Imagen de los atentados del 11 de marzo.

Imagen de los atentados del 11 de marzo. Europa Press

La tribuna

La metralla fantasma de los atentados del 11-M (II)

El autor detalla las contradicciones relacionadas con los clavos que, según los Tedax, utilizaron los terroristas de los trenes. En las autopsias no se halló metralla. 

23 marzo, 2017 02:04

En mi anterior artículo sobre la metralla del 11-M, expuse las inexplicables apariciones, desapariciones y transformaciones que sufrieron las muestras de metralla del 11-M a lo largo de las distintas periciales efectuadas por peritos Tedax. En este nuevo trabajo, voy a tratar de suplir la falta de explicaciones a tanto despropósito por parte de los intervinientes en esas periciales.

En la mochila de Vallecas se introduce una metralla inexistente en los trenes

Recordemos: un día después del atentado, el 12 de marzo, el comisario Sánchez Manzano afirma que en la mochila de Vallecas se han encontrado 640 gramos de tornillos y clavos introducidos como metralla (1).

La directora del Instituto Anatómico Forense declaró que "en ninguno de los cuerpos había tuercas, ni clavos"

Los fabricantes de esa mochila habían intentado, sin duda, hacerla pasar como uno más de los artefactos colocados en los trenes, por lo que quedarían sorprendidos y arrepentidos de esa colocación cuando supieron que los peritos Tedax [Técnico Especialista en Desactivación de Artefactos Explosivos] sólo disponían de un clavo como metralla procedente de los trenes, lo cual se confirmaría más tarde cuando, efectivamente, se utilizaba un solo clavo en las periciales específicas sobre metralla. Y recordemos también que la doctora Baladía, como directora del Instituto Anatómico Forense, coordinó y supervisó las autopsias de las víctimas, declaró judicialmente que "en ninguno de los cuerpos había ni tuercas, ni clavos, ni tornillos" (2).

Se manipula la pericia y se esconde la realidad de la metralla

Se planteaba pues una difícil tarea. No podía haber vuelta atrás. El mismo día 12 Sánchez Manzano había afirmado la existencia de metralla en la mochila. No podía desdecirse. Para hacer creíble la autenticidad de la mochila de Vallecas sería imprescindible forzar la situación, como fuera, para conseguir que la metralla que contenía no pareciese incompatible con la recogida en los trenes.

La primera ocasión para intervenir se presentaría tras el desescombro de la casa de Leganés, en el que aparece una caja de clavos (3) que la Policía Científica entrega a los Tedax para su estudio. Por tres veces (4) hubo de dirigirse la juez del juzgado nº 3 al comisario jefe de los Tedax, Sánchez Manzano, para que le remitiese un informe sobre “el material explosivo y detonadores” encontrados en el piso de Leganés. Al parecer la redacción del informe resultaba muy laboriosa. Finalmente, el informe sale con fecha 28 de junio (5).

Manipulación en la definición de la metralla analizada

Aunque la juez no se había referido a los clavos, sino al "material explosivo y detonadores" recogidos en el piso de Leganés, y aunque esos clavos no eran ni de los trenes ni de Vallecas, los Tedax no dejarían pasar la ocasión de hacer una primera comparación forzada, que nadie les pedía, de la metralla de esos lugares, y compararon los clavos iguales de Leganés con los de los trenes y Vallecas. Para conseguir una equiparación creíble entre conjuntos tan dispares, como eran un solo clavo procedente de los trenes y 640 gramos de clavos y tornillos procedentes de Vallecas, era necesario presentarlos de una forma especial, Para comprobarlo, basta con analizar el documento con el que se presentaron todos ellos en el acta de la pericial (6), y detenerse en la forma de definir los diferentes clavos.

La única explicación para las contradicciones de la investigación es que no había más metralla que la de Téllez

Los clavos de los trenes, se presentan así:

“De los clavos recogidos tras la explosión en el tren de cercanías ubicado en la calle Téllez, no se pueden concretar sus dimensiones ya que los mismos se encuentran deteriorados por efecto de la explosión”.

¿Por qué se comparan sólo los de Téllez? Si la mochila procede de El Pozo, ¿por qué no comparar además al menos con los de El Pozo? Y si se buscaban similitudes con la metralla de los trenes en general, ¿por qué no se cita la de todos los trenes?

La única explicación lógica es que no había más metralla que la de Téllez. Y se dice además que "no se pueden concretar sus dimensiones", cuando al menos el fotografiado habría sido muy fácil medirlo. ¿No será que sólo había uno y que con esa expresión de "no se pueden concretar sus dimensiones" se evita ponerlo de manifiesto?

Los clavos de la mochila de Vallecas, se presentan así:

“Los recuperados en la desactivación de la mochila bomba de la estación de El Pozo, tienen unas dimensiones de 60,23 mm de longitud, 2,80 mm de diámetro central y 5,40 mm de diámetro de cabeza”.

¿Por qué considerar toda la metralla igual cuando Sánchez Manzano dijo sobre la mochila había una metralla variada?

Es decir, se empieza por identificarlos como pertenecientes a una bomba de la estación de El Pozo, cuando sabemos que su origen es la comisaría de Vallecas. Y la forma de dar sus medidas -"tienen unas dimensiones"- no tiene más explicación que considerarlos todos iguales. 

Y eso ¿por qué? ¿Por qué considerarlos todos iguales cuando el mismo Sánchez Manzano había elaborado 18 días antes un informe sobre la mochila (7) que incluía una foto de una metralla abundante y variada?

Pericial de 28 de junio de 2004 sobre los clavos de Leganés:

Se realiza la correspondiente comparativa entre los clavos recuperados tras la explosión ocurrida en la calle Carmen Martín Gaite de la localidad de Leganés, los obtenidos de la mochila bomba hallada en la estación de Renfe de El Pozo, desactivada con posterioridad, y los recogidos tras la explosión de los artefactos en el tren de cercanías en la calle Téllez de Madrid.

Los clavos recuperados en la calle Carmen Martín Gaite de Leganés tienen unas dimensiones de 69,3 mm de longitud, 3,08 mm de diámetro central y 6,32 mm de diámetro de cabeza.

Los recuperados en la desactivación de la mochila bomba de la estación de El Pozo, tienen unas dimensiones de 60,23 mm de longitud, 2,80 mm de diámetro central y 5,40 mm de diámetro de cabeza.

De los clavos recogidos tras la explosión en el tren de cercanías ubicado en la calle Téllez, no se pueden concretar sus dimensiones ya que los mismos se encuentran deteriorados por efectos de la explosión.

Foto de la metralla de Vallecas incluida en el informe de Sánchez Manzano de 10 de junio de 2004.

Foto de la metralla de Vallecas incluida en el informe de Sánchez Manzano de 10 de junio de 2004.

Y claro, cualquiera que lea ese texto sin detenerse a analizarlo saca la impresión de que, efectivamente, la metralla de Vallecas era comparable en cantidad y calidad con la de los trenes, cuando la realidad era muy distinta.

La manipulación se mantiene en otras tres periciales

De esta manera se establece un absurdo modo de proceder en la comparación de las metrallas, cuya única motivación parece ser que es el esconder una realidad que no puede salir a la luz. Un modo de proceder que marcó una pauta para las siguientes periciales. Ya no había manera de dar marcha atrás. Como vimos en el anterior artículo, esos dos clavos son los sistemáticamente utilizados en las posteriores periciales sobre metralla, los resultados son siempre negativos y no se busca más, como si no hubiera más.

Al pedir el juez la comparación, el misterioso clavo de Téllez se convierte de pronto en 21 tornillos y 33 clavos

Surge la metralla en el momento oportuno

Hasta llegar a diciembre de 2005, cuando por primera vez el juez pide expresamente la comparación del contenido de la mochila de Vallecas con lo recogido en los focos de los trenes, y el misterioso clavo de Téllez se convierte de pronto en 21 tornillos y 33 clavos aparecidos en casi todos los focos. ¿Dónde estaban esos clavos y tornillos antes de diciembre de 2005? ¿Habían estado realmente en los trenes?

Metralla súbitamente aparecida en diciembre de 2005 desconocida para las cuatro anteriores periciales sobre metralla, en las que sólo se analizó un clavo recogido en Téllez.

Metralla súbitamente aparecida en diciembre de 2005 desconocida para las cuatro anteriores periciales sobre metralla, en las que sólo se analizó un clavo recogido en Téllez.

Todos esos nuevos clavos y tornillos quedaron guardados en bolsas exclusivas para metralla, con indicación casi siempre del foco concreto, cosa que no ocurría con el resto de las muestras de los trenes, mientras que en una bolsa muy especial, la nº 14, quedaron el clavo de Téllez, un clavo y un tornillo de Vallecas y un sorprendente tornillo recogido en la empresa Muñoz Tabiques Interiores S.A.

1. Folio 850 del sumario.

2. Declaración de Carmen Baladía, el 28 de octubre de 2011, en la instrucción de la querella de la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M contra Sánchez Manzano, ante la juez instructora del caso. Según información del 23 de enero de 2008 aparecida en Libertad Digital y El Mundo.

3.Muestra n°69.- Caja de cartón con clavos 17/70 de cabeza plana. Entregada a TEDAX” Folio 451 de la pieza separada de Leganés.

4. La juez y el Secretario Judicial se dirigieron a Sánchez Manzano los días 21 de mayo de 2004 (folio 812 de la pieza de Leganés), 9 de junio (folio 999) y 17 de junio (folios 1029 y 1030).

5. El capítulo del informe relativo a los clavos se encuentra en el folio 1115 de la pieza separada de Leganés.

6. Folio 1115 de la pieza separada de Leganés.

7. Informe personal de Sánchez Manzano sobre la mochila de Vallecas, de 10 de junio de 2004.
*** Carlos Sánchez de Roda es ingeniero y autor del libro 'Los trenes del 11-M' (Última línea, 2015), donde expone cómo la precipitación en el desguace de los vagones provocó grandes lagunas e incluso errores judiciales que podrían haberse evitado.
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