Residentes intentan abandonar Stepanakert en coche tras una operación militar de Azerbaiyán en Nagorno Karabaj, en 2023.
Armenia y Azerbaiyán llegan a un acuerdo de paz para cerrar casi cuatro décadas de conflicto
El avance, inesperado tras un proceso de negociación marcado por la desconfianza y la intermitencia, allana el camino hacia la normalización de las relaciones bilaterales.
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Las autoridades de Armenia y Azerbaiyán han anunciado este jueves que han alcanzado un acuerdo sobre el texto de un tratado de paz que pondría fin a casi cuatro décadas de enfrentamientos entre ambos países del Cáucaso Sur. El avance, inesperado tras un proceso de negociación marcado por la desconfianza y la intermitencia, allana el camino hacia la normalización de las relaciones bilaterales.
El Ministerio de Exteriores de Armenia ha confirmado en un comunicado que el acuerdo está listo para su firma. "El tratado de paz está preparado para ser firmado. La República de Armenia está lista para iniciar consultas con la República de Azerbaiyán sobre la fecha y el lugar de la firma", ha indicado el departamento dirigido por Ararat Mirzoyan.
Por su parte, la diplomacia azerbaiyana ha emitido una declaración en términos similares. "Tomamos nota con satisfacción de que las negociaciones sobre el texto del Proyecto de Acuerdo sobre la Paz y el Establecimiento de Relaciones Interestatales entre Azerbaiyán y Armenia han concluido", ha señalado Bakú.
Sin embargo, la firma del acuerdo podría retrasarse debido a una condición impuesta por Azerbaiyán: la modificación de la Constitución de Armenia. Bakú considera que el texto actual de la Carta Magna armenia contiene referencias implícitas a reclamaciones territoriales. Ereván niega estas acusaciones, pero el primer ministro, Nikol Pashinián, ha reiterado en los últimos meses la necesidad de reformar la Constitución a través de un referéndum, para el que todavía no hay fecha fijada.
Según la agencia rusa TASS, Pashinián ha asegurado que el acuerdo impedirá el despliegue de personal de terceros países a lo largo de la frontera entre Armenia y Azerbaiyán. Esta disposición podría afectar tanto a la misión civil de observación de la Unión Europea, criticada por Bakú, como a los guardias fronterizos rusos que patrullan partes de la frontera armenia.
El conflicto entre Armenia y Azerbaiyán se remonta a finales de la década de 1980, cuando la región de Nagorno Karabaj, situada dentro de Azerbaiyán pero con una población mayoritariamente armenia, se separó con el apoyo de Ereván. Desde entonces, ambas naciones han librado varias guerras, la más reciente en septiembre de 2023, cuando Azerbaiyán retomó el control de Karabaj mediante una ofensiva relámpago. Como consecuencia, casi toda la población armenia de la región, unas 100.000 personas, huyó hacia Armenia, donde ahora viven como refugiados.
Las relaciones entre Ereván y Bakú han permanecido tensas a pesar de la voluntad de ambas partes de alcanzar un tratado de paz. La frontera común, de más de 1.000 kilómetros, sigue cerrada y fuertemente militarizada. En enero, el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, acusó a Armenia de representar una "amenaza fascista" que debía ser neutralizada, declaraciones que Pashinián interpretó como un posible intento de justificar una nueva agresión.
El acuerdo ha sido recibido con optimismo en la comunidad internacional. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha celebrado el anuncio y ha instado a ambas partes a firmar el tratado cuanto antes. "Doy la bienvenida al anuncio de la conclusión de las negociaciones entre Armenia y Azerbaiyán. Ya no hay obstáculos para la firma de un tratado de paz que debería allanar el camino hacia una paz duradera en el Cáucaso Sur", ha escrito en su cuenta de la red social X.