Orbán fracasa en el sabotaje del plan para apoyar la resistencia de Ucrania y repite la tesis de Putin: La UE quiere guerra

Orbán fracasa en el sabotaje del plan para apoyar la resistencia de Ucrania y repite la tesis de Putin: "La UE quiere guerra"

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Orbán fracasa en el sabotaje del plan para apoyar la resistencia de Ucrania y repite la tesis de Putin: "La UE quiere guerra"

La propuesta para usar los beneficios de los activos rusos congelados como garantía de un préstamo de 140.000 millones de euros a Kyiv gana apoyos.

Más información: La Unión Europea prepara un crédito de 140.000 millones a Ucrania que saldrá de los fondos congelados a Rusia

R. Pons
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El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, volvió a ser ayer la nota disonante en una cumbre europea marcada por el respaldo mayoritario a Ucrania.

Reunidos en Copenhague, los líderes de la Unión Europea y de otros veinte países europeos intentaron mostrar unidad frente a Moscú y avanzar en un plan para financiar la resistencia de Kyiv con los beneficios de los activos rusos bloqueados en Europa.

Orbán, aliado más cercano de Vladímir Putin dentro del club comunitario, denunció que Bruselas pretende llevar al continente a la guerra y se jactó de haber impedido que prosperara una iniciativa para desbloquear la apertura de las negociaciones de adhesión de Ucrania.

"Ellos quieren entregar fondos europeos, acelerar la integración de Kyiv con trucos legales y financiar el envío de armas. Está claro que los burócratas de Bruselas buscan la guerra", dijo en un mensaje en redes sociales.

La presidenta danesa, Mette Frederiksen, que ejercía de anfitriona, replicó con firmeza. Acompañada por el presidente ucranio, Volodímir Zelenski, subrayó que "cada euro o dólar enviado a Ucrania es una inversión directa en la seguridad de Europa".

El encuentro se celebró en un centro de conferencias decorado con girasoles, símbolo nacional ucraniano, y los dirigentes recibieron flores construidas con piezas de Lego.

El plan de la Comisión Europea para un préstamo de hasta 140.000 millones de euros se apoyaría en el uso de los activos rusos congelados desde el inicio de la invasión. La idea es adelantar posibles reparaciones futuras de Moscú a Ucrania y emplear esos fondos tanto en armamento como en el mantenimiento del Estado.

El primer ministro belga, Bart De Wever, pidió a sus homólogos que asuman de manera conjunta los riesgos legales y financieros de la operación.

"No hay dinero gratis, siempre hay consecuencias. Si usamos el dinero de Putin, todos debemos ser responsables si algo sale mal", advirtió.

Bélgica alberga la mayor parte de los activos rusos retenidos en Europa, alrededor de 185.000 millones de euros, depositados en la cámara de compensación Euroclear.

Las dudas legales siguen presentes, ya que el derecho internacional prohíbe confiscar bienes soberanos. Por ello, el plan no contempla apropiarse directamente de los fondos, sino de los beneficios que generan.

La Comisión Europea insiste en que se trata de una fórmula viable y en que la carga debe repartirse entre todos los Estados miembros y, posiblemente, los socios del G7.