Yevgeny Prigozhin, fundador del Grupo Wagner.

Yevgeny Prigozhin, fundador del Grupo Wagner. Reuters

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El fundador del grupo Wagner sabía que estaba "condenado" tras dar un golpe contra Putin, según el testimonio de su madre

Prigozhin perdió la vida en agosto de 2023, cuando su avión privado se estrelló apenas dos meses después de la marcha de sus hombres hacia Moscú, poniendo en jaque al Kremlin.

Las agencias de inteligencia occidentales sostienen que el accidente no fue tal, sino un atentado ordenado por el propio Vladimir Putin.

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La madre de Yevgueni Prigozhin, fundador del grupo de mercenarios Wagner, ha asegurado que su hijo era plenamente consciente de que su vida pendía de un hilo tras la rebelión que encabezó contra la cúpula militar rusa en 2023.

En una entrevista concedida al medio ruso Fontanka, Violetta Prigozhina, de 85 años, relató que en su último encuentro con él lo vio “condenado” y que el propio líder paramilitar admitió que esperaba morir, según cuenta The Guardian.

Prigozhin perdió la vida en agosto de 2023, cuando su avión privado se estrelló apenas dos meses después de la marcha de sus hombres hacia Moscú, que puso en jaque al Kremlin y obligó a Vladímir Putin a recurrir al presidente bielorruso, Aleksandr Lukashenko, como mediador.

Aunque la rebelión se detuvo a unos 200 kilómetros de la capital rusa, el desafío fue percibido como la mayor amenaza al poder de Putin en más de dos décadas.

Las agencias de inteligencia occidentales sostienen que el accidente no fue tal, sino un atentado ordenado por el propio presidente ruso para castigar la deslealtad del que fue conocido como “el chef de Putin”, en alusión a su vasto imperio de catering.

Por supuesto que lo sabía”, respondió su madre cuando le preguntaron si él preveía su final.

Advertencias ignoradas

En la entrevista, Violetta asegura que intentó disuadir a su hijo de la marcha sobre Moscú, advirtiéndole de que sobrestimaba su popularidad real.

Zhenya, solo en internet te apoyan. Nadie saldrá a la calle contigo”, le dijo. Pero Prigozhin estaba convencido de lo contrario.

Durante la breve toma de Rostov del Don, los lugareños lo recibieron con muestras de simpatía, y las encuestas reflejaron que su discurso desafiante contra la élite militar calaba en parte de la sociedad rusa.

Sin embargo, sin apoyos políticos de peso y con la amenaza de un enfrentamiento abierto con las Fuerzas Armadas, Prigozhin terminó ordenando la retirada.

Según contó a su madre, se negó a “disparar contra jóvenes soldados rusos” y prefirió evitar un baño de sangre.

El ocaso de Wagner

Tras su muerte, las autoridades rusas movieron ficha con rapidez para desmantelar su entramado empresarial, que incluía desde minas en África hasta granjas de troles en internet.

Su hijo, Pavel, de 27 años, ha quedado relegado en la pugna por el legado del grupo. Mientras tanto, los combatientes de Wagner han sido absorbidos por el Estado ruso bajo la marca Africa Corps, perpetuando su influencia en el continente africano a pesar de las acusaciones de atrocidades masivas.

La propia Violetta, que dirige en San Petersburgo una galería de arte con obras de corte patriótico y proguerra, sufrió las consecuencias del apellido familiar.

Fue sancionada por la Unión Europea junto a su nieto, aunque en 2024 logró que el Tribunal de Justicia de la UE anulara su inclusión en la lista negra.

Aun así, denuncia que recientemente le fue negado un visado para recibir atención médica en Alemania.

“Ahora me dedico a preparar exposiciones”, afirma. Una de las piezas más destacadas muestra un retrato de su hijo en Ucrania, convertido ya en símbolo ambiguo de un personaje que encarnó tanto la brutalidad del poder ruso como su desafío más temido.