Juana Rivas, a su llegada al punto de encuentro fijado por orden judicial para que su hijo menor se reencuentre con su padre en Granada, este martes.

Juana Rivas, a su llegada al punto de encuentro fijado por orden judicial para que su hijo menor se reencuentre con su padre en Granada, este martes. EFE

Columnas CONVOCATORIA EXTRAORDINARIA

Defendamos a Daniel de Juana Rivas, de Sira Rego y de su entorno feminista

Es complicado que nos adhiramos a la causa feminista si como ejemplo escoge a una persona que priva ilegalmente a su hijo de ver a su padre y lo expone a un nivel de presión mediática y psicológica inaceptable.

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Ningún niño es una justa causa para librar la batalla cultural de nadie, y Daniel no puede ser considerado un daño colateral de los disparos del feminismo desquiciado. Los niños son vulnerables y la ley tiene que prestarles un cuidado y una atención especiales.

Entre otras razones, porque a los niños también hay que protegerlos de sus padres. De sus padres, y de sus madres. Muchas veces, sólo del maltrato de sus madres. Y en algunas ocasiones también hay que protegerlos de Sira Rego.

Afortunadamente, para protegerlos de todo eso, pero sobre todo de los políticos lanzados a la batalla sin cuartel, está la ley. En este caso la ley ha tomado partido por el menor, y sólo algunas personas inyectadas de odio al patriarcado e inmersas en fantasías de género se han puesto contra la ley.

El caso de Daniel es una de esas ocasiones idóneas para recalibrar la brújula moral de algunas personas.

Es tan evidente que, si se quiere proteger al menor, hay que devolverle la custodia efectiva a su padre, que cualquier otra opinión solo puede indicar el grado de desajuste moral del que emite el juicio.

El italiano Francesco Arcuri, padre de Daniel y exmarido de Juana Rivas, este martes en Granada.

El italiano Francesco Arcuri, padre de Daniel y exmarido de Juana Rivas, este martes en Granada. EFE

Si el reloj de muñeca con altímetro te marca que estás a 300 metros sobre el nivel del mar cuando estás en la playa, debes ir a "Ajustes" y recalibrarlo. Si te parece bien que una madre secuestre a su hijo y sea condenada dos veces por ello, dale al botón de "Ajustes" y recalibra tus principios, porque no te sirven para nada bueno.

No todo es opinable, y convertir en voluble lo que es sólido como una roca no tiene perdón. Menos aún lo tiene maltratar a un menor en nombre de tus batallitas.

Las feministas radicales han elegido muy mal ejemplo para enarbolar los derechos de la mujer. La causa de Juana Rivas demuestra exactamente lo contrario de lo que se supone que la ministra Sira Rego y su equipo dicen defender.

Que hayan elegido este caso para ponerse contra el derecho nacional e internacional quiere decir que su brújula moral está completamente equivocada.

Es complicado que nos adhiramos a su causa si como ejemplo de su batalla escogen a una persona que incumple la ley, oculta y falsea la voluntad de su hijo menor, priva a ese niño de su derecho de ver a su padre, ir a su colegio, crecer en su ambiente, y lo expone a un nivel de presión psicológica y mediática absolutamente inaceptable.

Si el Ministerio de Juventud e Infancia, del que seguramente no hayan oído hablar demasiado, estaba para esto, lo mejor que podemos hacer a partir de mañana mismo es cerrarlo con llave y borrarlo del BOE para que nadie pueda perseguir el rastro de la infamia y la injusticia perpetrados delante de nuestros ojos.

Que algunos digan que el Tribunal Constitucional ha abandonado a Juana Rivas, o que la Justicia la deja de lado, dice muy poco de la educación jurídica que tiene nuestro país.

Me hace pensar que cuando hablamos de seguridad jurídica, derechos de la personalidad e independencia judicial, en realidad nos importa un comino y solo lo hacemos cuando nos conviene.

Y que el feminismo no haya defendido a Francesco Arcuri, el padre de la criatura ahora agredida por su madre, su entorno, y la ministra, es la evidencia de que la causa feminista lleva tiempo en muy malas manos.

No olvidemos que ahora mismo hay un niño secuestrado por su madre, una ministra que llama a la desobediencia, y un padre que no puede estar con su hijo. Si están pensando en cualquier otra cosa, denle al botón de "Ajustes" y reseteen sus principios, porque no valen para nada.