Una madre denuncia acoso a su hija de 13 años cuando arbitraba un partido de fútbol en A Coruña

El fútbol, como otros deportes, enciende pasiones que en ocasiones, de la tensión provocada por el juego o el fervor de la afición, derivan en actitudes censurables, por inapropiadas, irrespetuosas o violentas.

El árbitro ha sido el tradicional objeto al que deportistas, técnicos y seguidores han apuntado su tensión, y en A Coruña se vivió el pasado sábado una incómoda situación que ha llevado a la madre de una árbitra menor de edad a denunciar un comportamiento de acoso por parte de personas vinculadas a los dos equipos que disputaban un partido y de aficionados.

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La mujer recurrió a las redes sociales para contar que su hija, árbitra de 13 años, fue acosada en un partido de categoría prebenjamín (7-8 años) entre los clubes coruñeses Victoria y Silva en los campos de fútbol de la Torre. Asegura que la niña vivió una situación "terriblemente agresiva" debido a las expresiones y actitudes de personas que se encontraban en los banquillos de los equipos y en la grada.

"Se encontró con un entrenador y tres jóvenes que, actuando en manada acosaban a mi hija ante cualquier decisión arbitral", señala, en alusión en particular a los ocupantes del banquillo del Silva.

En el otro equipo, el Victoria, califica al delegado de "auténtico monstruo". "Se dedicó a discutir de manera reiterada todas y cada una de las decisiones de una niña de 13 años que, al igual que los jugadores, está aprendiendo. Con mala educación, intimidándola con sus aspavientos, sus expresiones y su actitud corporal", denuncia la madre.

Parte de los aficionados son también criticados por la mujer, que censura que "sus comentarios despectivos hacia una niña no eran mucho mejores que los de los banquillos". "Mientras no denunciemos estas cosas seguirán pasando y con total impunidad", sentencia.

La madre de la árbitra señala que el comportamiento de los entrenadores del Silva y el Victoria fue "el más correcto dentro de lo terriblemente agresivo y maleducado de la situación".

Protocolo de violencia verbal

La mujer admite que su hija, que según fuentes arbitrales consultadas por Quincemil llevaba muy poco tiempo ejerciendo la actividad, "no hizo uso de todas las armas que el reglamento tiene habilitadas para estos cosas", entre las que menciona la aplicación de un protocolo de violencia verbal o la amonestación o expulsión de jugadores o técnicos.

Este protocolo, del que Galicia es pionera en su aplicación, pretende proteger a jugadores, entrenadores, árbitros y público. En cuanto ocurre una situación de violencia verbal se anuncia por megafonía o se avisa al sector que profiere los insultos para que cese. Si continúa la actitud, se para el partido y se invita a equipos o árbitros a abandonar el campo de juego. Después de un tiempo prudencial para que el delegado trate de que no se repita lo ocurrido, se puede volver a jugar, pero si sucede de nuevo, el último paso es suspender el partido, según explican fuentes arbitrales.

Consultadas por Europa Press, algunas personas presentes el sábado pasado en los campos de A Torre ratifican la actitud denunciada por la madre. Algunos, aunque sin calificarlo propiamente de "acoso", han coincidido en que hubo una mala actitud hacia la menor. "Fue vergonzoso", resume una persona cuestionada, si bien otros no califican como acoso la inapropiada actitud hacia la menor.

Solo un incidente en el acta

Asimismo, desde uno de los equipos implicados, el Silva, fuentes consultadas se remiten al al acta, donde no aparecen recogidos los incidentes que la madre atribuye que sucedieron durante el encuentro.

En este sentido, el acta solo recoge un incidente con el delegado del Victoria, pero este club no se ha pronunciado sobre estos hechos.