Soldados ucranianos en una trinchera en Bakhmut.

Soldados ucranianos en una trinchera en Bakhmut. Reuters

Europa

Ucrania libera la salida de Bakhmut mientras Wagner anuncia una "tragedia global" para Rusia

Prigozhin critica al Kremlin por no defender los flancos, que ha supuesto perder lo que el grupo Wagner avanzó con "sangre y vidas" durante semanas.

13 mayo, 2023 02:50

En las últimas veinticuatro horas, Ucrania podría haber recuperado solo en el norte de Bakhmut el equivalente a lo conquistado por Rusia en los dos meses y medio anteriores. La ofensiva sigue en los flancos de la ciudad mientras continúa el asedio a las rutas de suministro, con ataques como el que sufrió la capital de Lugansk este mismo viernes. Según Serhii Cherevaty, portavoz de las fuerzas armadas de Ucrania en el frente este, entre el jueves y el viernes se produjeron cuarenta combates que habrían causado la muerte de 190 soldados rusos y un total de 449 bajas entre fallecidos, heridos y prisioneros.

Aunque la cifra hay que tomarla, como todas las oficiales de cualquiera de los dos bandos, con pinzas, cuadra con la información que lleva publicando en sus distintas redes sociales Eugeni Prigozhin, el jefe del Grupo Wagner, desde hace un par de semanas. En un nuevo vídeo que vio la luz el viernes por la tarde, Prigozhin confirmaba lo que ya habían publicado varios canales de Telegram: mientras Wagner seguía empujando en el interior de Bakhmut —según sus palabras, solo les quedan unos quince edificios por capturar—, los flancos, defendidos por las tropas regulares rusas, se están viniendo abajo.

En el norte, el propio alto mando ruso reconoció este viernes que sus tropas se habían retirado estratégicamente al reservorio de Berkhivske. El movimiento parece desesperado y peligroso: el Ejército ruso, descabezado, desordenado y exhausto, tiene pocas ganas de lucha, como atestiguan las numerosas imágenes de deserciones que pueblan las redes. En caso de una nueva desbandada, Ucrania tendría el camino expedito hacia Krasna Hora y Soledar. Eso supondría rodear por completo Bakhmut desde ese ángulo.

Un soldado ucraniano da agua a un militar ruso capturado cerca de la línea de batalla en Bakhmut, este viernes.

Un soldado ucraniano da agua a un militar ruso capturado cerca de la línea de batalla en Bakhmut, este viernes. Reuters

En el sur, las tropas ucranianas siguen alejando a las rusas de la T0504, avanzando hacia el este de Ivanivske en dirección a Klishchiivka. Se estima que han recuperado unos novecientos metros cuadrados de terreno, amenazando de paso los alrededores del colegio industrial, en el interior de la ciudad. No hay información precisa de exactamente dónde van a poder detener su retirada las tropas rusas. Lo más probable es que acaben teniendo que buscar el amparo de Wagner entre las ruinas.

La trampa mortal

Como bien dice Prigozhin, de confirmarse esta caída de los flancos y el consiguiente embolsamiento de la ciudad, la conquista de Bakhmut no le serviría de nada a Rusia. Al contrario. Tanto sus tropas regulares como las de Wagner quedarían encerradas, sin más posibilidad que huir hacia el este en caso de un probable ataque frontal que ahora es más fácil que nunca gracias a la liberación de la carretera de Khromove, la 0506, que une el suburbio con Chasiv Yar, el gran núcleo de reservas de Ucrania en la zona.

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Bakhmut, como decíamos, es un montón de ruinas sin utilidad alguna. La idea de la toma de la ciudad partía de dos presupuestos que se han demostrado erróneos: en primer lugar, que al obligar a Ucrania a defender una ciudad tan próxima al eje Sloviansk-Kramatorsk, el resto del frente este quedaría desprotegido. Lo cierto es que ha sido al revés, como muestran los avances en Siversk y Vuhledar de los últimos días y la incapacidad durante meses de las tropas rusas de lanzar una ofensiva exitosa en ningún punto del mapa.

En segundo lugar, el control del eje Soledar-Bakhmut-Chasiv Yar podía permitir a Rusia continuar su ofensiva tanto hacia el norte como, con mucho optimismo, hacia el oeste. Si Wagner conseguía que las fuerzas ucranianas huyeran en desbandada o las mermaba lo suficiente como para provocar un pequeño hundimiento, Rusia podría ganar mucho espacio y llegar a amenazar incluso Zaporiyia. De por sí, el control de Bakhmut como tal, más allá de las oportunidades posteriores que abría, era irrelevante. Sin un edificio en pie, es más irrelevante aún. Rodeados de tropas ucranianas, directamente es una trampa mortal.

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Prigozhin, a lo suyo

Mientras los propagandistas rusos asisten perplejos a la situación —no saben qué bando elegir, si el oficialista, que insiste en que todo está bajo el control o el de su nuevo héroe Prigozhin, que al fin y al cabo es el que está poniendo los muertos en esta guerra—, el líder del Grupo Wagner ha insistido este viernes en sus críticas al ministro de Defensa, Sergei Shoigú, a quien ha invitado a Bakhmut a ver si de verdad todo estaba en orden, y al jefe de las Fuerzas Armadas, Valeri Gerasimov, según él culpable de la falta de abastecimiento y del consiguiente desplome del frente.

Prigozhin insiste en que, si no se revierte la situación, es decir, si no se le envía la munición prometida —en caso de que esta exista—, Rusia afronta una "tragedia global"... y razón no le falta. Tarde o temprano, el Ejército invasor se va a ver en una posición semejante a la que tuvo que afrontar Ucrania en febrero y marzo: decidir entre resistir en Bakhmut o retirarse al este antes de afrontar miles de pérdidas humanas. Las consecuencias de perder el control sobre la T0504 en dirección a Popasna pueden ser definitivas para la defensa del Donbás. Es una zona poco protegida y el avance ucraniano sería difícil de frenar.

Yevgueni Prigozhin, jefe del Grupo Wagner, durante un vídeo publicado esta semana en sus redes sociales.

Yevgueni Prigozhin, jefe del Grupo Wagner, durante un vídeo publicado esta semana en sus redes sociales. Twitter

En cualquier caso, lo más probable es que Bakhmut y, en general, el frente este, no sean la prioridad del alto mando ucraniano en la ofensiva de primavera y verano. A lo que estamos asistiendo es más bien a un ejercicio de autodestrucción y no a un ataque organizado por parte de Ucrania. El objetivo, necesariamente, ha de ser capar la posibilidad de movimiento de tropas entre el frente este y el sur, para, a continuación, avanzar hacia el otro lado del río Dniéper y recuperar la central nuclear de Energodar y la ciudad clave de Vasiliivka. Todo ello permitiría el avance hacia Melitopol, Berdiansk y Mariúpol a medio o largo plazo y, en consecuencia, aislar la península de Crimea. Solo entonces, tal vez, podría Kiev plantearse unas negociaciones de paz. Antes, imposible.