Mercedes, de 51 años, en una imagen actual.

Mercedes, de 51 años, en una imagen actual.

Reportajes

Mercedes, la abuela coraje a la que ni el Supremo ha podido devolver a su nieta seis años después

La pequeña fue entregada en acogida a una familia de Granada. El Tribunal Supremo ha fallado ya a favor de la abuela biológica, pero aún no puede vivir junto a la niña.

30 junio, 2021 01:38

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"Me la robaron, Domingo, me la robaron". La frase la pronuncia Mercedes Estrada, conocida en Chiclana de la Frontera (Cádiz) como la 'abuela coraje'. Sus palabras reflejan el hastío, el cansancio de 6 años de lucha para recuperar a su nieta Thalía, que lleva años viviendo con una familia de acogida en Granada. "6 años y cuatro meses", aclara Mercedes, sabiendo que cada segundo es irrecuperable. 

Thalía debió pasar la noche de este miércoles, por fin, con su familia. Eso pensaba su abuela, hasta que el pasado viernes se le notificó que no sería así.

Los recursos de la Junta de Andalucía a la decisión del Tribunal Supremo alargan la entrega de la pequeña al menos 20 días más. Su abuela se queja. "Sólo quieren hacer eso. Dejar pasar julio. Luego viene agosto, que los juzgados están cerrados...", dice molesta Mercedes. 

La conocen en todos lados. Está cansada ya de esta lucha que se alarga demasiado. "Vengo del Mercadona y me ha preguntado todo el mundo", expone. No quiere volver a contar su historia de nuevo.

En Chiclana de la Frontera saben que esta abuela pelea por la custodia de su nieta desde que nació y que tiene razón. No lo dicen los vecinos, lo dicen la Audiencia Provincial de Cádiz y el Tribunal Supremo.

Thalía está en Granada 

Fue en 2015 cuando nació Thalía. Su madre consumía drogas y su abuela pidió ayuda para su nieta. No sabía cómo actuar y sólo pidió ayuda. Únicamente. A los tres días de nacer, los Servicios Sociales de la Junta de Andalucía se llevaron a la pequeña Thalía y la entregaron a una familia de preadopción en Cádiz.

Sorprendida por lo ocurrido y desbordada, solicitó que le devolvieran a su nieta. Quería cuidar a Thalía, para la que cuenta que tenía incluso la habitación preparada.

Mercedes quería demostrar su valía para cuidar a su nieta. Resignada por lo acontecido, iba a verla cada 15 días a Cádiz, a pocos kilómetros de Chiclana en coche. Hasta que ya no pudo hacerlo.

"Siempre me decían: nos vemos en la siguiente visita. Hasta que llegó un día en el que no me dijeron nada. Me extrañó. Yo pensaba, inocentemente, que en aquellas visitas me estaban evaluando. Y de repente se llevaron a mi niña", cuenta Mercedes sobre aquella época.

Una foto del álbum familiar.

Una foto del álbum familiar. Antena3

Thalía había pasado a estar en acogida con una nueva familia. Se encontraba en Granada, pero Mercedes asegura que se le impedía saber de su nieta. Estuvo casi un año sin verla. Pedía información, "pero todo eran trabas". No sabía a dónde acudir para conocer el paradero de Thalía.

Al fin consiguió localizarla. Había pasado un año sin saber de su nieta, según cuenta en conversación telefónica con EL ESPAÑOL. "Me dieron de visitas dos horas a la semana. Una era los martes y otra los jueves por la tarde", comenta.

Esto último podría parecer lógico a cualquiera. A cualquiera que no sepa que Chiclana y Granada están a más de 4 horas de camino. Ida y vuelta son mínimo 8 horas de coche cada dos días para poder ver a la pequeña. Al final, consiguió que le pusieran las visitas los viernes por la tarde.

Mientras ella demostraba que quería estar con su nieta, en los tribunales se libraba la batalla legal. La Audiencia Provincial de Cádiz resolvía a su favor; el Tribunal Supremo hacía lo propio: la abuela era apta para tener a la niña en casa.

Sin embargo, los recursos de los servicios sociales de la Junta de Andalucía alargan la situación después de las decisiones. "Hasta siete jueces me han dado la razón", expone descorazonada esta abuela. Los servicios sociales de la administración andaluza, sin embargo, entienden lo contrario y estiran el procedimiento con mecanismos legales.

La versión de la Junta de Andalucía

La Junta de Andalucía ha enviado a los medios de comunicación una nota ofreciendo su versión de los hechos. La administración recuerda que el 27 de enero de 2016 se acordó la guarda con fines de adopción de Thalía, nacida el marzo anterior. Dos años después, el Juzgado de Instrucción Número 4 estimó las pretensiones de Mercedes y su hija. Fue el 2 de noviembre de 2018 cuando este juzgado estimó que la abuela era idónea para el acogimiento de su nieta y la constitución de un acogimiento familiar permanente con la misma.

La delegación de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación interpuso una apelación ante la Audiencia Provincial de Cádiz. La misma fue desestimada el pasado 12 de febrero de 2020. Pero, la administración no se daba por vencida y recurrió en casación al Tribunal Supremo, como también hicieron los actuales acogedores de la niña.

El Tribunal Supremo sentenció igualmente a favor de la abuela nuevamente. Y Mercedes solicitó la ejecución de la sentencia ante el juzgado competente. 

Según la versión de la Junta de Andalucía, el Juzgado de Primera Instancia número 4 de Cádiz dictó entonces un auto y denegó la ejecución hasta que no fuese firme la sentencia del 2 de noviembre de 2018.

La abuela, con su nieta.

La abuela, con su nieta. Antena3

Esto ocurrió el 31 de mayo de este año. Sin embargo, el Tribunal Supremo inadmite el recurso de casación presentado por la administración y la sentencia es firme.

Pero la administración no se rinde. El servicio jurídico de la Junta de Andalucía pide la anulación de la firmeza de la sentencia y el 23 de junio, el Tribunal Supremo anula la firmeza. Todo queda pendiente del recurso de casación de la Junta de Andalucía y los acogedores. 

La vida de la pequeña

Mientras tanto, la pequeña Thalía vive en Granada. Los acogedores también están en la pugna legal: no devolverán a la pequeña hasta agotar las vías legales.

La abuela continúa visitando a la pequeña cuando le corresponde. Piensa que en el último mes, a la menor la están influenciando. No sabe qué ocurrirá en los próximos 30 días. Según le han dicho, el calvario tendría que terminar antes de la llegada de agosto. Pero ella ya no se fía.

"Un mes más... Pero ya te digo, yo estoy muy quemada ya. Yo soy una persona que intento hacer las cosas bien. Y la gente dice 'un mes más no es nada...'. Es un mes más sin mi nieta. Junio se me ha hecho eterno", expone. "Esto no tiene fin. Es tremendo lo que está haciendo la Junta", dice la abuela.

La administración andaluza, por su parte, ha recordado en su comunicado que "éste es el procedimiento que se utiliza aunque nunca, por la obligación de reserva de datos de carácter personal y por respeto al menor y a toda su familia, se va a hacer pública la información y los datos que han servido de base para tomar las decisiones y las medidas adoptadas".

La Junta de Andalucía recoge en su contestación: "Esta labor a veces conlleva la necesidad de separar al menor de sus padres y de su familia: normalmente de manera transitoria mientras se aclaran las circunstancias o se corrigen los problemas y las situaciones familiares que han llevado a la necesidad de adoptar una medida protectora, en otras ocasiones, las menos, de manera definitiva por la inexistencia de familia idónea o la imposibilidad de recuperación familiar".

Por el momento, la pequeña Thalía va a continuar con la familia acogedora en Granada. Su abuela mantendrá el régimen de visitas hasta que se resuelva el recurso de casación presentado por la Junta de Andalucía y los acogedores.