El Español
Treintayseis
Economía
|
Tecnología

No se puede ser lo que no se puede ver: la mujer en el mundo TIC

Una reflexión sobre la poca presencia de las mujeres en el sector TIC y la desigualdad que juega en contra de ellas.
Ofrecido por:
  • Más del 97% de los Nobel recibidos en las categorías de ciencias han sido recogidos por hombres.
  • Las mujeres todavía ganan el 20% menos que los hombres, un promedio que oculta enormes disparidades dentro de la UE.
  • El Ibex 35 incumple la cuota de género en los consejos de administración.

Estaba recogiendo un premio de la empresa en la que trabajo actualmente; y una de las ponentes era Elsa Punset. La verdad es que solo conocía a Elsa Punset de lo que la había visto en El hormiguero. Me gustaba, pero no me apasionaba. 

Pero hubo algo en su charla que me hizo acudir a “San Google” esa misma noche. Y fue la explicación que hizo sobre la “pose poderosa” (búscala en YouTube o Pinterest). 

Elsa hablaba sobre el desarrollo de las niñas frente al de los niños: «Comparten las posturas de los chicos hasta la preadolescencia pero luego se cohíben, lo que les transmite a sí mismas un mensaje de debilidad y sumisión». Como mujer, ingeniero y madre de una niña (Candela), esto me hizo pensar, puesto que nunca he sido consciente sobre ello. Pero, ¿es cierto que las mujeres cambiamos nuestra actitud corporal a los 10 años? ¿las niñas se creen menos brillantes que sus colegas varones a partir de los 6 años? ¿Nos escondemos? ¿Nos minimizamos?

Todos leemos múltiples titulares que demuestran que la “igualdad absoluta” no se ha alcanzado. Múltiples estudios, artículos de prensa, papers… pero, ¿el origen es tan temprano?

La conciencia sobre lo que es un niño o una niña se alcanza entre los dos y los tres años. Entre los cuatro y los seis, se aprende que serán una mujer o un hombre cuando crezcan. Y son los pasos previos a la elección de caminos profesionales en la adolescencia y el comienzo de la edad adulta.

Por eso es tan importante huir de estereotipos desde una temprana edad. Por eso es tan importante que el entorno familiar y que se eduquen a los niñ@s en entornos de igualdad. Y por eso es tan importante que la sociedad destierre finalmente los paradigmas respecto a los roles de lo femenino y lo masculino. Y son roles y conductas tan interiorizados que, a menudo, ni se consideran como prejuiciosos

Y debemos ser especialmente estrictos en lo referente al ámbito educativo. La presencia de las mujeres disminuye a medida que los niveles de la ESO aumentan. Es decir, a medida que los contenidos ganan en profundidad, las mujeres pierden peso en ellos.

La escasa presencia de mujeres matriculadas en las disciplinas STEM, término adoptado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, OCDE, para referirse al área educativa que engloba las ramas de ciencia, tecnología, ingenierías y matemáticas (Science, Technology, Engineering and Mathematics, por sus siglas en inglés), es una tendencia mundial. Según los datos publicados en 2019 por la Unesco, “sólo alrededor del 30% de las mujeres elige disciplinas STEM”. Aunque hay diferencias entre ellas, “la matrícula de estudiantes femeninas es particularmente baja en el campo de la tecnología de la información y las comunicaciones (TIC), con un 3%; ciencias naturales, matemáticas y estadísticas, con un 5%; y en ingeniería, manufactura y construcción, con un 8%”.

Respaldado está a través de los datos que la igualdad todavía no existe, y que sí parece que aún estamos escondidas en algunos sectores. Si bien es cierto que hay muchas mujeres estudiando carreras vinculadas a la rama biosanitaria o química, son muy pocas en física e ingenierías. 

Especialmente en las TIC, nos enfrentamos a una aceleración exponencial en la que no podemos perder ni un minuto. La codificación se considera la “nueva alfabetización” y es parte de las habilidades digitales básicas que define el Manifiesto de la Comisión Europea23 (la Unión Europea ha identificado el desarrollo de capacidades tecnológicas en los ciudadanos y ciudadanas europeos como una de sus prioridades estratégicas).

Y si estás pensando que esta exposición es una visión partidista, no lo es. Esta situación de desigualdad juega en contra de todos:

  • Según un informe de la consultora A.T. Kearney, la brecha de género ocasiona una pérdida de riqueza en España equivalente al 15% del producto interior bruto (PIB). 
  • El FMI valora la participación igualitaria de hombres y mujeres en el mercado laboral mundial disparando el PIB hasta un 34% en algunos países. 
  • Pero es que Bruselas estima que, si se incrementase la cantidad de mujeres dedicadas a las nuevas tecnologías, la economía europea podría crecer hasta en 16.000 millones de euros anuales (lee el estudio “Women in the digital Age”, merece la pena).
  • Y la OIT (Organización Internacional del Trabajo) calcula que, si España cierra su brecha de género laboral, crecería su producto interior bruto crecería en 34 mil millones de dólares. 

No es una cuestión baladí. Necesitamos formación (articulada a través de cualquier tipología), concienciación sobre la necesidad de la igualdad y motivación para el incremento del número de mujeres en sectores tecnológicos, ingeniería, ciencia e investigación. 

Y, personalmente, y en base a mi experiencia, creo que este es el camino para lograr la igualdad. Creo que hombres y mujeres somos diferentes, pero podemos realizar prácticamente las mismas tareas y con idénticos resultados. Pero también creo que la digitalización y automatización nos favorece, puesto que minimiza las diferencias físicas. A cambio, tenemos que andar un camino del que partimos con una clara desventaja, porque no tenemos referentes en el que mirarnos. Y es que no se puede ser lo que no se puede ver.

Gestiono tres equipos diferenciados. Tres equipos puramente técnicos. De tres áreas diferentes. Y se componen de personas y personalidades diferentes. Uno está compuesto exclusivamente hombres, uno exclusivamente por mujeres y otro mixto. Y no encuentro diferencias de rendimientos entre ellos. Pero tengo una cosa clara. Los equipos se componen de personas. Y cuanto más diversos sean estos equipos, en diferentes dimensiones, tendrán ideas más diferentes, improbables y, por ende, innovadoras. 

Porque, tal y como he leído en más de una ocasión, la diversidad de pensamiento hace que un equipo se estire de maneras que pueden resultar incómodas, pero eficaces. 

M. Isabel Torres Taboada
Responsable TIC en Grupo ALUMAN
https://www.linkedin.com/in/isabeltorrestaboada/

Economía