
Peter Sullivan en una imagen antigua. Policía de Merseyside
El peor error judicial de Reino Unido: absuelto tras casi cuatro décadas en prisión por un asesinato que nunca cometió
Nuevas pruebas de ADN demuestran que Peter Sullivan no acabó con la vida de Diane Sindall, una camarera violada y asesinada brutalmente en 1986.
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Víctima del error judicial más prolongado que haya involucrado a un preso en la historia de Reino Unido. Así han descrito sus abogados el caso de Peter Sullivan, que ahora con 68 años recuperará su libertad tras haber pasado más de la mitad de su vida, 38 años, en prisión por un asesinato que no cometió.
El Tribunal de Apelaciones del Reino Unido anuló este martes la condena a este hombre tras salir a la luz nuevas pruebas de ADN que demostraron su inocencia.
"Perdí mi libertad hace cuatro décadas por un delito que no cometí. Lo que me ocurrió estuvo muy mal, pero no quita que lo que sucedió fue una atroz y la terrible pérdida de una vida", dijo Sullivan en un comunicado leído por su abogado a las puertas del tribunal, en el que confesó que no estaba ni "enfadado" ni "resentido".
Peter escuchó emocionado desde la prisión de Wakefield, en el norte de Inglaterra, esta histórica decisión que le exime del asesinato de Diane Sindall, una camarera de 21 años que fue violada y asesinada en la localidad de Birkenhead, junto a Liverpool, en 1986.
Aquella noche, Diane volvía a su casa tras finalizar su turno nocturno en el bar Wellington, en Bebington (Inglaterra). Sin embargo, su vehículo se quedó sin gasolina. Diane dejó su coche y emprendió a pie el camino hacia una estación de servicio cercana con un bidón en la mano. Dos horas después su cuerpo apareció sin vida en un callejón: había sido agredida sexualmente, golpeada brutalmente y dejada parcialmente desnuda.

Diane Sindall, la joven de 21 años por cuyo asesinato fue condenado Peter Sullivan. Redes sociales
Un portavoz de la Policía de Merseyside, la encargada de reabrir la investigación en 2023, sostuvo que cuando ocurrió el suceso, la investigación del ADN estaba en sus inicios y que el equipo original no pudo contar con esa tecnología.
Durante la vista, la Fiscalía sostuvo que la nueva prueba de ADN era "suficiente para poner en duda la seguridad de la condena", que era de cadena perpetua con una pena mínima de 16 años, después de que Sullivan recurriera la pena por tercera vez y 17 años después de su primer intento, que tuvo lugar en 2008.
Fue la Comisión de Revisión de Casos Penales la que, en noviembre del pasado año, declaró que las pruebas de ADN registradas en el escenario del crimen no coincidían con las del condenado, que llegó a confesar el crimen, aunque después se retractó alegando presiones policiales.
Además, la Comisión alegó que, en el momento de la detención, a Sullivan se le negó el asesoramiento jurídico pertinente en los siete primeros interrogatorios, a pesar de haberlo solicitado y de que contaba con evidentes dificultades cognitivas y de comunicación.
"La verdad os hará libres", exclamó Sullivan, del que se desconoce aún cuándo abandonará la prisión en la que aún permanece, según explicó su abogado, tras el fallo del tribunal.