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Abre un nuevo comercio en la calle Iglesia de Ferrol con ropa unisex y pendientes de resina

El diseñador Víktor Suárez se instalará tras Semana Santa en el número 5 de la renovada vía
Víktor, en el taller de su casa
Víktor, en el taller de su casa
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Tras estudiar diseño de moda y estilismo en Madrid, Víktor Suárez tenía claro que su siguiente paso sería abrir su propia tienda en la que vender sus diseños. Guardaba muy buenos recuerdos de la etapa que pasó de adolescente en Ferrol, así que, a pesar de ser de Lugo, este joven emprendedor decidió que la ciudad naval sería el lugar perfecto para poner a andar su proyecto más personal.

"Recuerdo con mucho cariño mi época de estudiante en Ferrol, con ocio y diversión, y aquí me siento muy a gusto", revela. Así que la decisión estaba tomada, se instalaría en pleno barrio de la Magdalena.

"Me marché de aquí en 2012, cuando comenzaba la decadencia de la ciudad. Regresé hace un año y me llevé una gran sorpresa cuando comprobé que Ferrol estaba recuperando actividad. Hay más gente joven y eso se agradece".

Desde su vuelta a la ciudad no ha dejado de cumplir trámites para abrir su tienda Víktor Suárez en el número 5 de la calle de la Iglesia. "Emprender lleva mucho tiempo", apunta, "y finalmente abrirá al público después de Semana Santa, el 27 de marzo, estrenando así el último tramo en obras de esta principal vía, con aceras nuevas y más anchas. "Seguro que tras la calle arreglada atrae a mucha gente".

En el nuevo local venderá originales prendas diseñadas y confeccionadas por él mismo. "Habrá ropa urbana unisex, prendas de fiesta para mujer y complementos elaborados a base de resina. Todo hecho a mano", pues él será quien atienda la tienda y confeccione todas las prendas.

"Sacaré tiempo por las noches y los fines de semana para hacerlo", dice ilusionado, en un taller que acondicionó en su casa, pues de momento inicia esta andadura en solitario. Fue en el seno familiar donde se empapó del gusto por la moda, sobre todo mientras de niño pasaba las horas viendo a su madre, en Lugo, entre hilos y máquinas de coser.

"Serán tallas únicas y en principio solo habrá una unidad por diseño, es una manera de evitar que alguien acuda a un evento y se encuentre con que otra persona viste lo mismo", aclara. "El objetivo es ofrecer un producto exclusivo" en una ciudad, explica, "donde creo que gusta invertir en prendas de calidad confeccionadas con mimo". En su caso, también con sensibilidad, pues Víktor trabaja aprovechando todos los retales que andan por el taller.

"Para poner mi granito de arena en el cuidado medioambiental", apunta, "no tiro nada, creo nuevos tejidos a partir de restos". También recogerá ropa de segunda mano para darles una segunda vida y, a cambio, el cliente recibirá descuentos en la tienda.

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