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La tribuna

El fraude de Melilla siempre estuvo ahí

24 mayo, 2023 07:58

Eran varios los estrategas de los partidos que creían ayer que el tema Vinicius eclipsaría lo que queda de campaña, pero esta mañana la política ha vuelto a recuperar las portadas de los periódicos gracias a la trama de la compra de votos en Melilla.

EL ESPAÑOL da cuenta de cuál era el modus operandi que ya ha dejado diez detenidos y diez registros: un grupo de pequeños delincuentes dedicados al menudeo de droga se dedicaba a buscar gente dispuesta a vender su papeleta. Daban 50, 100, 200 euros al que aceptaba y, a continuación, estos mismos delincuentes entregaban los votos en las oficinas de Correos.

Hasta ahora, como decíamos ayer, sólo era necesario el DNI para recoger el voto que te lleva el cartero, pero no para entregarlo una vez cumplimentado. Ahora se pide también el DNI en la entrega para evitar el fraude.

La cuestión es: quién está detrás de esos pequeños delincuentes; quién organiza la compra de votos y a qué partido beneficia. En El País leo que varios de los detenidos son miembros de Coalición por Melilla, el partido pro-marroquí y de izquierdas que forma parte del gobierno de la ciudad.

Es importante, como resalta esta crónica, explicar cómo funciona el gobierno de Melilla: el presidente es un hombre de Ciudadanos que fue expulsado del partido; es decir: es un hombre sin partido. Dispone sólo de un escaño, el suyo propio; y fue elegido presidente porque la izquierda y la derecha estaban empatados. Él decidió, en contra de la dirección nacional de Ciudadanos, formar gobierno con Coalición por Melilla –el partido presuntamente implicado en la compra de votos– y con el PSOE.

En la portada de ABC vemos al líder de Coalición por Melilla, Mustafá Merchán, en una fotografía junto a Íñigo Errejón y Joan Baldoví, de Compromís. Porque el partido pro-marroquí forma parte de la red de alianzas de Yolanda Díaz. “La compra de votos en Melilla abre una guerra en la izquierda”, dice el ABC. “Podemos critica los vínculos de Yolanda Díaz y Compromís con Coalición por Melilla”.

El Mundo va un paso más allá: informa de que afines a la cúpula de Coalición por Melilla se vieron con agentes de Marruecos en Rabat. Según el CNI español –dice El Mundo–, estos viajes ocurrieron en la antesala de la compra de votos. Traducido: sospechan que Marruecos pueda estar detrás de una operación que, al tratarse de un partido pro-marroquí, beneficiaría a Mohamed VI.

Goza de buena salud la democracia. Un voto, doscientos euros. Más caro que una entrada para el fútbol, que una noche en el teatro, que una cena con el tito Berni, que una suscripción a los periódicos que leemos cada mañana. Santiago González, en su artículo, reconoce los avances técnicos. El conde de Romanones tenía que comprar los votos con su propio dinero; hoy, según las investigaciones, se estarían comprando con dinero público. Ese dinero que, como un día dijo Carmen Calvo, no es de nadie.

Recomiendo, para recopilar todo lo relatado, el análisis de Ignacio Cembrero en El Confidencial: los viejos del lugar recuerdan que en Melilla esto ha sido así desde que llegó la Democracia. Siempre se ha hablado de compra de votos en vísperas de elecciones. Siempre se ha multiplicado sospechosamente el voto por correo. Siempre han estado implicados los políticos: el líder de Coalición por Melilla fue condenado en 2021 por comprar votos y también un ex secretario general del PSOE. Siempre os querré compañeros, con voto comprado o voto vendido.

ALSINA–Aparte de la trama de Melilla, ¿qué está pasando en los partidos a cuatro días de las elecciones?

Portada de La Razón: “El PP se dirigirá a Sánchez antes de negociar con Vox. Génova ofrecerá al PSOE un acuerdo para que los extremos no condicionen a la lista con más votos”.

A Feijóo le incomoda negociar con Vox en general, pero en Valencia en particular. El País: “El PP, ante el dilema de pactar en Valencia con un condenado por violencia machista”. Resulta que el líder de Vox en Valencia –al que las encuestas auguran un buen resultado– se llama Carlos Flores, tiene 58 años y fue condenado en 2002 por –cito la sentencia– “violencia psíquica habitual y 21 faltas de coacciones, injurias y vejaciones” a su exmujer. En el PP dicen: “Eso es tragarse más que un sapo”.

En EL ESPAÑOL se hace un recuento de las ruedas de prensa posteriores al Consejo de Ministros: “Sánchez veta a Irene Montero y a Belarra: no dan ruedas de prensa en Moncloa desde febrero. El PSOE acapara las comparecencias posteriores al Consejo de Ministros y eclipsa a Podemos. Yolanda Díaz sólo ha dado dos en los últimos 100 días”.

Y El Confidencial aporta un dato muy interesante: solemos hablar los periodistas de la inestabilidad de las coaliciones de la izquierda, pero, según los números, han sido mucho más estables que las firmadas por PP y Ciudadanos, que se rompieron mucho antes.

*Esta es la revista de prensa que Daniel Ramírez realiza cada mañana para 'La España que madruga', en 'Más de Uno', el programa de Carlos Alsina en Onda Cero.

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