Manifestación en Barcelona para reclamar la liberación de los rehenes israelíes.

Manifestación en Barcelona para reclamar la liberación de los rehenes israelíes. EFE

LA TRIBUNA

Por qué odiáis a los judíos

No condenar los crímenes de Hamás genera un efecto llamada para los violentos y provoca que se ataquen las sinagogas y las viviendas de los judíos. 

20 octubre, 2023 02:39

Criticar un gobierno es sano para la democracia. Pintar caricaturas sobre el presidente de un país es necesario. Lanzarse a la calle para defender los derechos de los más vulnerables es legítimo.

Volver a utilizar a los judíos como chivo expiatorio para justificar todos los males de nuestra sociedad es volver a las cavernas del antisemitismo más salvaje.

¿Por qué se odia al pueblo judío? ¿Por qué se sigue dando vueltas a cómo fueron asesinados los bebés en los kibutz? ¿Por qué las violaciones como arma de guerra contra mujeres israelíes no merecen horas de telediario? ¿Por qué cuando se habla de víctimas judías siempre hay una muletilla? Un pero, un a ver cómo te lo explico, un es que ellos.

Manifestación a favor del grupo terrorista Hamás en Nueva York.

Manifestación a favor del grupo terrorista Hamás en Nueva York.

Mirar para otro lado y no condenar en firme es legitimar los crímenes contra los judíos y los israelíes.

No hace muchos años, la hecatombe de la Shoah nos enterró en una época infame de la historia. Los primeros pasos para llegar a aquella tragedia mundial se dieron, en parte, por haber acusado a los judíos durante décadas de ser los causantes de las enfermedades de la economía y de la política que asolaban Europa.

Aquel cúmulo de mentiras y antisemitismo creció como una bola de nieve genocida que llevó a los nazis y otros países vecinos al exterminio de seis millones de judíos. Muchos miraron a otro lado y no condenaron el antisemitismo a tiempo. Fue demasiado tarde.

Pero el antisemitismo no fue solo la bandera del infierno nazi. Las cocinas de la Shoah se calentaron durante muchos siglos previos. La izquierda acusaba a los judíos de amasar una fortuna. La derecha perseguía a los judíos por haber "inventado" el comunismo. Los nacionalistas escupieron a los judíos por ser un pueblo desestabilizador de fronteras. Los internacionalistas expulsaban de la política a los sionistas acusándoles de egoísmo patriótico. Los fundamentalistas religiosos quemaban a los judíos en hogueras porque creían que hablaban la lengua de demonio. Los ateos les apedreaban porque los judíos adoraban a una divinidad peligrosa.

Todos encontraron una justificación para su antijudaísmo.

"Durante una semana, las comunidades judías han estado en el punto de mira terrorista y las calles se han llenado de manifestaciones con mensajes de odio hacia los judíos y hacia Israel"

El judío representó los miedos y las miserias de cada época y de algunas ideologías extremas. Lo judío simbolizaba lo otro negativo, las sombras.

Estas prácticas resurgen hoy del pasado y se contagian a pie de calle. Durante una semana, las comunidades judías han estado en el punto de mira terrorista y las calles se han llenado de manifestaciones con mensajes de odio hacia los judíos y hacia Israel. Manifestaciones legitimadas por la presencia de líderes de la izquierda extrema española.

Esto no ha sido así en otros países de Europa donde se ha condenado el ataque de Hamás como lo que es: un crimen de lesa humanidad contra Israel y el pueblo judío.

El mundo ha condenado con fuerza el mayor pogromo contra los judíos desde el final del Holocausto. Pero algunos parlamentarios españoles y socios de gobierno se han atragantado con sus actos y palabras culpabilizando a las víctimas de su propio asesinato.

¿Por qué no salisteis en masa a la calle para defender el derecho de los israelíes inocentes a vivir en Israel en paz y seguridad cuando se publicó la primera noticia de la barbarie perpetrada por Hamás? Porque odiáis profundamente a los judíos.

¿Por qué no lucháis todos los días en la calle a favor de una Gaza y una Palestina democrática y libre? Porque sólo os interesa demonizar a Israel y negar su existencia como Estado. Porque encontráis en el Israel actual al judío que os molesta. Al que aborrecéis con todas vuestras fuerzas.

Posicionarse contra el antisemitismo sin excusas es una responsabilidad de todas las fuerzas políticas de España. De no ser así, se legitiman los delitos de odio contra los judíos y contra Israel. Y esto da paso a la comisión de delitos todavía mayores contra los judíos y contra otras minorías. En Israel o en Europa.

Las medias tintas y las divagaciones son un efecto llamada para los violentos, para que se ataquen las sinagogas o para que se señalen las viviendas de los judíos. Todo el espectro político debe luchar contra el antisemitismo y a favor del derecho a Israel a existir.

*** Iván Gastañaga es investigador de la cultura judía.

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