Reportajes ELECCIONES GENERALES 2019

La muerte de 4 mujeres en un solo fin de semana pone la violencia de género en el centro de la campaña

Los partidos son un frente común al terrorismo machista, menos Vox. "Vox es a los violentos lo que los batasunos a ETA", cree una exdiputada.

8 abril, 2019 02:54
Marta Espartero Enrique Recio

El primer fin de semana de abril ha sido, sin duda, uno de los más sangrientos en España contra las mujeres. En menos de 48 horas, en distintos puntos de la geografía nacional, se han hallado sin vida los cuerpos de cuatro mujeres. Dos han sido asesinadas a manos de hombres; otra ha aparecido muerta y desnuda de cintura para abajo, y las circunstancias del fallecimiento de la última, cuyo cadáver ha sido localizado una playa, aún queda por resolverse. 

Este fin de semana, tal vez, solo es una muestra de lo que ya adelantaron los datos del Ministerio del Interior en el primer trimestre del año: 2019 ha arrancado fuerte en violencia de género. Las asesinadas —14— fueron el doble que en el primer trimestre del pasado año. Así, desde que comenzó el mes de abril se han producido tres crímenes machistas, con dos aún todavía por determinar y añadir al listado. Por comparar, en el mes de abril de 2018, al completo, se produjeron un total de cuatro. 

Las noticias no han tardado en calar en el escenario político. Cuando apenas faltan unos días para el arranque oficial de la campaña y con la violencia de género como uno de los temas que copan el debate, la posición de los principales partidos políticos es similar. Todos articulan un frente común ante el terrorismo machista. Con la excepción de Vox. La formación de derecha extrema aboga por abolir la legislación específica que protege a las mujeres para implantar una vaga legislación que denominan "ley de violencia intrafamiliar", que mezcla niños, tercera edad y mujeres. 

"Vox es a los violentos lo que los batasunos a ETA"

La exdiputada del PSOE Ángeles Álvarez, que participó en la comisión que impulsó el Pacto de Estado por la Violencia de Género, afirma que "es muy peligroso que algunos partidos rompan la unidad de acción" contra el machismo y que "aparezcan discursos contra las políticas públicas de violencia machista y que cuestionen su utilidad".

"Es como si aparecieran partidos que defendieran las tesis de ETA. Porque aunque no justifican la violencia directa, sí que apoyan el sistema que sustenta la violencia contra las mujeres", considera la socialista. "Vox es al discurso de apoyo a los violentos lo que en su día fueron los batasunos en su apoyo a ETA. Eso es peligrosísimo".

La exparlamentaria no es la única dirigente que se opone, de manera radical, a no dar un paso atrás en la legislación actual. Desde el Partido Popular a Podemos, pasando por Ciudadanos. "En el PP estamos desolados por el descubrimiento del cadáver de una chica en Tarragona", indica Marta Gónzalez, vicesecretaria de Comunicación de los populares, a este periódico. "Mantendremos nuestro firme compromiso con el Pacto de Estado para acabar con este terrible e incesante goteo de víctimas, 15 en lo que va de año".

"Cada nuevo asesinato machista se debe a una estructura que hace que la ciudadanía de las mujeres sea de segunda, que nuestra libertad y seguridad no estén garantizadas y que no tengamos una ciudadanía de pleno derecho", considera Sofía Castañón, secretaria de Feminismos de Podemos. La formación morada cree que no se conseguirá la protección legal completa de la violencia machista sin compromiso y voluntad política. "No será posible si se decide ir de la mano de quienes son negacionistas  de la violencia de género y de la violencia machista. Tampoco será posible si se recurren constantemente esta ley ante el TC: el discurso de ultraderecha de Casado nos parece nocivo, hay que exigir a todos los partidos que participaron del pacto que cumplan porque nos va la vida en ello".

Patricia Reyes, portavoz de Igualdad de Ciudadanos, asegura que las cifras de 2019 "son sangrantes y demuestran que todo paso adelante en la lucha contra esta lacra es poco". El partido naranja no está dispuesto a dar "ni un paso atrás en la lucha contra la violencia machista" y pide "reflexionar sobre la urgencia y la importancia de dar cumplimiento al Pacto de Estado contra la violencia machista, que todavía no se ha puesto en marcha".

Crímenes cometidos por españoles y extranjeros

El binomio inmigración-delincuencia es una constante en los debates de todo tipo. No hay más que ver los comentarios que se generan en torno a una noticia de estas características cuando el autor es un extranjero. Desde las redes sociales a las conversaciones, es común que salga a relucir la nacionalidad de la persona como uno de los motivos de su conducta. 

Si bien, en su primera afirmación, Abascal mintió. Basta con mirar los datos del Ministerio de Igualdad, de este año y de los anteriores, para ver que no es así. La mayoría de los asesinos son españoles. Sin embargo, la cifra de inmigrantes que comete este tipo de asesinatos es bastante elevada.

En lo que va de 2019, los hombres extranjeros que mataron a sus parejas representan el 42,86 por ciento de todos los asesinos machistas. Son casi la mitad. Esta cifra es por ahora más elevada que la de otros años: En 2018 fue del 38,29; en 2017 del 33,33; en 2016 del 34,69%; en 2015 del 26,67; en 2014 del 32,72; en 2013 del 31,48 y en 2012 del 25 por ciento. 

A ello habría que sumar la cuestión de las agresiones sexuales. Según cifras publicadas el año pasado por el Ministerio de Interior, el 48 por ciento del total de agresiones sexuales fueron cometidas por extranjeros. Si estas cifras se entienden en el marco de que la población extranjera en España no supera el 10 por ciento, resulta evidente que sí, los extranjeros matan más a sus parejas y cometen más agresiones sexuales que los españoles. 

Puestos los datos así, en bruto y sobre la mesa, el argumento que intenta vincular inmigración y delincuencia tiene todas las de calar. Sin embargo, aunque el eslogan funciona, si la cuestión se aborda con profundidad se ve que está llena de matices, que en el resultado influyen otros factores y, sobre todo, que más inmigración no significa más delincuencia. 

Asesinos españoles y extranjeros: un problema global

Por otro lado, teniendo en cuenta el perfil del agresor, y añadiendo los últimos datos de esta semana. De los 17 asesinatos que se han producido desde que comenzó el año, nueve de ellos -un poco más de la mitad- han sido llevados a cabo por personas de una nacionalidad distinta a la española. 

El 15 de febrero, Nelia S, de 20 años y origen moldavo, mantuvo una fuerte discusión con su novio en una discoteca de Vinaroz (Castellón), municipio en el que vivían y donde se habían conocido desde hace un tiempo. Desde aquel fatídico día, no se volvió a saber nada de ella, hasta hoy. Cincuenta días después la Guardia Civil ha encontrado el cuerpo de la joven enterrado en un descampado de Ulldecona (Tarragona) con varios signos de violencia. 

Su novio, de 22 años y origen rumano, la mató el mismo día que discutieron en su casa y después, con la ayuda de otro amigo, llevaron el cadáver en un coche hasta el descampado de la ciudad tarraconense, donde el asesino había decidido ir a vivirse con sus padres desde la supuesta desaparición de su pareja, que el mismo denunció ante la Policía el 7 de marzo. 

Lily tenía 30 años y llevaba 5 prostituida en la calle Robadors del Raval de Barcelona. Mientras, pedía ayuda para salir de aquel infierno. Era víctima de trata. Tenia dos hijos en su Rusia natal que estaban "secuestrados", según le explicaba a los vecinos del Raval. Eso le impedía dejar la calle. En la calle, su chulo, un gitano rumano, le pegaba palizas por sistema. Le daba tan fuerte que Lily tenía callo en las costillas. De la última la mató. 

Lily es el nombre con el que ejercía la mujer que falleció en el Parc de Salut de Mar (PSMAR) de Barcelona. Murió el viernes a causa de las heridas causadas por la última paliza del proxeneta que la prostituía. Los golpes la llevaron al hospital y allí se encontraron con un terrible hallazgo: la mujer sufría leucemia. La enfermedad estaba en un estado tan avanzado que su recuperación de los golpes se preveía imposible. 

Vivía un infierno en Rusia y otro en Barcelona: aquí la prostituía un rumano de etnia gitana que la maltrataba. Ella misma lo explicaba y porque era habitual verla con cardenales. De las palizas, le había dejado algunas marcas permanentes en el torso. Además, la obligaba a trabajar a diario entre 14 y 16 horas: “Se cambiaba de ropa tres veces al día y a seguir trabajando”, contaban los vecinos de la calle Robadors. Apartada del resto de prostitutas por su nacionalidad, es con los que más se relacionaba. Con la gente del barrio que a menudo, sobre todo en invierno, le bajan ropa, mantas o caldo caliente a las prostitutas. Todos recuerdan el especial cariño que le tenía a todos los niños. 

Un fin de semana negro

Este domingo, una mujer marroquí de 39 años aparecía muerta y desnuda de cintura para abajo en las escaleras de un edificio a las afueras de Torrevieja (Alicante). Los vecinos han relatado como escucharon "risas y discusiones" durante la noche, y como encontraron a la presunta víctima: "boca abajo, como si se hubiera caído por las escaleras, con la cabeza contra la pared". La mujer solo vestía una camiseta, no llevaba ropa interior y "estaba descalza". Pocas horas después, justo en la otra punta del país, los agentes hallaban el cuerpo sin vida de otra mujer en una zona de rocas en Ferrol (Galicia) 

A principios de esta semana, una mujer de nacionalidad húngara también era asesinada a manos de su marido, oriundo del mismo lugar,  en una vivienda de una urbanización del municipio de Rojales (Alicante). Similar también es la historias de Rebeca, a la cual su novio mató a puñaladas en su piso enfrente de sus amigas, que no pudieron hacer nada para evitarlo. O de Kelly: su novio le cortó la cabeza y después se tiró por la ventana, ella tenía 17 años.