Los reclutas rusos llamados a filas parten hacia sus guarniciones en Bataysk.
Putin convierte las clases de secundaria en centros de formación militar para los adolescentes de Rusia
El presupuesto estatal destinado a programas de adoctrinamiento y adiestramiento castrense para menores se ha multiplicado por más de diez desde 2021.
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Un programa emitido por la televisión pública rusa hace unas semanas muesta a un grupo de niños de primaria, de entre seis y ocho años, en posición de firme ante un militar que había servido en el frente ucraniano. “Revisad vuestro uniforme”, les ordenó, como cuenta una crónica del Wall Street Journal. “Las hebillas deben mirar al frente”. El episodio ocurrió en la región de Kursk, limítrofe con Ucrania, y resume la reorientación educativa impulsada por el Kremlin.
Desde la anexión de Crimea en 2014 y, sobre todo, tras la invasión de 2022, las escuelas rusas han incorporado instrucción castrense en prácticamente todos los niveles. El giro se ha acelerado a medida que la guerra se encamina hacia los cuatro años y que la Administración rusa prepara a los alumnos para futuros escenarios bélicos.
En secundaria, el manejo de armas, antes opcional, es ya una asignatura obligatoria. Los adolescentes aprenden disciplina militar y técnicas para montar un fusil Kaláshnikov o pilotar drones. A ello se sumarán nuevos manuales de Historia que presentarán a Occidente como enemigo estratégico y a Ucrania como un Estado subordinado.
La movilización de soldados en activo se ha convertido en un pilar del plan. El propio presidente Vladímir Putin afirmó en diciembre de 2023 que “las guerras las ganan los maestros”, e instó a los combatientes a entrar en las aulas. Sus solicitudes para ejercer como docentes se tramitan por la vía rápida.
Algunos expertos advierten que esta estrategia busca moldear una generación leal y dispuesta a empuñar las armas sin cuestionar la autoridad del Estado. La politóloga Ekaterina Schulmann explicó al Wall Street Journal que, en la lógica del Kremlin, si se adoctrina correctamente a los menores “serán soldados más baratos y eficaces”. El investigador Ian Garner sostiene que la intención oficial es preparar a los niños “ideológica y psicológicamente” para la guerra.
El giro no se limita al territorio ruso. Una investigación del Kyiv Independent detalla que altos mandos dirigen programas de entrenamiento para menores ucranianos procedentes de áreas ocupadas.
Estas actividades, organizadas por el Centro Guerrero —creado en 2022 por orden directa de Vladímir Putin—, se desarrollan en campamentos de la región de Volgogrado.
Los jóvenes realizan ejercicios de combate, aprenden a manejar drones, granadas y armamento ligero y reciben instrucción de veteranos de Chechenia, Siria o Donbás, como Andranik Gasparyan, actual comandante del centro, o Igor Vorobyov, responsable de su sede local.
La presión sobre los menores se complementa con mensajes que ensalzan el sacrificio y la disciplina. Presentadores televisivos próximos al poder, como Vladímir Soloviov, repiten que la vida está orientada al combate. En numerosos colegios se han habilitado “pupitres de héroe” dedicados a antiguos alumnos caídos en Ucrania.
El clima represivo alcanza a quienes disienten. Profesores que rechazan impartir contenidos militarizados han afrontado procesos penales. Una docente de Moscú, Natalia Taranushenko, fue condenada a siete años de prisión tras contar a sus alumnos los abusos cometidos por tropas rusas. Su suerte fue que abandonó el país antes de ser detenida.
Nada escapa al Estado policial. La cantante Diana Loginova, de 18 años, fue arrestada en San Petersburgo por interpretar versiones de autores críticos con el Kremlin y ha encadenado varias penas de cárcel desde entonces.
En 2024, el Kremlin destinó más de 50.000 millones de rublos (más de 500 miillones de euros) a programas patrióticos y otros cuatro mil millones (unos 43 millones) a dotar a 23.000 escuelas con réplicas de armamento y kits de drones. En las zonas ocupadas de Ucrania, los manuales en lengua ucraniana han sido retirados y la Historia nacional ha desaparecido de los horarios.