Lourdes Lancho es una periodista de la cadena SER encargada de asumir las suplencias de los fines de semana de verano que en invierno dirige Javier del Pino. No es peor el que suple ni mejor el que dirige, pero hoy quiero aprovechar la ocasión del Pisuerga para aplaudir a Lancho por el sentido del humor que gasta al frente de la tertulia dominical compuesta por mujeres.

Líbreme Dios de sostener que las chicas tienen más don de gentes que los chicos o, cuando menos, el alma más cachonda. Pero, ya puesta, celebraré, como Lourdes Lancho, que ninguna somos Irene Montero y que todavía nos gustan los hombres.

En la tertulia veraniega de la SER participan Paula Arcila, colombiana, que suele intervenir desde Miami o desde Madrid, cuando no desde Medellín. El pasado domingo, Paula tuvo la ocurrencia de comentar que no volverá a entrar en las ondas desde Madrid, pues con el subidón de la luz le sale más a cuenta comprar un pasaje a Medellín y hacer el programa desde allí.

Paula Arcila compite en inspiración y creatividad con Ana María Simón, venezolana de pura cepa, que ese mismo día estaba recién llegada de Alicante, donde había tomado los baños, que decían nuestras abuelas. 

Ana María Simón, que estaba como un conguito, practicó todos los días el deporte de los 200 pasos: 100 pasos para bajar a la playa, 100 para subir, y luego, por la tarde, otra vez 100 pasos para bajar, y 100 más para subir.

Por si la frivolidad no fuera suficiente, las chicas conversaron después sobre la moda del pelo blanco, que viene a ser la moda de Ángela Molina, pero más bestia. Creo que fue a Paula a quien se le ocurrió emparentar las canas con la reina actual, lo que llenó de gozo a las sudamericanas de la radio. 

En ese punto, todas coincidieron en señalar que a Letizia de España le sobra hieratismo y le falta personalidad. De ahí que a las dos (mejor dicho, a las tres) se les ocurriera ofrecerse como influencers, una profesión que tiene mucho futuro en el mundo de las reinas y las princesas. Que se lo pregunten si no a Meghan Markle. Ella sí que sabe.