La entrevista de este lunes al vicepresidente Pablo Iglesias en TVE ha venido a corroborar que Podemos no está dispuesto a abrazar unos Pactos de la Moncloa para afrontar la crisis sanitaria y económica. En su lugar, propone un "pacto por lo público" y contra "el mercado especulativo".

Conviene recordar que la idea de unos nuevos pactos de la Moncloa ha sido lanzada por el propio Pedro Sánchez y recogida de forma reiterada por ministros del peso de Margarita Robles y de Ábalos. Por tanto, la posición de Iglesias supone, directamente, boicotear una propuesta del presidente.

El sistema

En pocos días, es la segunda vez que Iglesias actúa como líder de Podemos y no como se espera de un vicepresidente segundo del Gobierno. Ya lo hizo la semana pasada cuando utilizó una campaña de promoción institucional para promocionar las carteras que dirigen sus compañeros de partido, excluyendo a los ministros socialistas.  

En realidad, Iglesias es consecuente con su ideario: no quiere ni oír hablar de grandes acuerdos en los que todos contribuyan a reflotar el sistema porque lo que busca, precisamente, no es su reconstrucción, sino su destrucción.  

Radicalidad

En las mismas posiciones de Podemos está Vox, que ha decidido autoexcluirse de cualquier consenso a la vez que anuncia una batería de querellas contra el Gobierno. Sólo Arrimadas apremia a Sánchez para que plantee una propuesta concreta mientras Casado deja la puerta entreabierta, a la espera de que el presidente rompa con el proyecto radical de Podemos.    

La postura de Iglesias pone de nuevo sobre la mesa el debate sobre la existencia de dos almas en el Ejecutivo; en realidad, la existencia de un Gobierno dentro de otro Gobierno. Si sus socios no cambian, la crisis acabará empujando a Sánchez a tener que decidir, otra vez, con quién quiere planificar el futuro de España