Militares de Azerbaiyán con las armas depuestas por las milicias de Nagorno Karabaj.

Militares de Azerbaiyán con las armas depuestas por las milicias de Nagorno Karabaj. Reuters

Europa

El corredor de Zangezur, la 'otra' región armenia que Azerbaiyán ansía para conectarse con Turquía

Tras tomar el control de la región separatista de Nagorno Karabaj, Azerbaiyán pretende abrir un corredor terrestre que una el país con su socio regional a través de Armenia.

28 septiembre, 2023 03:22

Mientras los primeros habitantes de Nagorno Karabaj comenzaban a abandonar sus hogares en un doloroso éxodo hacia Armenia, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, daba la enhorabuena a Azerbaiyán por una victoria militar que le ha devuelto el control de una región que reclamaba como suya desde el colapso de la Unión Soviética.

Sucedió el lunes 25 de septiembre, menos de una semana después de la ofensiva relámpago azerbaiyana en Nagorno Karabaj (territorio conocido como Artsaj por los armenios) y de la rendición de las milicias separatistas de la zona. Erdogan, en vez de limitarse a celebrar en la distancia, viajó hasta Nakhchivan -un territorio azerbaiyano separado del resto del país por Armenia y fronterizo con Irán y Turquía- para encontrarse con su homólogo azerí, Ilham Alíyev.

Durante la reunión, más allá del intercambio de halagos, los líderes de ambos países (principales aliados en el Cáucaso sur) discutieron la creación de un corredor comercial terrestre que conectase ambos países a través del sur de Armenia. La idea no es nueva; lleva años sobre la mesa a pesar de que los armenios se oponen con rotundidad. Entre otras cosas porque temen que su soberanía e integridad territorial se vea amenazada. O en otras palabras: creen que Azerbaiyán aproveche para invadir la zona, conocida como el corredor de Zangezur, una franja de más de 30 kilómetros que une los dos territorios azerbaiyanos con Turquía a través de la provincia armenia de Syunik.

Para muchos, este será el siguiente paso de Bakú. "Está claro que las ambiciones de Azerbaiyán no se frenan en Artsaj", asegura a EL ESPAÑOL Mira Milósevich-Juaristi, investigadora principal para Rusia, Eurasia y los Balcanes del Real Instituto Elcano. El propio presidente azerbaiyano se ha encargado de dejarlo claro en numerosos discursos en los que se ha referido a la zona armenia de Zangezur como parte de "Azerbaiyán Occidental", un territorio que, asegura, está formado por "tierras ancestrales históricas" que "fueron arrebatadas al pueblo azerí" y que "deben ser recuperadas". 

"No cabe duda de que Azerbaiyán va a aprovechar para cumplir con su ambición geopolítica y geoeconómica porque ahora es el momento", señala la experta. Se refiere, sobre todo, al apoyo militar, económico y político que Turquía le brinda. Pero no sólo eso: la tímida condena de Estados Unidos y Europa a la ofensiva azerbaiyana en Nagorno Karabaj ha puesto en evidencia que Occidente, que tiene el foco puesto en Ucrania, no parece estar muy dispuesto a atender a otra crisis.

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A eso se le suma que la Unión Europea, en sus esfuerzos por garantizar su seguridad energética tras la invasión rusa, ha convertido a Azerbaiyán en su mayor socio de gas y petróleo por tubo. Así, para Azerbaiyán la creación del corredor que una de una vez para siempre el país con el enclave de Nakhchivan supone una oportunidad para acabar de satisfacer sus aspiraciones territoriales. Pero este es también un proyecto comercial, ya que le facilitaría el comercio con sus aliados turcos. 

El oportunismo de Erdogan

En el protocolo de paz que azerbaiyanos y armenios firmaron en 2020 tras una guerra de 44 días se incluye una cláusula sobre la apertura del tránsito en el corredor de Zangezur. Sin embargo, cada país lo ha interpretado de manera diferente desde entonces. "Azerbaiyán se cree en el derecho de crear esa vía, pero Armenia nunca lo ha valorado así", sostiene Milósevich-Juaristi. 

El problema es que las presiones no proceden sólo de Azerbaiyán, sino también de Turquía, que está aprovechando las turbulencias en la región para forjar una especie nueva 'ruta de la seda' que conecte China con Europa. De hecho, durante su reunión, Erdogan aseguró que invertiría en un gasoducto, un ferrocarril y la mejora de la carretera si "Armenia muestra voluntad" de abrir un corredor que, sostuvo, "era una cuestión estratégica de gran importancia". 

El presidente turco, Tayyip Erdogan, visita Najicheván.

El presidente turco, Tayyip Erdogan, visita Najicheván. Reuters

Además de querer defender territorio, si Armenia no cede sobre la apertura del corredor es también por una cuestión de supervivencia. La creación de este paso cortaría la ruta de suministros que va desde Armenia hasta Irán, lo que "ahogaría por completo al país", sugiere la investigadora de Elcano. Sobre todo porque el régimen iraní, enemistado históricamente tanto con Ankara como con Bakú, es una de las pocas salidas que Armenia -hasta ahora aliada de Rusia- tiene para sus exportaciones. 

No obstante, en caso de una invasión azerbaiyana al sur armenio lo más probable es que Irán, sometida a sanciones internacionales por su programa nuclear, no interceda. "No tiene suficiente fuerza para oponerse", señala Milósevich-Juaristi. Lo mismo opina Jesús Núñez Villaverde, codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH), en un artículo académico en el que avisa de que "Armenia no puede esperar que Irán sea una ayuda suficiente para dar vuelta a la situación, por mucho que tema que el avance azerí pueda dificultar su conexión directa con la región y con Rusia". 

Así, parece que sólo cabe esperar a ver qué condiciones pactan el Gobierno de Azerbaiyán y el de Armenia el próximo 5 de octubre en la ciudad de Granada, donde se espera que normalicen unas relaciones que, sin duda, parten desde el desequilibrio