Morales por la calle Miguel de Unamuno hasta el solar donde fue acorralado y apuñalado supuestamente por 'El Tente', su madre, Angelita, su padre, Inocente, y su hermano, 'El Balilla'. Y todo ello, metro a metro, ante la presencia de dos guardias civiles y tres policías.

"Entiende respetuosamente esta representación procesal que la actuación policial no estaba justificada ni fue la adecuada". De hecho, los letrados afirman que hubo una toma de decisiones "cada una más desafortunada que la anterior", incluso enumeran a la juez que los agentes debieron llevar a cabo "la evacuación del señor Morales, o su resguardo en el domicilio de la calle Miguel de Unamuno 27; o simplemente la protección del señor Morales mediante la formación de escudo humano (encapsulamiento) por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, nada de esto se llevó a cabo".

Los penalisas resumen que los agentes se desenvolvieron "contrariamente a la normativa y protocolos de actuación en situaciones de orden público". Y el resultado fue la muerte de un chico que quería tener hijos con Marta y montar una barbería.

Homicidio en Jumilla 3

Los penalistas recuerdan que la Ley Orgánica 2/1986 de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad regula la intervención de cualquier agente y especifica que "deberán actuar con la decisión necesaria, y sin demora, cuando de ello dependa evitar un daño grave, inmediato, e irreparable". Esta norma aclara cuándo se debe emplear la pistola reglamentaria: "Solamente deberán utilizar las armas en las situaciones en que exista un riesgo racionalmente grave para su vida, su integridad física o las de terceras personas". En este caso, a juicio de los letrados, corría peligro Kevin Morales y las Fuerzas de Seguridad no recurrieron a su armamento:

"Se incumplió este principio general de actuación de forma crasa, patente y palmaria puesto que no se utilizaron las armas y se disparó con munición real, a pesar de que estaba tan en riesgo la vida y la integridad física del señor Morales".

"Lo que sorprende a esta representación es el hecho de que no se procediese a la reducción de los miembros de una misma familia, dando como resultado el que conocemos. Máxime cuando segundos antes de producirse el apuñalamiento, se escucha decir a Inocente hijo, 'te voy a pegar una puñalá', y una voz de mujer, que sería María de los Ángeles, diciendo 'mátalo, mátalo, mátalo', como así ocurrió".

La casa de la suegra

Entre los audios transcritos y los fotogramas incorporados a la querella, llama la atención uno captado instantes antes de que la familia de 'El Tente' acorralase al novio de Marta: "Se aprecia a José Carlos (amigo de Kevin) mirando a la derecha donde se están produciendo los incidentes y en frente un policía local le dice 'vais a ser denunciados, vale'. Al parecer, está más preocupado por la infracción de las normas de confinamiento y toque de queda derivado de la Covid-19, que por la situación de peligro y posterior agresión que acaba con la vida de Kevin".

Los abogados afirman ante la juez que el contenido de los vídeos "denota un respeto exagerado hacia los miembros del clan familiar, compatible con el temor que no resulta aceptable para las Fuerzas de Seguridad". De hecho, ponen como ejemplo de ello esta conversación nerviosa recogida por la GoPro policial cuando llegó una ambulancia a trasladar a Kevin al Hospital de Yecla tras ser apuñalado:

Policía Local: "Que lo monten y se lo lleven. Venga hombre. Que se vaya de aquí ya. Montarlo en la ambulancia y que se vaya. Venga, por favor, que baja la otra parte (el clan familiar), echarlo de verdad, por favor, que baja la otra parte, y no sabéis lo que había aquí, que está allí la otra parte y son gitanos (...). Yo te dejo batallar con ellos, 'cago' en la puta, por favor tío, por favor, venga hombre, saca la camilla y lo echamos, aunque se paren ahí, diez o quince metros mas abajo. Venga, por favor, que está la otra parte ahí arriba (…). No había forma de pararlos hombre. Hemos generado eso, que me amenacen, que me van a esperar en casa de mi suegra. Por favor, bajar el coche pa'bajo, esto es una batalla, y no hemos dado abasto".

Homicidio en Jumilla 5

Terremoto en los cuarteles

Los penalistas que ejercen la acusación contra estos miembros de las Fuerzas de Seguridad son primeros espadas del gremio y la admisión de las querellas ha causado un terremoto en la Policía Local y la Guardia Civil en Jumilla. Entro otros motivos, por la contundencia que ha empleado el letrado Melecio Castaño, que representa a Humberto, el padre del veinteañero muerto de dos puñaladas en el tórax y el abdomen.

Castaño argumenta a la titular del juzgado que los agentes debieron actuar con contundencia desde el principio. Marta estaba valorada como víctima de alto riesgo en el Sistema de Seguimiento Integral de casos de Violencia de Género, a raíz de una denuncia por malos tratos contra su expareja: 'El Tente'. También había presentado denuncias por amenazas y agresiones contra Angelita -la madre de 'El Tente'- porque la presionaba para cortar su nueva relación con Kevin.

Tales antecedentes llevan al letrado a asegurar que las Fuerzas de Seguridad desplegadas en la calle Miguel de Unamuno conocían el perfil de unos y otros: "Los agentes sabían de los episodios violentos protagonizados por María Angeles y sus familiares (...). O sea, que los querellados no pueden decir que ignorasen el carácter pendenciero de estas personas, y en concreto, la violencia desplegada contra esta pareja, y, por lo tanto, de lo que podía pasar aquella trágica noche".

La denuncia prosigue con sorna: "Pero es que, por si existía alguna duda acerca de lo que podía ocurrir, los agentes presenciarían como, momentos antes de desatarse los acontecimientos, 'delante de sus narices' –valga la expresión-, María Angeles llamaba repetidas veces con su teléfono a 'El Tente' y a 'El Balilla', así como a su expareja, Inocente, este último con un amplio historial a sus espaldas por delitos violentos, para vengarse de Kevin y Marta, por lo que no hacía falta ser un lince para barruntarse que algo muy grave podía pasar cuando estas personas llegasen".

El penalista alega que los agentes tuvieron la opción de llevar a la pareja al cuartel para interrogarles, a la vista de que solo tenían como referencia el aviso del 112 de que un hombre (Kevin) había atizado con un palo a una mujer (Angelita). Es decir, policías y guardias civiles desconocían que esa agresión fue provocada por la madre de 'El Tente', cuando bajó a buscar a los novios a la casa donde estaban de botellón y se restregó un cuchillo por los genitales antes de pegarles. A juicio de Castaño, tenían motivos para detener a los novios y no lo hicieron:

"En vez de llevarse detenidos a la pareja e interrogarles en sede policial sobre lo sucedido, a fin de prevenir cualquier altercado con estas personas, tuvieron la 'feliz ocurrencia' de requerir a los dos jóvenes a salir a la calle a aclarar el suceso, a lo que finalmente accedieron, estando Marta llorando, aterrorizada, temerosa por lo que podía pasar, ya que junto a ellos estaba María Ángeles esperando a su familia, una María Angeles que momentos antes, a la llegada de los agentes, había salido del interior de un vehículo y no les contó a éstos la realidad de lo sucedido".

Homicidio en Jumilla

"Inoperancia pusilánime"

Esta querella ataca la credibilidad de los informes policiales. Los agentes aseguran que hubo una "riña tumulturaria" cuando Marta y Kevin salieron de la casa donde estaban de botellón para ser identificarlos y Castaño expone esto: "Allí solo había un bando, el de los asesinos, que trataban a toda costa de acabar con Kevin, acorralándolo calle abajo, ante la inoperancia pusilánime de los querellados. Decir que eran dos bandos enfrentándose multitudinaria o tumultuariamente es falsear delictivamente la realidad como coartada para justificar una intervención negligente".

Los informes de la Benemérita tampoco se salvan: "Y no es que fuera imposible contener la actitud de los agresores, como se afirma en el folio 11 del atestado en la diligencia de exposición de hechos de los dos agentes de la Guardia Civil. Eso también es delictivamente falso, porque aquí lo que hubo fue, en primer lugar, una negligencia e impericia profesional de libro, al no meter dentro de la casa de nuevo a Kevin y Marta ante el cariz que tomaban los acontecimientos (...)".

El penalista también ha analizado los tres vídeos de aquel truculento 1 de mayo y pone el acento en la supuesta ausencia de un policía mientras 'El Tente', su madre, Angelita, su hermano, 'El Balilla', y su padre, Inocente, iban rodeando a la víctima. "A mayor abundamiento, en las imágenes de ese instante, se puede apreciar como allí falta un agente de la Policía Local, del que no se sabe qué hizo mientras estos asesinos se adentraban calle abajo para matar impunemente a Kevin. En cualquier caso, lo que sí parece claro es que no estaba donde debía estar".

Tanto en el vídeo que hizo Marta, la novia de Kevin, como en la grabación de la GoPro que llevaba en el pecho el subinspector de Policía, queda recogido cómo 'El Tente' empuña un llavero al tiempo que camina con rictus violento a por Kevin. El letrado narra de esta forma la agresión mortal recogida en esas grabaciones:

"'El Tente', que ya lleva oculta en su mano la navaja para matar a Kevin, se zafa tranquilamente de un Guardia Civil hasta en dos ocasiones, e incluso se aprecia como al final éste lo deja, y le permite avanzar impunemente hacia su presa (...). También se advierte como 'El Tente', es interceptado acto seguido por un agente y cómo lo elude con la misma facilidad con la que segundos antes lo hizo del otro agente. El subinspector incluso ve el arma blanca con la que se dispone a acabar con la vida del joven, la cual llevaba escondida en la mano (de hecho, en el folio 3 de su informe así lo reconoce ) y sólo le pide "por favor" que se la guarde, un simple "por favor guárdate eso", en vez de reducirlo expeditivamente y quitársela".

La llave navaja con la que 'El Tento' apuñaló mortalmente a Kevin.

La llave navaja con la que 'El Tento' apuñaló mortalmente a Kevin.

"Un escenario patético"

En la grabación de la GoPro policial que obra en poder de EL ESPAÑOL hay un momento cruel y demencial que se produce cuando Kevin está apuñalado en el suelo. Ni siquiera en esa situación los agentes arrestaron a ningún miembro del clan familiar que no dudó en insultar al adolescente que se desangraba esperando una ambulancia:

Hermano de Angelita a un guardia civil: ¡Te vamos a matar! Matarlo ahí, hombre, si es un hijo puta.

'El Tente' a Kevin delante de un guardia civil: La última cara que vas a ver será la mía.

Inocente padre a un guardia civil y al subinspector de Policía Local: A ese paleto, llévatelo ya, pero ya, llévatelo. ¡Antón! ¿Quieres que pare esto?

Subinspector de Policía: ¿Me los llevo?

Inocente al subinspector de Policía local: ¡Ya! ¡Venga!

Subinspector de Policía: ¡Pues venga! ¡Ya está! ¡Me lo llevo ya detenido!

El auto de la jueza fija los días 4 y 5 de agosto para que testifiquen los agentes, sin embargo, no autoriza la elaboración de un informe de reconstrucción infográfica en 3D de la actuación de las Fuerzas de Seguridad. La magistrada sí da el visto bueno a que Marta, la novia de Kevin, acuda a declarar por segunda vez para ser interpelada si los agentes vulneraron la Ley Orgánica de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y Ley de Régimen del Personal de la Guardia Civil.

El interrogatorio de los funcionarios se prevé con cargas de crudeza, a tenor de algunos de los párrafos lapidarios de la querella de Melecio Castaño: "En resumen, todo un escenario patético y vergonzoso, con unos asesinos campando a sus anchas desde el primer momento en pos de su presa y unas fuerzas del orden más pendientes de velar por su propia integridad física que de cumplir con su obligación, que era la de emplear todos los medios a su alcance para salvar la vida de una persona que estaba acorralada y en claro riesgo vital".