El presidente del BCE, Mario Draghi, durante una comparecencia en la Eurocámara

El presidente del BCE, Mario Draghi, durante una comparecencia en la Eurocámara François Lenoir/Reuters

Europa

La economía de la eurozona se estanca e Italia entra en recesión

España (0,7%) crece el triple que la media comunitaria, que limitó su avance al 0,2% en el último trimestre de 2017.

31 enero, 2019 12:13
Bruselas

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El rápido empeoramiento económico del que avisaba hace unos días el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, empieza a materializarse en los datos. La eurozona registró un débil crecimiento de apenas el 0,2% entre octubre y diciembre del año pasado, el mismo que en el trimestre anterior, una cifra que bordea el estancamiento. Pero lo más preocupante es que Italia ha vuelto a caer en recesión al encadenar dos trimestres seguidos de crecimiento negativo. En el conjunto de la UE, el crecimiento fue algo superior, del 0,3%.

En el conjunto del 2018, la eurozona creció un 1,2%, cifra que supone la mitad del 2,5% registrado en 2017 y el mínimo de los últimos cinco años. En el conjunto de la UE el avance fue del 1,5%, según los datos adelantados este jueves por la oficina estadística comunitaria, Eurostat.

España sigue siendo el país grande de la UE que más crece, pese a que su economía se desaceleró desde el 3% registrado en 2017 al 2,5% en 2018. Durante el último trimestre del año pasado, el crecimiento español fue del 0,7%, más del triple de la media comunitaria.

En contraste, Italia ha entrado de nuevo en recesión técnica porque su economía se contrajo un 0,2% en los tres últimos meses del año y ya había retrocedido un 0,1% entre julio y septiembre. Este periodo estuvo marcado por el choque entre el Gobierno populista de Roma y la UE a cuenta de los Presupuestos de 2019, que finalmente se saldó con un acuerdo a finales de diciembre, pero que según los críticos ha dañado la confianza. La economía italiana apenas creció un 1% en el conjunto de 2018.

Alemania se ha salvado de milagro de la recesión porque registró un ligero crecimiento en el último trimestre del año tras caer un 0,2% entre julio y septiembre debido a la crisis de su industria automovilística. Sin embargo, su economía se ha ralentizado desde el 2,2% en 2016 y 2017 al 1,5% en 2018, la peor cifra en cinco años.

En cuanto a Francia, su economía se expandió un 0,3% durante el último trimestre de 2018 gracias a las exportaciones y pese a la crisis de los chalecos amarillos. No obstante, el crecimiento se reduce también desde el 2,3% en 2017 al 1,5% el año pasado.

Por su parte, la tasa de paro en la eurozona se mantiene estable en el 7,9%, la más baja desde octubre de 2008. España es uno de los países donde más ha bajado el desempleo en el último año (del 16,5% al 14,3%), pero sigue teniendo la segunda tasa más alta entre los Veintiocho, sólo superada por Grecia (18,6%). El paro juvenil es también el segundo más alto de la UE (32,7%).

El empeoramiento de la economía europea se produce justo en el momento en el que el BCE acaba de poner fin a su programa de compra de deuda pública. Draghi dijo el lunes en la Eurocámara que todavía dispone de herramientas para hacer frente a una nueva crisis, pero descartó reactivar las adquisiciones de bonos al menos durante este año.

La Comisión Europea tiene previsto publicar sus previsiones económicas de invierno el próximo jueves 7 de febrero.