Conor Ward, el hombre condenado a prisión por abandonar a sus cinco perros.

Conor Ward, el hombre condenado a prisión por abandonar a sus cinco perros. TWITTER

Europa

Prisión para un hombre en Irlanda del Norte por abandonar a cinco perros: se comieron a uno de ellos

Un juez de Ballymena ha dictado una condena de seis meses de cárcel por un hecho que ha denominado como "realmente desgarrador".

24 enero, 2024 20:56

El maltrato animal tiene cada vez más consecuencias. Esta vez, una juez ha condenado a un hombre de 32 años por abandonar a sus cinco perros en el condado de Antrim, uno de los departamentos de Irlanda del Norte. El acusado ha recibido este miércoles, 24 de enero, la sentencia de seis meses de prisión por un caso calificado como "realmente desgarrador": los animales no sólo se quedaron solos y sin manutención, sino que, debido a la situación, mataron a uno de ellos y se lo comieron parcialmente. 

La decisión —dictaminada por el Tribunal Departamental de Ballymena en boca del juez de distrito, Nigel Broderick ha saltado a las portadas de los diarios locales como un ejemplo de salvajismo y maltrato animal. Según el diario The Belfast Telegraph, el magistrado entiende que los canes se quedaron sin comida y, por tanto, comenzaron a pelear entre sí. Culpa de su dueño, de nombre Conor Ward.

Debido a este abandono, un Staffordshire Bull Terrier murió y los otros cuatro, "sin duda hambrientos", aprovecharon para utilizarlo como alimento. Este perro, relataron, murió probablemente como resultado de un "traumatismo significativo en el tracto respiratorio superior". "No puedo imaginar un caso más grave y desgarrador de crueldad animal", apuntó el juez, prohibiendo además a Ward tener, poseer o transportar cualquier animal durante 20 años.

Uno de los perros abandonados.

Uno de los perros abandonados. TWITTER

Ward residente en Carnlough, una localidad a unos 60 kilómetros al norte de Belfast, la capital se declaró culpable de cinco de los siete cargos en su contra. Los hechos fueron cometidos el 23 de noviembre de 2020 en Glenarm, otro municipio cercano. Tres de estos cargos se referían a causar sufrimiento innecesario a los perros y los otros eran por no satisfacer las necesidades razonables de los perros.

Según el abogado fiscal, en dicha fecha un vecino denunció peleas de perros en el patio trasero de esta propiedad. En cuestión de horas, los inspectores de animales habían obtenido una orden judicial para poder entrar. El sitio estaba vacío, sin comida y con poca ropa, pero había correo a nombre del acusado. También descubrieron la terrible escena: en la estancia posterior vieron al perro muerto, a medio comer, y a los otros cuatro caninos. 

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Los cuatro perros vivos (tres Staffordshire Bull Terriers y un Bull Terrier inglés) no tenían acceso a comida ni agua y habitaban bajo parámetros de insalubridad, por lo que mostraban un aspecto famélico. Además, cada uno de ellos tenía cortes y heridas de distintas proporciones. 

Para proceder a liberar a uno de ellos, que estaba escondido, necesitaron "un poco de persuasión y tranquilidad". Cuando lo recogieron, tenía heridas recientes y sangrantes en la cara y la nariz, según narró el fiscal al tribunal. El abogado también destacó que, si bien los perros "parecían rígidos y doloridos" cuando fueron rescatados, en sólo cuatro días de ser alimentados y cuidados por el consejo ganaron peso y pudieron internarlos en un refugio.

Otro de los perros abandonados.

Otro de los perros abandonados.

Grant Powles, abogado defensor, admitió que se trataba de "un caso extremadamente grave". Como atenuante, le dijo al juez que su cliente había pedido a un familiar que cuidara de los perros. Ward atravesaba "problemas personales" en ese momento y consumía "drogas ilícitas". Además, el acusado había mostrado remordimiento por sus acciones. 

Sentencia para disuadir a otros maltratadores

El magistrado afirmó que los delitos eran "tan graves" que debían enfrentarse a una pena de prisión. "Tengo que decir que los hechos, tal como los leyó la fiscalía y la observación de las fotografías, describen lo que sólo puedo describir como una situación verdaderamente horrible", apuntó. "Ver a cualquier animal tendido con su cadáver expuesto y habiendo sido comido o consumido por otros perros es realmente desgarrador", concluyó.

Indicó a su vez que era "razonable" inferir que el animal había sido atacado como resultado de las "condiciones verdaderamente espantosas" en las que se hallaban los perros. La condena a Ward sirve también para disuadir a otros posibles maltratadores, aunque el acusado ha sido puesto en libertad bajo fianza, en espera de una apelación.