La transformación de las Casas de Paredes, 241 años de historia en A Coruña
Las Casas de Paredes constituyen unas de las más antiguas edificaciones de La Marina coruñesa y casi 250 años después de su construcción podría decirse que pasan por un buen momento. Aunque en sus siglos de historia se hubiesen sucedido algunos proyectos frustrados, continúan siendo unas construcciones protagonistas frente a la bahía.
Ocupan una manzana y parte de otra, y su construcción fue fruto del sueño del gobernador y capitán general de Galicia a finales del siglo XVIII. Después de haber servido a numerosos fines privados y públicos, hoy alberga viviendas y locales de ocio. El último en abrir, el ambicioso proyecto de La Mansión, aunque ya se ha anunciado una próxima apertura, la de Rebowlution.
El sueño del Capitán General de Galicia para La Marina
Pedro Martín Cermeño y Paredes fue capitán general y gobernador de Galicia desde el año 1779, permaneciendo en el cargo hasta la fecha de su fallecimiento, que se produjo en la ciudad herculina en 1790. Nada más instalarse en A Coruña, se puso a trabajar en nuevas ideas para su ciudad de acogida.
Además de una trayectoria de cargos públicos y militares al servicio de la corona, Cermeño y Paredes fue ingeniero y arquitecto. Haciendo uso de sus destrezas, proyectó una larguísima fachada que sería lo primero que verían los barcos que llegasen al Puerto de A Coruña, extendiéndose desde el Cantón Grande hasta la Puerta Real.
Una majestuosa recepción en la bahía de la que solo se construyeron dos tramos que hoy conocemos como Casas de Paredes. Con estas construcciones, el sueño de Cermeño y Paredes era el de introducir concepciones de urbanismo ilustradas, de inspiración francesa, con las que además de embellecer la ciudad crear nuevas viviendas en el terreno ganado al mar.
Se comenzaron a construir 1779, y en 1785 estaban terminadas las que hoy conocemos como Casas de Paredes, en honor al segundo apellido de quien las proyectó. Mirando el edificio de frente, todavía pueden verse las piedras que sobresalen en su ángulo derecho, dispuestas para que se prosiguiese la construcción de un edificio adyacente.
Unos sólidos pilastres que dejaban unas áreas porticadas al nivel de la calle. Lo más característico son los frontones triangulares sobre las puertas que dan acceso al alargado balcón. Como remate, unas troneras que dejaban entrar la luz en una tercera planta.
Solicitud de reforma fallida en 1921
En el año 1921 un arquitecto solicitó al ayuntamiento nuevos cambios para renovar el esplendor de las Casas de Paredes. Siguiendo las modas de la época, la propuesta que se presentó al gobierno local de la época consistía en suprimir la parte abuhardillada de los edificios, transformando la cubierta para que fuese transitable.
Según consta en el Archivo Histórico Municipal, la licencia para acometer la reforma se concedió, aunque finalmente las obras que regalarían una nueva planta de techos altos y grandes ventanales, no se llevó a cabo.
La frustrada reforma no ha impedido que tantos años en La Marina hayan dado para mucho, y el gran edificio fue, entre otras cosas, residencia de los Condes de Taboada y sirvió de oficinas del Dépor y de la Xunta.
Estilo neoclásico
Las Casas de Paredes siguen hoy en pie constituyendo una de las pocas muestras que existen en A Coruña de este estilo arquitectónico que seducía en la época de la Ilustración. Mientras que en Ferrol la construcción de su Arsenal se inspiró plenamente en este estilo, en A Coruña predomina más el modernismo.
La capilla del Cementerio de San Amaro es otro de los escasos ejemplos de este estilo caracterizado por ser racionalista y revisar la arquitectura clásica, especialmente a través de frontones triangulares y columnas recordando a los templos griegos.
Las Casas de Paredes siguen llenas de vida siglos después de que el gobernador idease su construcción. La Marina hubiese sido muy diferente si finalmente aquel macroproyecto de Cermeño y Paredes se hubiese llevado a fin, y quién sabe si en vez de la ciudad de cristal de las galerías de principios del siglo XX, A Coruña hubiese sido la ciudad de los soportales que caracterizan a las Casas de Paredes.
