El presidente Trump recibió por todo lo alto a Vladímir Putin en Estados Unidos.

El presidente Trump recibió por todo lo alto a Vladímir Putin en Estados Unidos. Kevin Lamarque Reuters

Europa

Las exigencias de máximos de Putin y la debilidad de Trump reviven el fantasma de Múnich: de los Sudetes al Donbás

El Kremlin reclama a Kyiv que abandone Donetsk y Lugansk a cambio de congelar la línea del frente, según fuentes conocedoras de la reunión en Alaska.

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Jorge Raya Pons
Publicada

El reencuentro de Vladímir Putin y Donald Trump terminó sin alto el fuego, sin una palabra más alta que otra y sin conceder detalles a las decenas de periodistas desplazados hasta la ciudad más poblada de Alaska. Los principales diarios internacionales necesitaron unas horas más para revelar por goteo los pormenores de la cita.

El Financial Times, por ejemplo, publica que el mandatario ruso exigió al estadounidense que Ucrania retire sus tropas del Donbás a cambio de no avanzar más en las regiones de Jersón y Zaporiyia, donde sus fuerzas mantienen amplias zonas ocupadas. Una concesión como esa significaría que Rusia obtendría, de un plumazo y sin ofrecer más garantías de seguridad que su palabra, una región que trata de arrebatar sin éxito a Ucrania desde 2014.

Ningún ucraniano aceptaría esta condición. No sólo traicionaría la lucha de cientos de miles de compatriotas. Allanaría el camino a los rusos hacia otras regiones.

Pero Trump, cuenta The New York Times, quiere resultados pronto. Renuncia al alto el fuego que buscaba y da por sentado que el país invadido tendrá que ceder territorios si aspira a recuperar algún tipo de paz. Los europeos no lo ven claro. Pero Trump promete implicarse en la seguridad de lo que quede de Ucrania.

Friedrich Merz, Emmanuel Macron, Keir Starmer, Donald Tusk, Giorgia Meloni, Alexander Stubb, Ursula von der Leyen y António Costa emitieron ayer un comunicado conjunto para ratificar que "sólo Ucrania decidirá sobre su territorio" y que "las fronteras internacionales no pueden modificarse por la fuerza".

Los líderes europeos intentarán, además, organizar una cumbre a tres bandas con Putin, Trump y Zelenski. Una cumbre en la que se hable de Ucrania contando con Ucrania.

La principal frustración en Bruselas es que Trump no quiere ponerse duro con los rusos. Todas sus promesas de sanciones contra el Kremlin y sus aliados caen en saco roto. En Moscú, como resultado, tratan de sacarle a la debilidad de la Casa Blanca todo su jugo.

Putin se sintió con la confianza necesaria para pedirle a Trump que atienda "las raíces del problema", lo que abarca desde la existencia de Ucrania como nación independiente y soberana hasta la presencia de tropas estadounidenses en suelo europeo. El propósito del Kremlin es, hablando en plata, redefinir la arquitectura de seguridad del continente a su medida. Y lo comparte sin timidez con el presidente de Estados Unidos, al que halaga como "querido vecino".

Tuit de la analista Jessica Berlin, abierta a las comparaciones.

Tuit de la analista Jessica Berlin, abierta a las comparaciones.

¿Una traición histórica?

Algunos analistas comparan la reunión de Alaska con el Acuerdo de Múnich, firmado en septiembre de 1938. Entonces franceses y británicos accedieron a que los nazis anexionaran los Sudetes checoslovacos a Alemania a cambio de la paz. Lo único que lograron fue que Adolf Hitler pospusiera unos meses la invasión de Polonia y el comienzo de la Segunda Guerra Mundial.

Todavía es pronto para afirmar que Trump sigue las huellas de Chamberlain. El historiador Sergéi Radchenko explica que, efectivamente, "Putin sale ganando porque ha obtenido algo sin ceder nada". Pero matiza: "No hemos visto un nuevo Múnich ni un pacto de porcentajes".

Esta lectura aparece también en un editorial de The Wall Street Journal: “En Europa hay cierto alivio de que Trump no anunciara un acuerdo cerrado con Putin que se presentara como un hecho consumado", afirma. Pero manda un recado: "El deseo de Trump de ser un mediador es loable, pero frente a él tiene a un hombre duro como Putin, que mantiene la vista puesta en conquistar Ucrania tarde o temprano. Sólo cederá si percibe un Occidente unido y dispuesto a imponerle consecuencias severas si continúa su marcha fúnebre en Ucrania”.

Este domingo, por el momento, los grandes líderes europeos se reunirán para arropar a Zelenski. Buscarán garantías de seguridad para Ucrania y fórmulas para evitar que Trump arrastre a Europa al agujero negro de Putin. El día siguiente, en la Casa Blanca, se despejarán muchas de las inquietudes resucitadas en Alaska.