Un barrio es, según la RAE, cada una de las partes en que se dividen los pueblos y ciudades o sus distritos. Es esta una definición espacial, gris, sobria y atemperada. E incompleta. Como si definir un barrio fuera tan fácil como delimitar lo que empieza aquí y termina allá. Esa parcela, se quiera o no, moldea y define en cierta medida el carácter, las motivaciones o el estilo de vida de sus moradores, al igual que sus moradores definen a la parcela. Para esto, las ciudades se quedan demasiado grandes. Madrid no es una excepción.

Tampoco lo son los políticos. Hay ciertos momentos, los que menos, en que se quedan solos entre cuatro paredes, sin intermediación de micrófonos o jefes de prensa, y se vuelven también moradores de barrio. Optan por un comercio u otro para hacer la compra de la semana, deciden uno u otro local para comer en familia el domingo y cogen la misma parada de metro que su vecino de la calle de enfrente. Claro que, en campaña, esos momentos parecen no existir.

Los comicios de 2019, que configuraron la actual aritmética de la Asamblea de Madrid, dejaron una Comunidad de Madrid fragmentada en seis partidos, ninguno por encima de los 40 escaños. Este martes los resultados de las mismas formaciones contendientes serán muy distintas. Parece claro quién ganara, pero habrá que esperar al recuento para saber quién gobernará.

Carteles de Ayuso y Gabilondo enfrentados en el centro de Madrid, al lado de Chamberí. Esteban Palazuelos

EL ESPAÑOL ha recorrido los barrios en los que viven los seis principales candidatos a las elecciones del este martes 4 de mayo. ¿Votan los vecinos, valga la redundancia, a sus vecinos? 

1.-Almagro: Isabel Díaz Ayuso

Pasear por Madrid en los días previos al 4 de mayo se convirtió en un titánico peregrinaje entre carteles de campaña, caras de candidatos y lemas electorales. El distrito de Chamberí no es diferente, y se debe a la única profeta de sus calles: la presidenta Isabel Díaz Ayuso, vecina en un piso de 60 metros cuadrados, discreto y sin portero, en el barrio de Almagro. 

Isabel Díaz Ayuso vive en un pequeño piso dentro del barrio de Chamberí. Esteban Palazuelos

La zona, una de las mecas de la hostelería madrileña, todavía respira un ambiente puramente madrileño, alejado de aquellas invasiones bárbaras de Airbnb que ya han hecho suyas las plazas de Chueca o Malasaña. Chamberí, dentro de lo que cabe, es aún suya, y su oasis de taperío, cañas y ofertas culturales definen la política de la presidenta igual que su política define al barrio. En este sentido, caben pocos matices.

María José (Pepa) también lo ve claro. Pasea por la puerta de la Basílica La Milagrosa, en el centro del barrio, despide a su nieto y disfruta de los últimos rayos de sol. Es una de las muchas vecinas que elevan la edad media de Chamberí, uno de los distritos con la población más envejecida de Madrid.

María José, en Chamberí. Esteban Palazuelos

Al principio, mira con suspicacia al que le interpela por la calle, pero todo cambia en cuanto se pronuncia el nombre de ella, la presidenta Ayuso, y se le dice que comparten barrio. En las anteriores elecciones la votó “por ideología, porque es del PP”, pero no la conocía. Estos dos años le han servido para matizar: “Ahora creo que la votaría a ella incluso aunque no fuese del PP”, comenta a EL ESPAÑOL.

“Nos ha dejado vivir, nos ha dejado respirar, y nos ha abierto las puertas. Literalmente”, señala. Se lleva una réplica, parafraseando minutos más tarde, de María, una de las jóvenes excepciones que confirma la regla. Hace dos años la votó, como es costumbre en la mitad del barrio, pero en esta ocasión ha decidido quedarse en casa. "Al final, no veo que nada cambie. Todo es lo mismo", sostene.

Los datos:

Almagro (Chamberí)
Número de habitantes: 19.578
Renta per cápita mediana: 29.364 euros
Precio del suelo: 5.251 euros/m2
Partido más votado (2019): PP (43,77 %)

2.-Costillares: Ángel Gabilondo

Si Ayuso representa a su barrio en la medida en que la hostelería impregna Chamberí, Ángel Gabilondo personifica al suyo, Costillares, por aquello de su vídeo de campaña: “Soso, serio y formal”. Por tener, Costillares no tiene ni un nombre conocido, y el común de los mortales lo identifica con el de su parada de metro, Pinar de Chamartín.

Situado en la zona norte de Madrid, en el distrito de Ciudad Lineal, el barrio es un páramo discreto de edificios altos, torres de oficinas, bares en las esquinas y jardines privados. Y ya. Por su localización, es uno de esos sitios a los que se va a tiro fijo -no se pasa por allí-, e incluso con esas es difícil. No tiene lugares emblemáticos, terrazas eternas ni comercios de moda. Lo que sí tiene es tranquilidad, probablemente debido a la ausencia de lo anterior. Y árboles, muchos árboles.

Francisco, por aquello de darle el contrapunto al lugar, es de todo menos discreto. Revestido con un traje de ante, apura la penúltima copa de vino a las puertas de un bar. Habla en alto con la camarera, apoyado en un barril de la entrada, y observa inquisitorial al que se acerca por la calle. Es un 'pistolero' de la vieja escuela, sin sombrero ni mascarilla, de esos que disparan primero y preguntan después.

—Si eres periodista, di que voto a Ayuso -afirma, tajante, antes de que se le pregunte nada-. No tengo miedo de decirlo, ¿quién me lo va a impedir? ¿El coletas? Que los echen ya a todos, a él y a Gabilondo. 

Francisco, en Costillares. Esteban Palazuelos

De fondo, la encargada del bar asiente, cómplice, pero en bajito: “La verdad es que Ayuso nos ha ayudado mucho, muchísimo, sobre todo a nosotros. Aquí siempre se ha votado derecha, pero ahora creo que va a ganar más que nunca”, opina desde la puerta, tímida y discreta. Para cuando acaba, Francisco ya anda detrás de otra 'penúltima'. Entre ambos, se forma el equilibrio.

Al final, pocas zonas pueden definir mejor a un candidato y, a la vez, ser tan absolutamente hostiles hacia su partido. Gabilondo es, personalmente, un reflejo de su barrio, que eligió hace años para agilizar sus viajes a la Universidad Autónoma de Madrid -en la que llegó a ser rector-, pero sus vecinos puede que no simpaticen mayoritariamente con él. Al contrario, el PSOE quedó en 2019 relegado a la tercera opción, muy por detrás de Ciudadanos y casi triplicado por el PP.

Los datos:

Costillares (Ciudad Lineal)
Número de habitantes: 22.616
Renta per cápita: 25.444 euros
Precio del suelo: 2.949 euros/m2
Partido más votado (2019): PP (37,99%)
Porcentaje del candidato (2019): PSOE (14,33%)

3.-Niño Jesús: Mónica García

Mónica García entró en la carrera electoral como la gran desconocida entre los seis candidatos. De hecho, si no fuera por los carteles que plagan el barrio de Niño Jesús, en Retiro, todavía lo sería entre sus propios vecinos. La cosa cambia cuando se comenta su partido, Más Madrid -“el de Íñigo Errejón”-, y su irrupción en campaña -”la que le plantó cara a Pablo Iglesias”-. Poco a poco, se hace un nombre.

El barrio, en su conjunto, mantiene su identidad. Es una de esas plazas ricas del centro de la ciudad, con el Parque del Retiro a un lado y casas señoriales al otro, donde parte de la clase acomodada madrileña puede seguir sintiéndose en casa sin renunciar a la vida tranquila. 

En el barrio de Niño Jesús, de Mónica García, conviven sobre todo carteles de Vox y Más Madrid. Esteban Palazuelos

Sin embargo, como suele ocurrir en las zonas de alto poder adquisitivo, el feudo electoral lleva años copado por el PP. Las anteriores elecciones no fueron una excepción, y los populares ganaron con un holgado 44,7% de los votos. Los que más se aproximaron fueron Ciudadanos y PSOE, pero ni siquiera juntos sumaron los mismos números. Más Madrid quedó lejos del podio, con un discreto 7,4%.

Aún así, si se obvia el factor dinero, la calle es ecléctica. Conviven en paz el runner embutido de Nike con la señora de bolso Loewe y zapatos de Prada, e incluso las parejas se permiten bromear sobre las opiniones políticas de sus acompañantes. Este es el caso de Pepe y Rosa. Él, votante del PSOE en 2019, ha decidido quedarse en blanco esta vez. Ella, que prefirió no enfrentarse a las urnas hace dos años, lo hará ahora con una papeleta de Ayuso.

Pepe y Rosa, en el barrio Niño Jesús. Esteban Palazuelos

“Es más por la actitud que por otra cosa. Me gusta su descaro, es una chula”, bromea, “pero no creo que nadie nos vaya a cambiar la vida. En realidad no tengo mucha idea de política”, admite.

Él, más comedido, admite haber votado a izquierda y derecha en diferentes etapas de su vida: “Porque creo en el bipartidismo, no en lo que se han inventado ahora”, despacha. 

Los datos:

Niño Jesús (Retiro)
Número de habitantes: 15.461
Renta per cápita mediana: 29.364 euros
Precio del suelo: 4.584 euros/m2
Partido más votado (2019): PP (37,02%)
Porcentaje del candidato (2019): Más Madrid (9,03%)

4.-Hispanoamérica: Rocío Monasterio

La zona de Hispanoamérica, distrito de Chamartín, ha pasado a la tradición popular como una de las más adineradas de la capital, ubicada en un punto privilegiado entre el Paseo de la Castellana y el Estadio Santiago Bernabéu. De hecho, de este último toma su nombre más conocido: Bernabéu.

El estadio Santiago Bernabéu en obras, con un cartel electoral de Vox. Esteban Palazuelos

Así, dar una vuelta por el transitado Paseo de la Habana supone un choque cultural para la mayoría de los transeúntes poco habituados. De repente, la ciudad se abre entre bulevares frondosos, la carretera se adorna con cochazos de lujo y los peatones parecen escogidos al dedillo para representar a la alta burguesía madrileña.

Los menores, uniformados de colegio privado; y los mayores, a cada cual más de punta en blanco. Aquí, entre todo, en medio de la maraña de lujos y ostentación, de calles de nombres latinoamericanos y coches de alta gama, vive Rocío Monasterio, su marido, Iván Espinosa de los Monteros, y sus cuatro hijos.

Javier, frente al estadio Santiago Bernabéu. Esteban Palazuelos

Se trata de una casa de más de 500 metros cuadrados en el centro del barrio, a medio camino entre la Gran Logia masónica y la Holy Mary British Catholic School, uno de los colegios más exclusivos de la ciudad. En el camino que separa uno y otro emplazamiento, lo mencionado. Y carteles electorales.

La mayoría, a test ocular, son de Ciudadanos y PP, pero no faltan tampoco los de Vox, ni arrimados a las farolas ni caminando por la calle. Uno de ellos es Javier, que da un paseo por los alrededores del estadio. Al preguntarle por las elecciones, lo tiene claro, tanto el voto como el lugar donde vive su famosa vecina, que en las pasadas elecciones se tuvo que conformar con un tercer puesto en las urnas.

Álvaro y Lorena, en el barrio de Hispanoamérica. Esteban Palazuelos

“Lo he pensado mucho y voy a votar a Monasterio”, se arroja, cercano. Y matiza: “¡Pero también me encanta Ayuso! De hecho, normalmente la votaría, pero no quiero que Vox se quede fuera”. Su elección en los anteriores comicios, PP, fue también la favorita del barrio, que se tiñó de azul popular con un holgado 40%. “Lo que sea por echar a la izquierda de aquí”, sentencia antes de despedirse.

Algo más crípticos son Álvaro y Lorena, una pareja joven a bordo de un carrito de bebé en Paseo de la Habana. Ambos votaron a la derecha en 2019, y lo seguirán haciendo en estas, “pero esta vez hemos cambiado de partido”, susurra él, juguetón, a medio camino entre un cartel de Ciudadanos y otro de Vox.

Los datos:

Hispanoamérica (Retiro)
Número de habitantes: 32.042
Renta per cápita mediana: 36.750 euros
Precio del suelo: 5.084 euros/m2
Partido más votado (2019): PP (39,81%)
Porcentaje del candidato (2019): Vox (11,68%)

5.-La Navata: Pablo Iglesias

Hace ya tres años Pablo Iglesias, secretario general de Podemos, decidió dejar su icónico pisito en Vallecas para mudarse a la zona residencial de La Navata, a tres kilómetros de Galapagar.

La mayoría de los carteles que adornan Galapagar son de Isabel Díaz Ayuso. Esteban Palazuelos

La idea era, según señaló en su momento, encontrar un lugar tranquilo en el que vivir con los hijos que estaban por venir y con su pareja, la ministra Irene Montero. Sin embargo, la localización del chalet no tardó en filtrarse, desembocando en un acoso continuado que dio al traste con sus planes personales y políticos. El pasado jueves: la gota colmó el vaso en forma de carta y cuatro balas, con la llegada de amenazas a él y a otros políticos.

No es así en el resto del municipio, remanso de paz en el que sus más de 30.000 habitantes viven, por norma general, ajenos a los tejemanejes de la alta política a la que acostumbra el candidato de Unidas Podemos.

Una plancha de publicidad electoral, la mayoría arrancada. Esteban Palazuelos

De hecho, tal es la discreción de Iglesias que, por haber, no tiene ni carteles colgados en las farolas. Si hay algún rastro del partido en la zona, son los restos de publicidad que votantes de otros partidos se han encargado de arrancar a veces no con demasiado atino. 

En realidad, la cara que más se repite en la localidad al noroeste de Madrid es la de la presidenta, Ayuso, que adorna más de la mitad de los postes electorales. En los tablones de anuncios, por otro lado, la publicidad que permanece indómita es la de Vox, la única que sigue intacta, rodeada de los cadáveres de carteles de otros partidos.

Juan y Carmen, en Galapagar. Esteban Palazuelos

A pocos metros de uno, en la plaza de la Constitución que alberga el antiguo ayuntamiento, Juan y Carmen se percatan del asunto. Jóvenes y galapagueños, ambos fueron durante años votantes de Izquierda Unida y, a la postre, casi por costumbre, de Podemos. Esta vez, arranca él, tiene claro que su voto irá para el Más Madrid de Mónica García.

“Siempre he sido de izquierdas, pero estos últimos años me han decepcionado. Iglesias prometió mucho e hizo poco”, sentencia. Está, dentro de lo que cabe, en sintonía con el resto del municipio, que en 2019 optó por el PSOE como primera opción, seguido muy de cerca por Ciudadanos y Más Madrid.

Los datos:

La Navata (Galapagar)
Número de habitantes: 32.404 (municipio)
Renta per cápita mediana: 23.450 euros
Precio del suelo: 1.733 euros/m2
Partido más votado (2019): PSOE (28%)
Porcentaje del candidato (2019): U. Podemos (6,9%)

6.-Mirasierra: Edmundo Bal

No es frecuente que, de la noche a la mañana, nazca un nuevo barrio en Madrid. Tampoco que un anónimo pase de poder caminar tranquilo por la calle a fichar como portavoz de uno de los partidos llamados a ganar las elecciones generales. En 2019 se juntaron ambos hechos, el de Arroyo del Fresno, en Mirasierra, por un lado, y el de su vecino Edmundo Bal por otro.

Se trata de un barrio nuevo, abierto, residencial, de esos que los no tan mayores pueden ver desde lejos y recordar cuando todo aún era campo. Nada que ver con el día de hoy, convertido en un espacio destinado a jóvenes profesionales con dinero en el que las torres de pisos modernos se mezclan entre urbanizaciones cerradas con jardines, piscinas y porteros. Es, a todas luces, un caldo de cultivo para votantes de Ciudadanos.

Una bandera de España ondea a las afueras de Mirasierra. Esteban Palazuelos

Así se demostró en 2019, cuando Arroyo del Fresno pasó a formar parte del llamado cinturón naranja de Madrid, esa franja de barrios jóvenes con alto poder adquisitivo que impulsaron a Ignacio Aguado hasta los 600.000 votos y un puesto de vicepresidente de la Comunidad de Madrid. Eso fue entonces, pero mucho ha cambiado.

Ahora, a las puertas de las autonómicas de 2021, a Edmundo Bal se le presenta, si cabe, la situación más comprometida de entre los seis candidatos: alcanzar un complicado 5% de los votos o desaparecer en el intento. En realidad, nadie duda que sea un buen candidato, sólo que no sea suficiente. Que pague los platos rotos de la estrategia nacional del partido, desde la deriva y dimisión de Albert Rivera hasta la moción de censura en Murcia.

Óscar, en Arroyo del Fresno. Esteban Palazuelos

“Él no me cae mal, pero creo que el partido en general se ha convertido en una opción cobarde. Por eso hace tiempo que me pasé a Vox”, comenta Óscar, aparcado a la salida del centro comercial. Sonriente al otro lado de la mascarilla, cita a Abascal cada dos frases, y se muestra seguro cuando se le recuerdan las últimas elecciones, en que logró casi la mitad de votos que Ciudadanos en la zona.

—Nada, nada. Ha cambiado la cosa. Ahora lo vamos a petar.

Los datos:

Mirasierra (Fuencarral-El Pardo)
Número de habitantes: 34.046
Renta per cápita mediana: 20.091 euros
Precio del suelo: 3.509 euros/m2
Partido más votado (2019): PP (32,65%)
Porcentaje del candidato (2019): Ciudadanos (26,09%)

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