Juan Hurtado con uno de los primeros prototipos de Hurtan

Juan Hurtado con uno de los primeros prototipos de Hurtan Diego Rodríguez Veiga

Reportajes

Coches de lujo antiguos por fuera y con motor nuevo: por 50.000€, a la medida, en Granada

La familia Hurtado se ha especializado en la fabricación para caprichosos. En año y medio tendrán eléctricos.

28 julio, 2019 01:54

Noticias relacionadas

Viendo esta fotografía, se podría pensar que este conductor ha conservado en excelente estado un clásico de más de 50 años de antigüedad. O que se ha debido de gastar un dineral en encargarlo a alguna compañía británica o americana. Pero nada más lejos de la realidad. Juan Hurtado continúa, junto a sus hermanos, perpetuando el legado de su padre: crear "coches especiales para gente especial". Hurtan Automóviles, una empresa familiar de Granada, fabrica vehículos con estética clásica de lujo, por encargo, a medida y de manera artesanal. Algo así como Rolls-Royce made in Spain, pero a precios mucho más accesibles.

Desde el diseño del boceto hasta el pulido de la carrocería, pasando por el tejido de la tapicería a mano; el tallaje del salpicadero en madera o la elección de componentes pensando expresamente en su destinatario. Nada queda al azar y todo se hace con mimo en la manufactura de cada vehículo desde el pequeño taller de Hurtan en Santa Fe, en el que trabajan unos 13 empleados. En la plantilla figuran ingenieros mecánicos e industriales, artesanos de la madera y el cuero, mecánicos y carroceros.

"Mi padre siempre ha sido un enamorado de los clásicos, con una estética clásica de los roadster de los 40, 50", avanza Juan Hurtado, propietario de la marca casi homónima. Dirige, junto a sus hermanos Rosa y Francisco, el sueño que creó su padre, Juan, hace ya 28 años. Durante todos estos años, la pasión se ha mantenido intacta. Hoy, medio siglo más tarde, ese espíritu roadster sigue vivo.

Algunos de los modelos desarrollados por Hurtan Automóviles.

Algunos de los modelos desarrollados por Hurtan Automóviles. Diego Rodríguez Veiga

"Son coches que la gente no compra para correr, puesto que no es un coche potente. Nuestro cliente busca más la estética. La gente lo que quiere es un coche bonito, exclusivo", considera Hurtado sobre los compradores que acuden a ellos. Pasear por la nave desde la que trabajan es como visitar un museo. La tecnología que incorporan sus deportivos es actual, pero sentarse en uno de ellos te traslada al pasado. ¿Qué se siente al conducir uno de esos vehículos?

El placer de conducir una joya

"No conduces un coche. Vas en algo distinto, como en una obra de arte. Es como un desestresante", opina Hurtado. "Al final, no vendes el coche. Vendes un capricho, un hobby. No es un elemento de transporte. Es una excusa para organizar rutas, viajes. Para disfrutar de la conducción". Todo un lujo que parte desde los 35 o 40.000 euros.

Todos los elementos estéticos disfrazan al vehículo de un coche retro, pero bajó el capó todo es actual y sus motores son los mismos que equipan otras marcas más conocidas. Por practicidad (sobre todo para facilitar las reparaciones en taller), por precio y también por cumplir las actuales normas medioambientales.

Juan Hurtado, al frente del taller de Hurtan Automóviles.

Juan Hurtado, al frente del taller de Hurtan Automóviles. Diego Rodríguez Veiga

"Lo que hacemos es, utilizando las bases mecánicas de un coche actual, carrozamos nuestro vehículo. Tiene todas las características de un coche actual, y nosotros carrozamos, tapizamos, montamos los salpicaderos de madera, a la estética antigua", explica uno de los responsables de la fábrica. Por lo que la conducción es exactamente "idéntica" a la de un coche normal.

El Author 4P, uno de los modelos que comercializan, equipa motores Ford que desarrollan una potencia de 143 o de 223 caballos (según demande el comprador), turbo, y la opción del cambio automático o manual. En cambio, el Route 44, una furgoneta preparada para el concepto foodtruck, equipa motores Fiat, con opciones a elegir entre 130, 150 Y 180 caballos. El T2 re-edition, un turismo que en breves verá las carreteras, será de carácter más deportivo y tendrá mejores prestaciones (hasta 280 CV). 

El T2 re-edition, el último modelo desarrollado.

El T2 re-edition, el último modelo desarrollado. Hurtan

Sin embargo, a pesar de contar con modelos de base, ninguno acaba siendo igual. Ahí está la gracia. "Al cliente no le vendes solo el coche. Le das la oportunidad de participar en la creación del coche. Y aunque venga un cliente con poca imaginación, tratamos de aconsejarle para darle algún toque distintivo. Puede ser un coche de color blanco, pero dentro del blanco hay miles de tonalidades distintas para que sea exclusivo", argumenta Hurtado.

Cada diseño, único

Si un cliente que quiere algo en concreto, Hurtan puede diseñarlo, fabricarlo y homologarlo para que pueda circular. Aunque, según sus empleados, las peticiones suelen ser casi siempre sobre los colores, las tapicerías o los acabados.

"Hemos vendido coches a algún árabe que nos ha pedido la inscripción de una frase del Corán, o a algún cliente que nos pedía una combinación de colores muy extravagante, amarillo y morado. Luego nos enteramos de que era daltónico", recuerda con simpatía Juan. "Un cliente nos pidió un paso más allá y que fuese más clásico, con más piezas cromadas, y que tuviese un spoiler (faldón delantero) en la parte delantera, para darle un toque más deportivo", añade. Son amantes de los retos y de crear cosas distintas.

El Author 4P tiene su mayor demanda en Oriente Medio.

El Author 4P tiene su mayor demanda en Oriente Medio. Hurtan

Tal y como dejan entrever, los coches Hurtan no siempre se quedan en España, sino que circulan por carreteras de todo el mundo. Desde los cercanos Alemania, Francia, Italia, Rusia o Suiza, hasta Asia, Oriente Medio o América.

"Dentro de un rato viene un cliente americano, que lleva tiempo viendo los coches, porque un amigo suyo de Estados Unidos le ha hablado de nosotros. Sabe Dios lo que nos va a pedir", avanza el responsable de la compañía mientras atiende a EL ESPAÑOL. Estiman que aproximadamente el 50 % de su producción se queda en nuestro país, y que el otro 50 % restante se exporta fuera.

Pasado de Hurtan

Coches clásicos, a la vez modernos, personalizables, 28 años de historia a cargo de una familia andaluza. ¿De dónde viene todo esto? Según explican a EL ESPAÑOL, del sueño de un amante de los coches y del empuje que le dieron los que veían su trabajo.

"Mi padre estuvo trabajando en empresas carroceras en Barcelona en los años 50 y 60. Primero con camiones y luego en carrocerías para los Seat 800, como el Seat 600 pero alargado y de cuatro puertas. De ahí le vino alguna forma el gusanillo", relata Juan Hurtado hijo.

Algunos de los bocetos diseñados en Hurtan.

Algunos de los bocetos diseñados en Hurtan. Diego Rodríguez Veiga

Juan Hurtado padre, originario de Abla (Almería), se instaló en Granada allá por los años 70 tras conocer a la que más tarde sería su mujer durante unas vacaciones. Allí abrió un taller de reparaciones, chapa y pintura. En sus ratos libres diseñaba bocetos y preparaba prototipos. Ya con sus hijos incorporados al negocio familiar, a este carrocero le llegó la gran oportunidad.

"Un amigo de mi padre nos pidió que si le podíamos dejar uno de los prototipos que ya tenía hechos para una feria en el año 1992, y aquello fue un exitazo. Con ayuda de ingenieros, ensamblamos las mecánicas y lo necesario para ser un vehículo completo", cuenta el ahora responsable de la compañía.

Recreación de aquel primer prototipo de Juan.

Recreación de aquel primer prototipo de Juan. Diego Rodríguez Veiga

Aquel prototipo llamó la atención de muchos. De pronto, potenciales clientes comenzaron a interesarse por el bólido y la familia decidió dar el paso. Con otros nueve empleados fundaron Hurtan aquel mismo año, con la misma filosofía que mantienen en la actualidad.

"Queríamos desarrollar un coche del segmento de lujo, pero para un público de clase media o media alta. En el segmento de súper lujo hay mucha competencia, con marcas de muchísimo nombre y con precios de 200 o 300 mil euros", expresa Hurtado.

Salpicadero e interior del prototipo presentado a la feria.

Salpicadero e interior del prototipo presentado a la feria. Diego Rodríguez Veiga

Este año pretenden finalizar el ejercicio con unas 53 entregas. No buscan una producción en masa, sino la exclusividad en cada una de sus creaciones. "Somos muy chiquitillos y tampoco tenemos interés en hacer grandes publicidades ni grandes campañas. Además, si aumentásemos la capacidad, perderíamos nuestra esencia; somos como un buen vino del que se hacen pocas botellas", ejemplifica.

El clásico del futuro

Los tiempos cambian. El rugido del motor se desvanece y da paso a un silbido metálico cada vez más presente en los catálogos de las marcas y en las calles. Hurtan no iba a ser menos. Por ello, llevan tiempo desarrollando una idea que pronto será una realidad: El Art-Tech, o lo que es lo mismo, su propio coche eléctrico.

Con prototipos desarrollados, falta, según explican desde Hurtan Automóviles, concretar qué tipo de baterías y motores se instalarán, además de toda la fase de homologación. Calculan que le falta año y medio para poder rodar.

Hurtan Velantur Car - Español from HURTAN on Vimeo.

Al igual que el resto de modelos de la compañía, será un clásico con todos los avances tecnológicos propios de los eléctricos. Y desean que cada uno de ellos sea exclusivo, ya que ahí consideran que está el valor de su marca.

"Antes, en cuanto a coches eléctricos, 'exclusividad' era Tesla. Ahora, sobre todo con el Model 3, se ha democratizado. Yo quiero ir en un eléctrico, pero no en el que van todos. En ese segmento creemos que puede funcionar", concluye Hurtado.

Este coche, según pronostican, podrá recorrer unos 400 kilómetros, incorporará un motor equivalente a 180 caballos tradicionales y acelerará de 0 a 100 kilómetros hora en unos 8 segundos. El turismo, de tres puertas, permitirá tanto cargarlo de forma rápida como de forma doméstica. Pero sobre todo, mantendrá la esencia clásica que define a Hurtan.