Ursula von der Leyen y Josep Borrell, durante la presentación del octavo paquete de sanciones contra Rusia

Ursula von der Leyen y Josep Borrell, durante la presentación del octavo paquete de sanciones contra Rusia Reuters

Europa

Bruselas aprueba más sanciones contra el Kremlin que afectan a petróleo y tecnologías punteras

La UE prohibirá que ciudadanos europeos se sienten en órganos de gobierno de empresas rusas (como el alemán Gerhard Schroeder).

28 septiembre, 2022 16:28
Bruselas

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"Rusia ha escalado la invasión de Ucrania a un nuevo nivel. Y estamos decididos a hacer que el Kremlin pague el precio de esta nueva escalada", ha sentenciado Ursula von der Leyen. La Comisión Europea ha propuesto este miércoles el octavo paquete de sanciones contra Rusia por la invasión de Ucrania.

Las nuevas medidas restrictivas son una respuesta al simulacro de referendos de anexión convocados por Moscú en los territorios ocupados ucranianos de Jersón, Zaporiyia, Donetsk y Lugansk. Bruselas quiere castigar también la movilización de 300.000 reservistas para ir a la guerra, así como la amenaza por parte de Vladímir Putin de usar armas nucleares.

El pilar central de este octavo paquete de sanciones consiste en trasladar a la legislación europea el tope al precio del petróleo ruso decidido por el G7. La UE ya ha acordado un embargo parcial al petróleo ruso que entrará en vigor el próximo 5 de diciembre, así que el nuevo precio máximo (cuyo importe aún no se ha decidido) afectará a los países extracomunitarios.

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Lo que hará la UE es prohibir a las navieras y a las aseguradoras que transporten o avalen petróleo ruso si este se vende por encima del precio tope. El objetivo es reducir los ingresos de Rusia y al mismo tiempo mantener estable el mercado energético y permitir que los países en desarrollo puedan comprar petróleo ruso a precios bajos, según ha dicho Von der Leyen.

En segundo lugar, la UE prohibirá que los ciudadanos europeos se sienten en los órganos de gobierno de empresas rusas. Una medida que parece diseñada específicamente para el caso del ex canciller alemán Gerhard Schroeder, que se niega a abandonar los cargos que ocupa en varias compañías energéticas rusa como Gazprom. Otros directivos europeos que ejercían papeles similares los abandonaron voluntariamente tras el estallido de la guerra en Ucrania.

El tercer pilar de sanciones tiene como objetivo restringir al mínimo imprescindible las relaciones comerciales entre la UE y Rusia. Por un lado, habrá nuevas prohibiciones a la importación de productos rusos, que privarán a su economía de 7.000 millones de euros en ingresos. La presidenta de la Comisión no ha aclarado de qué productos se trata, aunque en la prensa europea se ha filtrado que en la lista figuran los diamantes.

Al mismo tiempo, la UE ampliará el catálogo de artículos que no se pueden exportar a Rusia, para incluir tecnologías de doble uso que son también necesarias para la maquinaria de guerra del Kremlin. Entre los productos afectados se encuentan componentes electrónicos, piezas de aviones o sustancias químicas.

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Finalmente, la UE aumentará la lista negra de individuos y entidades con sanciones específicas por contrubuir a la invasión de Ucrania, en la que figuran ya más de 1.300 personas entre altos funcionarios, oligarcas, responsables militares y propagandistas de la guerra. A todas estas personas se les han congelado los activos que tienen en territorio comunitario y se les prohíbe entrar en la UE.

El octavo paquete de sanciones se centrarán en los responsables de la ocupación y la anexión ilegal de las provincias ucranianas de Jersón, Zaporiyia, Donetsk y Lugansk, así como los organizadores del simulacro de referendos que se han realizado en los últimos días.

El jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, ha reiterado este miércoles que ningún Estado miembro reconocerá el resultado de estas consultas ni la absorción de estos territorios por parte de Rusia. La UE castigará además a los ciudadanos europeos que ayuden a sortear las sanciones contra Moscú.

Las nuevas sanciones tienen que ser ahora aprobadas por unanimidad por los Veintisiete Estados miembros. La gran duda es qué hará Hungría, que ya retrasó varias semanas la adopción del embargo al petróleo ruso. Su primer ministro, Viktor Orbán, ha dicho en los últimos días que se opondrá a endurecer las medidas restrictivas por considerar que perjudican más a la UE que a la propia Rusia.

El octavo paquete no aborda la posible implicación de Rusia en el "sabotaje" de los gaseoductos Nord Stream 1 y 2. No obstante, Borrell ha subrayado que los daños "no son una coincidencia y nos afectan a todos". 

"Toda la información disponible indica que las fugas son el resultado de un acto deliberado. Los daños deliberados en las infraestructuras energéticas europeas son absolutamente inaceptables y provocarán una respuesta sólida y unida", asegura el Alto Representante para la Política Exterior.