Europa

Italia, paralizada por una huelga nacional en apoyo a la Flotilla: cargas en Milán y Bolonia y protestas en 100 ciudades

Altercados y bloqueos en el tráfico aéreo y ferroviario en varias marchas. Meloni sugiere que el paro es la excusa para un fin de semana más largo.

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Enfrentamientos y momentos de tensión con la Policía en varias manifestaciones celebradas este viernes en ciudades de Italia, especialmente en Milán y Bolonia, como parte de una huelga general en todo el país convocada por los sindicatos en apoyo a la Flotilla Global Sumud interceptada por Israel el miércoles.

Portando banderas de Palestina y carteles cargados de simbolismo, una multitud, entre ellos numerosos estudiantes, inundó las plazas de las principales ciudades italianas para apoyar a la Flotilla y exigir al Gobierno de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, que rompa relaciones con Israel.

Los participantes en las manifestaciones en todo el país han sido más de dos millones de personas, según los datos del sindicato convocante, la CGIL. Sin embargo, Meloni cargó contra la convocatoria de la huelga y sugirió que era sólo una excusa para tener un fin de semana más largo.

Las plazas de las principales ciudades italianas se llenaron en una jornada de huelga nacional que transcurrió con algunos altercados y bloqueos en el tráfico aéreo y ferroviario.

En Bolonia, unos 200 manifestantes se negaron a desalojar una de las autopistas más transitadas que dan acceso a la ciudad.

Los participantes en la protesta habían lanzado piedras y botellas contra los agentes. La Policía respondió inicialmente con el lanzamiento de botes lacrimógenos y después, ante la negativa de los participantes a retirarse, comenzaron a efectuar cargas.

Tras la intervención policial, los manifestantes corearon "¡Vergüenza, vergüenza!" y "Palestina libre", encarándose con los agentes, para después seguir bloqueando la carretera.

Una escena similar se vivió en Milán, donde los manifestantes en un momento de la marcha, iniciada cerca de la estación de tren, en la zona de Porta Venezia, arrojaron piedras y botellas contra las fuerzas del orden desplegadas.

La Policía respondió también con gases lacrimógenos, lo que obligó a los manifestantes a retirarse.

Las autopistas y carreteras de circunvalación también fueron bloqueadas por manifestantes en Roma y Trento y la Policía disparó gases lacrimógenos en las afueras de Milán para dispersar a los manifestantes que lanzaban piedras.

La manifestación en la capital congregó a más de 80.000 personas, según los datos remitidos por la Jefatura de Policía, mientras que para el sindicato los asistentes fueron en torno a 300.000.

En Pisa, manifestantes bloquearon el aeropuerto 'Galileo Galilei' de la ciudad tras forzar una barrera policial, e invadieron la pista y las plataformas donde se estacionan los aviones. Las operaciones del aeropuerto permanecen suspendidas por el momento mientras las autoridades trabajan para restaurar la seguridad.

Horas antes, en Florencia, los manifestantes escalaron vallas, ocuparon vías y colocaron en ellas materiales de construcción.

En Vicenza se interrumpió el peaje de la autopista A4 que conecta Venecia con Milán, donde además se pintaron consignas en el suelo.

En Nápoles, grupos de manifestantes cortaron el tráfico y bloquearon el puerto, mientras que en Pisa (centro) marcharon por las principales arterias de la ciudad.

Mientras que en Catania, un centenar de personas irrumpió en la estación y bloqueó la circulación ferroviaria al bajar a las vías, mientras otro centenar se mantenía en el exterior del edificio, según la RAI.

Otro de los incidentes ocurrió en el puerto de Livorno, cuyo acceso está bloqueado debido a que activistas y estibadores han bloqueado el tráfico comercial que entra y sale, pero también el acceso a de los pasajeros de ferries.

Estas protestas se suman a una serie de piquetes en universidades que el jueves derivaron en ocupaciones en centros universitarios de Roma, Milán, Padua o Bolonia