El diputado francés Charles de Courson  en una imagen de archivo.

El diputado francés Charles de Courson en una imagen de archivo.

Europa

De Courson, el diputado que puede unir a Le Pen, izquierda y disidentes de la derecha contra Macron

Los sindicatos responden con más marchas a la aprobación de la ley sin el voto de la Asamblea. La última vez que triunfó una moción fue en 1962.

17 marzo, 2023 02:47

Charles de Courson es un diputado de la Asamblea Nacional centrista, discreto y veterano. De hecho, es el más veterano de la Cámara Baja francesa: dentro de 15 días cumplirá 30 años en el mismo escaño como representante de la quinta circunscripción de La Marne. Tan discreto que apenas hay rastro suyo en los medios hasta hace unos días.

Y tan centrista y tan libre que forma parte del grupo Libertades, independientes, ultramar y territorios (LIOT), una macedonia de parlamentarios que no se acomodan bajo ninguna etiqueta convencional. A punto de cumplir 71 años, su decisión de presentar una moción de censura contra el Gobierno de Élisabeth Borne le ha puesto bajo los focos.

Porque la suya es la única que puede triunfar desde la que se presentara allá por el 5 de octubre de 1962 contra el Gobierno de Georges Pompidou. En aquél entonces, a la oposición le salió el tiro por la culata. El presidente De Gaulle optó por disolver la Asamblea y las urnas le dieron una mayoría aplastante.

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Rebobino sobre los últimos acontecimientos políticos que vive Francia. Macron fue reelegido presidente hace un año. En su programa, el retraso de la edad de jubilación de 62 a 65 años. En su primer mandato ya lo intentó, y pese a una movilización sindical con manifestaciones masivas y una huelga del transporte que batió récords, logró aprobarlo en la Asamblea. Llegó la Covid y, cuando se reanudó el trabajo en el Parlamento, Macron prefirió no completar el trámite.

En esta legislatura ha insistido en la madre de todas las reformas, pese a que esta vez no dispone de mayoría absoluta en la Asamblea. Macron decidió ir despacio, dejó pasar la Navidad y autorizó a su primera ministra, Élisabeth Borne, a hacer concesiones, dejando la edad de jubilación en 64 años. También otras a los diputados de la derecha clásica que, en buena lógica, debían apoyarlo, ya que está en su programa desde hace años.

La primera ministra francesa, Élisabeth Borne, en la Asamblea Nacional durante su discurso este jueves en el que anunció el uso del artículo 49.3.

La primera ministra francesa, Élisabeth Borne, en la Asamblea Nacional durante su discurso este jueves en el que anunció el uso del artículo 49.3. Reuters

Macron, reservón, optó por no aparecer en los medios tratando de convencer a los ciudadanos que, según todos los sondeos, rechazan trabajar dos años más. Los sindicatos, más prudentes que hace cinco años, optaron por huelgas puntuales, sólo los días de las grandes manifestaciones que han reunido a millones de personas en la calle.

Al final, falto de poder convencer, la cuerda se ha roto por el lado más débil, los votos de los aliados de la derecha. Borne pactó con Éric Ciotti, el nuevo jefe de Los Republicanos (derecha homolagada al PP) sin que éste pudiera garantizar la disciplina de voto. Después de un procedimiento legislativo complejo y tras un voto favorable en el Senado, sólo faltaba una votación en la Asamblea. Hechas las cuentas, Macron y Borne no tenían seguros más que la mitad de los 67 votos de la tropa de la derecha. No eran suficientes, tras descontar algunos desertores en sus propias filas gubernamentales.

Entonces, media hora antes de la hora de comienzo de la sesión donde debía votarse el proyecto de ley, Macron ha decidido que su primera ministra apelará al artículo 49.3 de la Constitución de la V República, que permite aprobar una ley salvo que una moción de censura triunfe. Es el último recurso que la Constitución gaullista concede al poder Ejecutivo para hacer aprobar una ley que la Cámara rechaza o retrasa. No es un decreto que deba siempre ser convalidado por un Parlamento. Es más bien el arma atómica del Ejecutivo que permite vencer la reserva de sus propios parlamentarios evitando su voto.

Gracias al 49.3, De Gaulle hizo aprobar la disuasión nuclear en 1960; François Mitterrand, la amnistía a los generales golpistas de Argel en 1982; o la ley Macron de 2015, un texto liberal en favor de la empresa cuando el actual presidente era ministro de Finanzas, Manuel Valls primer ministro y François Hollande el inquilino del Elíseo.

Tres mociones presentadas

El 49.3 dispone que el texto legal queda aprobado si una moción de censura no es presentada en 24 horas y votada en las siguientes 48 horas. El artículo ha sido invocado 100 veces, contando la de ayer. Nunca ha triunfado una moción de censura. La de 1962 no derivaba de este procedimiento.

Este viernes, según anunciaron el jueves los grupos, deben presentarse tres. La del grupo de extrema derecha sólo será apoyada por sus 89 diputados. Su presidenta, Marine Le Pen, dijo este jueves que ellos no son sectarios como los de la extrema izquierda y que votarán a favor de todas. Pero sus votos y los de La Francia Insumisa no suman mayoría.

El parlamentario francés, Charles de Courson.

El parlamentario francés, Charles de Courson. Facebook

La que sí puede concitar un apoyo mayoritario es la moción 'transpartisana' del veterano Courson y sus colegas del grupo LIOT. Puesto que además de sus votos propios y los de 'lepenistas' e 'insumisos', varios diputados de la derecha que se la tienen jurada a Macron, se mostraron este jueves dispuestos a votar a favor... pese a que su jefe Ciotti garantizara lo contrario.

Courson, envalentonado, dio este jueves 24 horas al Gobierno para retirar su texto y dimitir, un imposible. Así que este mismo viernes dará el paso. Siempre que, de entrada, logre el apoyo de otros diputados. Puesto que para poder presentarla hace falta el apoyo de 50 parlamentarios y los centristas de LIOT sólo suman 20 escaños.

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La reputación de Courson

Courson se ha hecho una reputación de serio, íntegro y trabajador. En casi 30 años, su moderación no le había llevado ante las cámaras. En su biografía hay antecedentes notables. Su abuelo materno fue uno de los 80 diputados que rechazó votar los plenos poderes al mariscal Pétain en 1940. Detenido y deportado, murió en un campo de concentración.

Otro de sus antepasados votó a favor de la ejecución de Luis XVI. Courson estudió en la Escuela Superior de Ciencias Económicas, hizo la ENA y entró en 1983 en el Tribunal de Cuentas. Entró en política sustituyendo a su padre como alcalde de Vanault les Dames, puesto que conserva 31 años después.

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En la Asamblea, votó la censura presentada por la izquierda contra el gaullista Dominique de Villepin y se opuso al matrimonio gay. Contrario al gasto público superfluo, recibió el premio a la ética por su compromiso con la transparencia y el buen uso de los gastos de los parlamentarios. Sus únicas faltas conocidas tienen que ver con el exceso de velocidad al volante. Le quitaron el carné al pilarle a 141 km/h en una carretera limitada a 90.

Anoche la Policía desalojaba la plaza de la Concordia, donde una manifestación espontánea reunió unas 6.000 personas tras la sesión en la vecina Asamblea en la que Borne se acogió al 49.3. Tuvo que gritar para hacerse oír entre los abucheos de la oposición, que no dejo de cantar La Marsellesa. La intersindical ha convocado nuevas movilizaciones y protestas. El pulso por la reforma de las pensiones todavía no ha terminado.