Decía Hipócrates que “el número 7 es el dispensador de la vida y la fuente de todos los cambios”. Desde que lo elegí como dorsal en mi primera camiseta de minibásket, siempre he creído que el número 7 tiene propiedades benéficas. Por algo vibramos con las siete maravillas del mundo, los siete colores del arcoíris, y las siete fases de la luna y procuramos evitar, en la medida de lo posible, los siete pecados capitales.

Precisamente cuando EL ESPAÑOL ha llegado a su séptimo año de vida, es cuando ha conseguido convertirse por primera vez en el diario más leído de España, por delante de todas las cabeceras históricas. Fuimos líderes absolutos en los meses de julio y agosto en el ranking de Comscore -el único que sirve de referencia general, a la espera de que el nuevo medidor GFK complete su despliegue- y, lo que es más importante, llevamos diecinueve meses consecutivos en el podio de los tres primeros, algo que ningún medio nativo digital había logrado antes ni en una sola ocasión.

Los Leones de EL ESPAÑOL 2022.

Los Leones de EL ESPAÑOL 2022. Javier Muñoz

Teníamos pues grandes logros que celebrar en la fiesta de nuestro séptimo aniversario que sirvió de marco, el jueves, a la entrega de los premios a los Leones de este año. Y debo decir que pocas veces hemos acertado tanto al identificar a las figuras que encarnan los valores que defiende EL ESPAÑOL.

Fue una noche memorable, muy bien conducida por dos de nuestros mejores periodistas -Maria Vega y Daniel Ramírez- en el perfecto entorno del patio de la Casa de Correos. Isabel Díaz Ayuso ejercía de anfitriona y los ministros de Exteriores y Defensa entregaron el premio de la solidaridad a las mujeres de Mariupol y a Bernard-Henri Levy por su extraordinaria labor como activista en la guerra de Ucrania.

Antes de referirme a los méritos de los premiados expliqué que nuestro impactante éxito en tan poco tiempo está siendo el fruto de la labor de un gran equipo, al que di las gracias en mi nombre, en el de nuestra vicepresidenta Cruz Sánchez de Lara y en el de todos los miembros del Consejo.

[Gobierno y oposición juntos en los Premios de EL ESPAÑOL a las mujeres de Azovstal, BHL, Entrecanales y Ancelotti]

Mencioné a siete personas que representan al conjunto, nuestra directora general Mamen Vázquez y seis cargos clave de la redacción como María Peral, Mario Díaz, Vicente Ferrer, Fernando Garea, Arturo Criado y Alberto Prieto. Y ahora sin las restricciones del tiempo quiero añadir a otras seis con importantes responsabilidades en el resto de las áreas: Daniel Muñoz, Verónica Milo, David Murciano, Sergio Sanz del Monte, Eva Peinado y Prisca Dumas.

Estoy muy orgulloso de este equipo, sustentado en sólidos redactores jefe y brillantes reporteros, analistas, videoperiodistas e ilustradores. También de la relación con nuestros medios asociados, representados en la cena por sus máximos responsables. Entre todos hemos convertido a nuestro León en Rey de la Selva periodística.

***

Tanto quienes estuvieron conmigo en anteriores peripecias, como los que han ido sumándose a esta “tercera salida de don Quijote”, saben muy bien que los siete pilares sobre los que ruge EL ESPAÑOL son la libertad, la justicia, la igualdad, la sostenibilidad, la independencia, la combatividad y, al final, claro, la credibilidad.

Nuestros premiados de este año encarnan y sintetizan como pocos esos valores. Es el caso de las valientes mujeres de Mariupol como la paramédica Kateryna Polyschuk, más conocida como “Ptashka”, o sea “pajarito”, que resistió el asedio de Azovstal, aferrándose a sus canciones y sufrió luego el cautiverio ruso con la misma entereza.

“Ptashka”, a la vez una jovencita tímida y una soldado resuelta al combate, nos puso a todos de pie cuando entonó una de esas baladas patrióticas con la misma emoción que trasnmitía en los sótanos de la vieja acería, implacablemente bombardeada.

A su lado estuvo en todo momento la vitalista y extrovertida Olga Andrianova, esposa de uno de los combatientes de Azvostal y creadora de la asociación que lucha por la liberación de todos los prisioneros. Cuando la víspera de la entrega del premio nos visitaron en la redacción, a Olga se le saltaron las lágrimas cuando reconoció en un vídeo a una querida amiga muerta en Mariupol y cuando explicó que su marido está en la lista de presuntos fallecidos durante el ataque a la cárcel de Olenivka, pero ella no pierde la esperanza de encontrarlo con vida.

"Punto y aparte mereció Bernard Henri-Levy, mi bravo hermano liberal y compañero de 40 años de aventuras periodísticas, por su coraje como testigo directo"

El trío de mujeres ucranianas lo completó Natalya Yemchenko, alta ejecutiva del grupo SCM, propietario de la planta de Azovstal, comprometido con la reconstrucción de Mariupol. Partiendo del hecho poco constatado de que Mariupol significa “ciudad de María”, Natalya puso el énfasis en la lucha de las mujeres ucranianas como parte de una visión integral del feminismo.

Nada podía encajar mejor en el discurso general de Margarita Robles, empeñada en potenciar la interrelación entre mujeres, paz y seguridad, pero también en su particular compromiso con la causa ucraniana, desde que comenzó la invasión.

Cuando le conté que sus carceleros rusos le decían constantemente a “Ptashka” que el mundo se había olvidado de ella y los demás prisioneros, la ministra de Defensa tomó nota con indignación. Luego desde el estrado vibró con esa fuerza especial que en los momentos decisivos excede los límites de su cuerpo: “Kataryna, Natalia, Olga, you’re not alone. We believe in you. Spain will always be supporting Ukraine. Todos somos Ucrania en la lucha por la paz y la libertad”

Punto y aparte mereció Bernard Henri-Levy, mi bravo hermano liberal, compañero de 40 años de aventuras periodísticas, quien, desde su dimensión intelectual, su coraje como testigo directo y su emocionante capacidad narrativa, acaba de poner en pie a la Asamblea de la ONU con su película ¿Por qué Ucrania?.

¿Por qué BHL?. Eso es lo que vino a plantear Cruz cuando le presentó como “héroe” y “activista de impecable camisa blanca” al que, al verle correr graves peligros en primera línea, sus amigos y seres queridos no pueden dejar de preguntarle “¿qué necesidad tienes?”.

El mismo le contestó al recoger el premio: “La guerra de Ucrania es la guerra de España de nuestra generación… Europa tiene dos caras: la de Putin, sus empleados y aliados y la de Zelenski, Natalia, Olga y “Ptashka”… Vosotras representáis los valores de la ilustración y de la vieja orden de caballería europea y compartir este premio con vosotras es para mi el mayor de los honores”

José Manuel Albares, recién llegado de entregar 30 ambulancias al gobierno ucraniano en Kiev aportó con su flema y solvencia habituales la impresión diplomática inmediata: “He visto en el rostro del presidente Zelenski la misma determinación que en el de estas mujeres de Mariupol. Ucrania será libre y soberana. El combate de Bernard es el de todos los europeos. La barbarie no triunfará”.

***

Si esta guerra ha puesto de relieve el valor crítico de la energía, tenía todo el sentido premiar también la visión empresarial y el empeño en llevarla a cabo de José Manuel Entrecanales, el hombre que desde hace décadas ha venido impulsando la sostenibilidad a través de las energías renovables. El presidente de Acciona levanta ahora la bandera de la empresa como factor regenerador, de forma que toda actividad industrial tenga siempre un impacto neto positivo para la comunidad.

En su intervención, Entrecanales aportó unos recientes datos muy alentadores del Rocky Mountain Institute: en los últimos quince años Europa ha conseguido reducir un 22% su dependencia de los combustibles fósiles, lo que pone al alcance de la mano disminuir las emisiones a la atmósfera en más de un 50% al final de esta década. “Y lo que es más importante, esa curva está siendo replicada por el 80% de los países del mundo. Por primera vez en mucho tiempo creo que podremos resolver el problema del calentamiento global en una generación, en un tiempo que nos permita verlo”.

"Presenté a Anceloti como un “Rey de la Selva del futbol europeo que ha encontrado la perfecta horma para sus elegantes zapatos en el Real Madrid señorial y visionario de Florentino Pérez”"

Con esta inesperada inyección de optimismo fue más fácil celebrar también la inteligencia tranquila, la firmeza para no rendirse nunca hasta el final del final del final, de Carlo Ancelotti. Yo lo presenté como un “Rey de la Selva del futbol europeo que ha encontrado la perfecta horma para sus elegantes zapatos en el Real Madrid señorial y visionario de Florentino Pérez”. El “gracias, presi, por traerme otra vez”, resonó en todos los oídos como un homenaje especial al líder de nuestra Casa Blanca, presente un año más en la ceremonia.

Después de que el alcalde pagara la penitencia de sus “pecados” rojiblancos, ofreciendo nuestro León al entrenador del eterno rival, Ancelotti nos cautivó a todos evocando el “no lo merezco pero lo trinco” con que uno de sus colegas recogió otro premio y subrayando que detrás de “este año inolvidable” están los valores perpetuos del club.

***

Antes de concluir subrayé que era un orgullo contar con la presencia de dirigentes tan destacados de los tres principales partidos que defienden sin reservas la Constitución del 78, como los ministros Albares y Robles, los números dos y tres del PP Cuca Gamarra y Elías Bendodo o la líder de Ciudadanos Inés Arrimadas y su portavoz Edmundo Bal.

Pero les recordé que mi vida periodística ha estado marcada por los grandes pactos que han hecho prosperar a España: los pactos de la Moncloa, el pacto constitucional, el pacto antiterrorista, los pactos para el desarrollo autonómico o el frustrado Pacto del Abrazo.

"Al día siguiente ya sabían en el Elíseo que en la Comunidad de Madrid gobierna “una mujer con la fuerza de Giorgia Meloni, pero mucho más centrada”"

“Cada vez que se cierra uno de esos pactos, sea cual sea su alcance, EL ESPAÑOL ruge satisfecho”, les expliqué. “Tanto es así que el lema de nuestro periódico –Hagámoslo juntos- no es sino una copia de lo que durante casi medio siglo nos habéis dicho los políticos”.

“Soy consciente de que ya se oye ulular el viento de la larga campaña electoral y de que estos no son los mejores tiempos para la lírica, pero dejadme devolveros la pelota desde el periodismo. Que cada uno cumpla con su papel, pero, por el bien de España, por el bien común, hagámoslo juntos, hacedlo juntos”.

[El apretón de manos de Ayuso y Albares, la X del PSOE y la emoción de la ministra en El Español]

Ayuso puso el broche de la noche con un discurso cargado de serena intencionalidad, al dirigirse a las mujeres ucranianas: “No os habéis dejado someter a las presiones de quienes os pedían que guardarais silencio con la excusa de que podíais estropear las negociaciones… Demostráis que hombres y mujeres somos aliados y tenemos que luchar juntos frente a los verdaderos enemigos que no hacen distinciones”.

Y al glosar el argumentario de BHL contra el totalitarismo de Putin: “También nos alerta de nuestros propios populismos, en España muy vinculados a los nacionalismos y los extremismos… La democracia hay que cuidarla y defender nuestras instituciones para que no estén sometidas a un proceso de carcoma que las deje en la irrelevancia”.

Al concluir la noche la presidenta de Madrid tenía ya un nuevo observador sorprendido e interesado. BHL la cogió por las dos manos y, mirándola fijamente, le dijo que hacía tiempo que tenía “buen ojo” para la política: “Tú serás la primera mujer que llegue a presidenta en España”. También le preguntó si conocía a Macron. Ella le dijo que todavía no. Al día siguiente ya sabían en el Elíseo que en la Comunidad de Madrid gobierna “una mujer con la fuerza de Giorgia Meloni, pero mucho más centrada”. Una 'reliquia' más en la estupa de los recuerdos.