Peatones caminan en una calle en el distrito de Shibuya, Tokio.

Peatones caminan en una calle en el distrito de Shibuya, Tokio. Stanislav Kogiku EP

Asia

Todos los japoneses tendrán el mismo apellido dentro de 500 años, según un nuevo estudio

El informe, realizado por la Universidad de Tohoku, muestra los riesgos del actual declive demográfico y la normativa civil vigente. 

1 abril, 2024 14:19

Un estudio realizado por un centro de investigación de la Universidad de Tohoku (al norte de Japón) ha demostrado mediante una simulación que en el año 2531 todos los japoneses tendrán el apellido ‘Sato’ si continúa la tendencia actual de declive demográfico y la normativa civil vigente

Según el director del estudio, el profesor Hiroshi Yoshida, del Centro de Investigación para la Economía y la Sociedad de la Tercera Edad de la Universidad de Tohoku, Sato es el apellido más común en el país asiático, compartido por el 1,529% de los japoneses en 2023. 

En el estudio, el académico concluyó que las personas apellidadas Sato aumentaron 1,0083 veces de 2022 a 2023 y realizó una prospección de cómo evolucionaría esa cifra teniendo en cuenta las tendencias demográficas de envejecimiento acelerado y descenso del número de nacimientos, lo que está resultado en una continua pérdida neta de población, informó Efe

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A partir de estos factores, los cálculos de Yoshida mostraron que, con el sistema actual en el que el marido o la mujer cambian para compartir el mismo apellido una vez contraen matrimonio, para el año 2446, la mitad de la población japonesa se apellidará ‘Sato’. Y, para 2531, la totalidad de los japoneses tendrán el mismo apellido

El estudio se ha publicado en medio de un encendido debate en el país sobre si es necesario cambiar la normativa civil sobre los apellidos. Numerosas voces, entre las que se incluyen algunas figuras dentro del partido gobernante, reclaman que marido y mujer puedan conservar sus apellidos familiares después de casarse o, incluso llevar dos apellidos. 

Con el informe, según señaló Yoshida al presentarlo, los autores buscaban “ilustrar con números el problema que supone la separación selectiva de apellidos en los matrimonios”. "Si todo el mundo se convierte en Sato, es posible que tengan que dirigirse a nosotros por nuestros nombres de pila o por números. No creo que podamos llamar a eso un buen mundo en el que vivir”, señaló el profesor a medios locales en una rueda de prensa celebrada esta mañana.