Un grupo de armenios del Alto Karabakh huye de los azeríes.

Un grupo de armenios del Alto Karabakh huye de los azeríes. Reuters

LA TRIBUNA

Nagorno Karabaj, la descongelación de un conflicto congelado por Rusia

Detrás vendrán otros como Transnistria que no son más que, como pudo ser Cataluña, regiones empujadas por Moscú a un abismo de indeterminación internacional.

6 octubre, 2023 02:38

Nagorno Karabakh, cuyo significado es Jardín Negro Montañoso, es el primero de los conflictos congelados por el Kremlin que podría descongelarse por el inminente colapso de Rusia. Al igual que se intentó en Cataluña y en Escocia, Transnistria, Osetia del Sur, Abjasia y Nagorno Karabakh no son más que regiones que fueron incitadas a la independencia por una Rusia decadente que solo era capaz de influir en la sociedad internacional generando inestabilidad. Estas son las últimas horas de la artificialmente creada República de Artsaj, cuya razón de ser es el deseo de Moscú de debilitar a un aliado occidental como es Azerbaiyán.

Mapa político del Alto Karabaj y el resto de la región.

Mapa político del Alto Karabaj y el resto de la región. Wikimedia

Sin remontarnos a los tiempos de Noé, momento en el que la épica sitúa la creación de esta montaña, podemos afirmar que Nagorno Karabakh perteneció jurídicamente a Azerbaiyán desde la creación de la URSS, y por ello el Alto de Karabakh llegó al final de la URSS como un territorio autónomo dependiente de Bakú.

Sin embargo, Ereván y Moscú propiciaron un referéndum de independencia ilegal que provocó una guerra entre armenios y azeríes entre 1991 y 1994. Sin olvidar que las guerras solo las gana el diablo, gracias a la ayuda de Irán y Rusia, los armenios se hicieron con el control del enclave, lo que supuso la expulsión de un millón de azeríes que se vieron obligados a buscar refugio en distintas ciudades de Azerbaiyán.

Desde entonces, Rusia ha apoyado a Armenia y ha impedido que el conflicto se resolviera por la vía pacífica, secuestrando y utilizando el Proceso de Minsk (OSCE) para conseguir sus objetivos en la región, como por ejemplo la instalación de bases militares en Armenia o la firma de un tratado de defensa mutua con Ereván.

"Con la salida de la mayor parte de los armenios que vivían en Nagorno Karabakh, se acaba un conflicto que dura al menos 34 años"

Además, el clan de los karabakis se asentó en el poder de Armenia e impuso una ley no escrita que se traducía en que los cargos políticos debían ser nacidos en Nagorno Karabakh. Prueba de esta ley no escrita son los primeros ministros Karen Karapetyan y Robert Kocharian o el presidente Serzh Sargsián. Todos ellos nacieron en el territorio de Karabakh.

Sin embargo, Occidente en general y Estados Unidos en particular, atraídos por los pozos de petróleo azeríes del Caspio, fueron acercando posturas con Azerbaiyán. Las divisas que llegaban a través del oleoducto Bakú-Tiflis-Ceyhan servían para modernizar las fuerzas armadas de Azerbaiyán que amenazaban el statu quo impuesto por Rusia y por Irán en el Jardín Negro Montañoso.

En el año 2020 se produjo la denominada Segunda Guerra de Nagorno Karabakh. Esta ofensiva, que duró tan solo 44 días, permitió a Azerbaiyán conquistar un 70% del enclave, incluyendo ciudades tan significativas como Shusha.

[La autoproclamada república de Nagorno Karabaj anuncia que deja de existir]

La guerra de Ucrania ha sido la puntilla a una situación que desde hace años parecía insostenible. La victoria del independiente Nikol Pashinian en 2018, unida a la debilidad de Rusia, ha provocado que el Gobierno de Ereván buscara nuevos aliados al otro lado del Atlántico. Esta situación fue percibida por Bakú como una ventana de oportunidad para conquistar el poco territorio que aún no controlaba. En otras palabras, Azerbaiyán pensó con buen criterio que Moscú ni podía ni quería defender a Armenia en una tercera guerra de Nagorno Karabakh.

Con la salida de la mayor parte de los armenios que vivían en Nagorno Karabakh, se acaba un conflicto que dura al menos 34 años. Ahora se plantean muchas incógnitas, como qué estatus tendrá el Alto de Karabakh en la República de Azerbaiyán, en qué situación se quedarán los armenios que han optado por no huir a Armenia y cómo podremos convencer a Bakú para que no haya venganzas y limpiezas étnicas.

Nagorno Karabakh es el primero de los conflictos congelados que Rusia se ve obligado a descongelar. Detrás vendrán otros como Osetia del Sur, Abkhazia o Transnistria que no son más que, como pudo ser Cataluña o Escocia, regiones empujadas por Moscú a un abismo de indeterminación internacional que lastró su desarrollo. Así, 32 años después, Azerbaiyán recupera de facto lo que nunca dejó de pertenecerle de iure, el Alto de Karabakh.

*** Alberto Priego es profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Pontificia de Comillas.

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