La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, durante una comparecencia en la Eurocámara

La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, durante una comparecencia en la Eurocámara Parlamento Europeo

Europa

La UE recortará a la mitad su presupuesto plurianual pese a la urgencia por aumentar el gasto en Defensa

La Comisión Von der Leyen no contempla una nueva edición de los fondos Next Generation ni aumentar el volumen total del marco financiero ordinario mucho más allá del actual umbral del 1% del PIB comunitario.

Un gran número de países, entre ellos España, han pedido mantener las ayudas agrícolas y regionales, lo que deja poco margen para financiar las nuevas prioridades.

Más información: Alemania y España chocan por el presupuesto de la UE tras 2027: Merz rechaza aumentar su dotación como pide Sánchez

Publicada

En la anterior negociación del presupuesto plurianual comunitario para el periodo 2021-2027, que tuvo lugar en julio de 2020, la Unión Europea se encontraba sumida en una crisis sin precedentes por el impacto de la pandemia de Covid-19 y los confinamientos.

Cuando las mascarillas todavía eran obligatorias, los jefes de Estado y de Gobierno de los 27 se encerraron durante cinco días de tensión máxima, que enfrentó a los 'frugales' con el resto. Pero al final aprobaron un marco financiero para la UE con una potencia de fuego nunca antes vista.

Un bazuca con una dotación total de 2 billones de euros: 1,2 billones del presupuesto plurianual 2021-2027 (alrededor del 1% del PIB comunitario) y 800.000 millones del fondo de recuperación Next Generation (0,8% del PIB), un instrumento inédito basado en la emisión de deuda conjunta europea.

El marco financiero plurianual de la UE para el periodo 2021-2027. Un total de 2 billones de euros: 1.2 billones de presupuesto ordinario más 800.000 millones de Next Gen

El marco financiero plurianual de la UE para el periodo 2021-2027. Un total de 2 billones de euros: 1.2 billones de presupuesto ordinario más 800.000 millones de Next Gen

El próximo miércoles 16 de julio, la Comisión de Ursula von der Leyen presenta su propuesta para el siguiente presupuesto plurianual para el periodo 2028-2034, el pistoletazo de salida para una complicada negociación. Las discusiones sobre dinero son las que más dividen a los países miembros.

La UE se encuentra de nuevo en una crisis sin precedentes por la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania y las amenazas de Donald Trump de retirar el paraguas de seguridad estadounidense que protege al continente.

Pero esta vez, la reacción de Bruselas (al menos de momento) es muy distinta. Cediendo a la presión de Alemania y Países Bajos, Von der Leyen ha descartado una nueva edición de los fondos Next Generation y tampoco contempla aumentar el volumen total del marco financiero ordinario mucho más allá del umbral del 1% del PIB comunitario.

"No quiero dar la impresión de que el presupuesto será mucho más alto que el actual, y de hecho pido a todos los proeuropeos que tampoco generen esa expectativa, porque eso sólo traería mucha decepción", ha adelantado el comisario de Presupuestos, el polaco Piotr Serafin.

"Lo importante es ser razonables y racionales al pensar en lo que es posible y lo que no lo es. Lo que sí está claro es que podemos gestionar mejor el dinero del que disponemos", alega Serafin.

Eso significa que, de entrada, la UE recortará prácticamente a la mitad su potencia de fuego financiera justo en el momento en el que el gasto militar se ha convertido en prioridad absoluta y urgente para todos los dirigentes comunitarios.

Italia y España serán los grandes perdedores, puesto que han sido los principales beneficiarios -a gran distancia del resto- de los fondos Next Gen.

Además, un gran número de países -entre los que está también el nuestro- han pedido mantener intactas las ayudas de la política agrícola común (PAC) y los fondos estructurales para las regiones, que suman alrededor del 60% del presupuesto comunitario. Eso deja muy poco espacio para financiar la nueva prioridad absoluta en defensa.

"Sería ingenuo pensar que solo el presupuesto de la Unión pueda asumir una tarea tan enorme. En primer lugar, es responsabilidad de los Estados miembros. Pero la defensa es un ámbito en el que el presupuesto comunitario puede ayudar a los Estados a invertir mejor y a lograr más resultados con menos recursos", explicó el comisario de Presupuestos en la Eurocámara.

Bruselas recuerda además que la UE tendrá que empezar a devolver la deuda conjunta que se emitió para financiar los Next Gen. Esta deuda se estima en 25.000 millones de euros al año, mientras que el presupuesto de la UE asciende a cerca de 200.000 millones al año.

El Gobierno de Friedrich Merz envió recientemente a Bruselas un documento de posición en el que marca sus líneas rojas. Alemania rechaza, en primer lugar, cualquier incremento en el presupuesto plurianual de la UE y pide que el techo de gasto se mantenga en el actual nivel del 1 % del PIB comunitario.

Además, Merz descarta cualquier nueva emisión de deuda conjunta europea o prórroga de los fondos Next Generation. "El Gobierno Federal rechaza la perpetuación de este instrumento extraordinario y temporal; su prórroga está legalmente excluida", resalta el documento.

En contraste, el Gobierno de Pedro Sánchez defiende "un presupuesto de la UE que represente al menos el 2 % del PIB anual de la Unión" y que incluya también una nueva edición de los fondos Next Generation.

Aparte del aumento del gasto en defensa, la otra gran prioridad de Von der Leyen en el nuevo presupuesto era simplificar y flexibilizar las ayudas. Pero tampoco aquí parece que las ideas de la presidenta vayan a salir adelante, porque han enfurecido a la mayoría de países y regiones.

En concreto, la alemana pretendía sustituir los 530 programas nacionales y regionales de los que consta el actual presupuesto (en ámbitos como investigación, fondos estructurales o agricultura) por 27 planes nacionales (uno por Estado miembro) con capítulos temáticos. Von der Leyen quería además que los desembolsos se condicionen a la ejecución de reformas e inversiones, siguiendo el modelo de los Next Gen.

Debido a la presión de los Estados miembros, la presidenta ha empezado a recular y de momento ya señala que preservará la autonomía de la PAC. "Está en proceso de reformas y simplificación, y con toda razón. Pero debe ofrecer a los agricultores la previsibilidad y los recursos necesarios: la seguridad alimentaria es una dimensión fundamental de la independencia de Europa", alega Serafin.

España y otros 13 países (entre los que figuran también Italia o Polonia) le han escrito a Von der Leyen pidiéndole que tampoco toque los fondos de cohesión.

Nuestro país el tercer mayor beneficiario de fondos regionales en la UE (37.300 millones), sólo por detrás de Polonia e Italia. Y habrá recibido entre 2021-2027 un total de 45.000 millones de la PAC, sólo por detrás de Francia.

El otro gran debate que se lanza ahora es cómo se financiará el presupuesto comunitario, una vez excluida una nueva emisión de deuda conjunta europea. Ahora se paga en un 70% con contribuciones nacionales de los Estados miembros, a las que hay que sumar los importes procedentes de los derechos de aduana, así como una pequeña cuota del IVA.

"El mensaje que traslado a mis colegas de la Comisión Europea es que no podemos contar con un aumento de la generosidad de los Estados miembros en cuanto a sus aportaciones. Eso es lo que percibo en muchos Estados miembros", ha explicado el comisario de Presupuestos.

Bruselas tiene previsto proponer la creación de nuevos impuestos a escala de la UE. Hasta ahora, los Gobiernos han aceptado crear una tasa sobre los residuos de envases de plástico no reciclados, pero se resisten a aprobar nuevos recursos propios por miedo a ceder más competencias a Bruselas en este ámbito.