Monumento improvisado en honor a Prigozhin por los 40 días de su muerte.

Monumento improvisado en honor a Prigozhin por los 40 días de su muerte. Reuters

Europa

Prigozhin Jr., Troshev o Lotus: empieza la guerra interna por el control del Grupo Wagner

El caos es absoluto: no se sabe si Wagner sigue como entidad independiente, si está cediendo hombres Rusia o si se ha integrado en ella.

4 octubre, 2023 02:34

¿Quién manda en el Grupo Wagner y sobre quién? Esa es ahora mismo la pregunta que nadie sabe contestar. Lo que era una institución monolítica, con su organización piramidal, sus distintos comandantes en las distintas áreas de movilización y su independencia con respecto al ministerio de defensa ruso, se ha convertido en un reino de taifas en el que todo el mundo busca sacar partido de alguna manera.

Uno de los grandes desencuentros de Prigozhin con el ministro de defensa Sergei Shoigú y el propio Vladimir Putin tuvo que ver con la decisión de estos de integrar a todos los ejércitos privados -ejércitos privados que, por cierto, están prohibidos por la legislación rusa- bajo un mando único estatal. En la práctica, esa decisión no solo era una derrota humillante para Prigozhin, sino que limitaba su capacidad de negociar y, sobre todo, de sacar partido económico a sus incursiones en África, en Siria o incluso en Ucrania.

Se supone que Putin y Lukashenko ofrecieron al grupo paramilitar la posibilidad de conservar cierta autonomía trasladándose a Bielorrusia. De hecho, se emitieron imágenes de antiguos barracones del ejército bielorruso destinados a albergar a las divisiones de Wagner. Todo eso quedó en nada con la muerte de la cúpula paramilitar en un sospechoso accidente de avión el pasado mes de agosto. Ahora mismo, el caos es absoluto: no se sabe si Wagner sigue como entidad independiente con sus propios hombres, si está cediendo a esos hombres al ejército ruso o si se ha integrado totalmente en la estructura del ministerio.

Por no saber, no sabemos ni quién manda. Uno diría que el que manda, a la fuerza, es el que paga, pero hasta eso está en discusión dentro de este juego de lealtades y traiciones. Ahora mismo, hay tres nombres que suenan como líderes de lo que queda del Grupo Wagner y que, entendemos, tienen sus propios patrocinadores, sus propios apoyos y sus propios fieles que les acompañarán allá donde vayan.

Matar al padre

Estos tres posibles líderes son Andrei Troshev, alias "Sedoi", Anton Elizarov, alias "Lotus"… y Pavel Prigozhin, el hijo del excocinero. El caso de este último es llamativo: Pavel habría sido designado directamente por su padre como sucesor y tendría el apoyo de parte de los más fieles al antiguo propietario. Según se ha sabido este fin de semana, su intención sería mantener la independencia de Wagner… pero como una subdivisión de la Rosgvardia, la guardia nacional rusa.

De esa manera, se evita la dependencia de Shoigú y Gerasimov… pero a costa de tener que negociar directamente con Putin. La Rosgvardia, que está siendo potenciada desde el intento de golpe de estado del 23 de junio, es el cuerpo personal del presidente ruso. No hay mandos intermedios ni delegación posible. Es una especie de guardia pretoriana diseñada para defender su integridad y atacar a sus enemigos.

Hay un punto de tragedia griega en el hecho de que Pavel Prigozhin haya elegido, para salvar la integridad del ejército de su padre, la negociación con el hombre que ordenó su asesinato. No sabemos si intenta así ganarse su favor, como si de 'El Padrino' se tratara, o si quiere demostrarle que él no es como su progenitor y que su lealtad no está en duda. En cualquier caso, parece que Putin no está muy por la labor de negociar con más 'Prigozhins' y que ya ha elegido a su propio interlocutor en Wagner.

Un hombre coloca una bandera en un tanque de la era soviética en un memorial improvisado para Prigozhin.

Un hombre coloca una bandera en un tanque de la era soviética en un memorial improvisado para Prigozhin. Reuters

Los polos opuestos

Ese interlocutor sería Andrei Troshev. Troshev siempre ha sido un hombre del "establishment", que eligió enrolarse en Wagner como una forma de jubilación más que otra cosa. A sus 70 años, Troshev es un veterano de las guerras de Afganistán y Chechenia que tuvo aún tiempo de participar en la operación contra Daesh y en favor del dictador Bashar Al-Assad en Siria. Ahí fue donde acabó quedándose, dirigiendo la delegación de Wagner y cobrando directamente del sátrapa.

La pasada semana, Troshev apareció junto a otros oficiales de Wagner en el Kremlin, en una reunión con Putin, quien le presentaba como nuevo líder del grupo y le exhortaba a reclutar más voluntarios para su guerra en Ucrania, asegurando a cambio los mismos derechos -pensión vitalicia, ayudas a la familia…- que cualquier otro voluntario o movilizado por el ministerio de defensa que combata en el país vecino.

Troshev es, desde luego, la cara amable de Wagner, la fiel al gran líder, la colaboradora con las directrices de Shoigú, Gerasimov y quien haga falta. No parece tampoco que Pavel Prigozhin vaya a poner muchos palos en las ruedas del Kremlin. Queda, por tanto, el tercer hombre que lucha por el poder: Anton Elizarov, un hombre criado a los pechos de Prigozhin en Ucrania y que cuenta con el aval de haber combatido en Soledar y en Bakhmut durante meses.

¿Quién le pone el cascabel al gato?

Elizarov tiene una visión de Wagner casi sectaria. Para él, no es un ejército, es una hermandad. Sus valores están por encima de los de la patria y desde luego por encima de los de los dirigentes de esa patria. Apodado "Lotus", Elizarov sería el comandante díscolo, el sucesor verdadero de la lucha de Prigozhin contra la ineficacia burocrática del ministerio. Es muy probable que Elizarov tenga el apoyo de los mercenarios que combatieron con él en Ucrania, pero eso no es decir mucho: al fin y al cabo, necesita dinero para financiar su posible rebelión.

Los dolientes conmemoran 40 días desde la muerte del jefe de Wagner, Prigozhin.

Los dolientes conmemoran 40 días desde la muerte del jefe de Wagner, Prigozhin. Reuters

Lejos del Kremlin hace mucho, mucho frío y los oligarcas cuidan mucho sus movimientos. Hay demasiadas ventanas abiertas en Rusia en estos momentos, esperando a que a algún crítico con el régimen le dé por saltar. Todo esto juega en contra de "Lotus", por supuesto, quien tampoco ha hecho esfuerzos por mostrarse ante el gran público y aprovechar la enorme popularidad de la que gozaba Prigozhin en la Rusia más nacionalista. Sin apoyos externos ni internos, tiene difícil alcanzar el poder. Más difícil, desde luego, que sus dos rivales.