Uno de los soldados de la Guardia Nacional abatido en un tiroteo ocurrido cerca de la Casa Blanca.

Uno de los soldados de la Guardia Nacional abatido en un tiroteo ocurrido cerca de la Casa Blanca. Redes sociales

EEUU

Dos soldados de la Guardia Nacional heridos graves en un ataque cerca de la Casa Blanca: el autor trabajó para la CIA

El tiroteo, un "acto de terrorismo" según Trump, se ha producido a poco más de un kilómetro de la Casa Blanca.

El sospechoso ha sido identificado como Rahmanullah Lakanwal, un afgano de 29 años que llegó a Estados Unidos en 2021.

Más información: El Servicio Secreto de EEUU dispara a un hombre que iba armado cerca de la Casa Blanca: Trump se encontraba en Florida

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Las claves

Dos soldados de la Guardia Nacional resultaron gravemente heridos en un tiroteo intencionado cerca de la Casa Blanca. El atacante, Rahmanullah Lakanwal, fue detenido tras el incidente.

El sospechoso, un ciudadano afgano de 29 años que llegó a EEUU en 2021 y colaboró anteriormente con la CIA, estaba bajo estatus migratorio irregular tras la expiración de su permiso.

Donald Trump calificó el ataque como "acto de terrorismo" y culpó al expresidente Biden, ordenando la suspensión de solicitudes de inmigración de ciudadanos afganos y el refuerzo del despliegue militar en Washington.

El tiroteo reaviva el debate sobre el despliegue prolongado de la Guardia Nacional en ciudades estadounidenses y la legalidad de estas medidas de seguridad bajo la administración Trump.

Dos soldados de la Guardia Nacional han resultado heridos graves en un tiroteo en las inmediaciones de la Casa Blanca. Aunque previamente el gobernador de Virginia Occidental, Patrick Morrisey, había informado de la muerte de los dos agentes, el FBI ha rectificado y ha aseverado que el estado de las víctimas es crítico, pero siguen con vida.

Hay un sospechoso detenido. Según CBS News, ha sido identificado como Rahmanullah Lakanwal, un ciudadano afgano de 29 años que llegó a EEUU en 2021. El autor de los hechos, que actuó en solitario, está hospitalizado tras resultar herido en el tiroteo. Además, como informa Fox News, colaboró con la CIA y combatió junto con las tropas de EEUU en Kandahar, Afganistán.

Tras este ataque, el presidente de EEUU, Donald Trump, ha endurecido su retórica antimigrante y ha dado luz verde a la suspensión de las solicitudes de inmigración de ciudadanos afganos.

"Acto de terrorismo"

El tiroteo, "intencionado y selectivo" en palabras de las autoridades, se produjo en torno a las 14:15 hora local a poco más de un kilómetro de distancia de la Casa Blanca, que ha cerrado de emergencia. Trump ha calificado lo ocurrido como un "acto de terrorismo" y ha culpado a su antecesor, Jor Biden, de permitir la entrada a EEUU del autor del ataque en septiembre de 2021. 

Fuentes policiales afirman a la cadena CNN que el sospechoso se acercó a dos agentes de la Guadia Nacional y les disparó, primero a uno de ellos que estaba a unos pocos metros de distancia. Después abrió fuego contra el otro soldado, quien intentó refugiarse tras una marquesina de autobús.

Los agentes estaban realizando "patrullas de alta visibilidad" antes de que apareciera el sospechoso, quien "dobló la esquina, levantó su brazo con un arma de fuego y disparó contra la Guardia Nacional", según ha informado el subjefe ejecutivo del Departamento de Policía Metropolitana, Jeffrey Carroll, en una rueda de prensa.

Después de “algunas idas y venidas”, los guardias “lograron someter al individuo y ponerlo bajo custodia”. Según testigos, se escucharon dos disparos y la gente comenzó a correr. Las fuerzas del orden respondieron rápidamente y ordenaron a los viandantes a que tomaran refugio en los edificios cercanos.

Rahmanullah Lakanwal

El sospechoso bajo custodia, identificado como Rahmanullah Lakanwal, ingresó en Estados Unidos en septiembre de 2021 bajo el programa Operación Aliados Bienvenidos con el que la Administración Biden dio acogida a personas afganas tras la toma de Kabul por parte de los talibanes.

El afgano detenido había obtenido un permiso de dos años en 2021 para permanecer en Estados Unidos, pero en la actualidad estaba bajo un estatus irregular tras haber expirado el programa adelantado por Biden.

Por este motivo, Trump ha culpado al expresidente Biden y ha prometido endurecer las medidas migratorias contra las personas afganas. Además, se refirió al atacante como "un animal", calificativo que distintos miembros de su Administración suelen usar contra personas indocumentadas acusadas de delitos.

Tras condenar el tiroteo, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos ha anunciado la suspensión de las solicitudes de inmigración de ciudadanos afganos. 

Tal y como informa este jueves Fox News, Rahmanullah Lakanwal había trabajado para la CIA y estuvo vinculado con varias entidades del Gobierno de Estados Unidos, incluida su Agencia Central de Inteligencia, debido a su trabajo como miembro de una fuerza asociada en Kandahar.

El director de la CIA, John Ratcliffe, ha señalado en Fox News que la Administración del demócrata Joe Biden (2021-2025) justificó llevar a Lakanwal a Estados Unidos en septiembre de 2021, a raíz de la retirada de Washington de Afganistán, "debido a su trabajo previo con el Gobierno estadounidense, incluida la CIA", como integrante de dicha fuerza asociada.

Ese trabajo "terminó poco después de la caótica evacuación", añadió.

Ratcliffe consideró que esa persona "y muchas otras nunca deberían haber tenido permitido" ir a Estados Unidos: "Nuestros ciudadanos y miembros del servicio merecen mucho más que tener que soportar las continuas consecuencias de los fracasos catastróficos de la Administración de Biden".

Reacciones

Tras los hechos, este jueves la Administración Trump ha presentado una moción de emergencia para mantener las tropas de la Guardia Nacional en Washington DC. Horas antes, el presidente estadounidense había ordenado al Secretario de Defensa, Pete Hegseth, que enviara 500 tropas más a la capital.

"El animal que disparó a los dos guardias nacionales, ambos gravemente heridos y ahora en dos hospitales separados, también está gravemente herido, pero, de todos modos, pagará un precio muy alto", escribió el republicano en su red Truth Social.

"Que Dios bendiga a nuestra Gran Guardia Nacional y a todas nuestras Fuerzas Armadas y del Orden. Son personas verdaderamente extraordinarias", agregó el mandatario, quien se encuentra en su mansión Mar-a-Lago de Florida con motivo del puente de Acción de Gracias.

El director del FBI, Kash Patel, afirmó, por su parte, en sus redes sociales que su agencia está "comprometida y colaborando con la investigación en Washington". "Por favor, oren por ellos y les daremos más información a medida que podamos", ha añadido.

La fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, también comentó el tiroteo en X. "Agentes federales están en la escena del horrible tiroteo de dos miembros de la Guardia Nacional en Washington, DC. Oremos por nuestra Guardia Nacional de DC", afirmó.

El tráfico aéreo del aeropuerto Nacional Ronald Reagan de la capital se detuvo durante cerca de 20 minutos para la movilización de un helicóptero de evacuación médica relacionado con el tiroteo.

Un polémico despliegue

Las tropas de la Guardia Nacional de varios estados llevan desplegadas desde mediados de agosto en Washington por orden de Trump como parte de su ofensiva anticrimen bajo el argumento de reducir los delitos violentos, abordar la presencia de personas sin hogar y reforzar la seguridad en la capital.

En un inicio, la alcaldesa de la capital, la demócrata Muriel Bowser, se opuso al despliegue, argumentando que la policía local había logrado un descenso en los homicidios, pero luego Trump elogió al gobierno local asegurando que decidieron cooperar con las fuerzas federales.

Con el tiempo, esta polémica estrategia se ha extendido a otras ciudades del país como Los Ángeles o Memphis, especialmente aquellas con gobiernos demócratas que el presidente acusa de ser “blandos” con el crimen, lo que ha generado fuertes tensiones políticas y legales sobre los límites del poder del presidente del país.

Además, Trump ha autorizado o planificado despliegues en Chicago y Portland, con órdenes para enviar varios cientos de efectivos como parte de su ofensiva anticrimen y contra las protestas por su política migratoria.​

Diversos actores, desde autoridades municipales hasta tribunales federales, han cuestionado la legalidad y conveniencia de mantener a la Guardia Nacional tanto tiempo desplegada, advirtiendo sobre el riesgo de una “ocupación” militar interna y sobre el impacto que tiene en los derechos civiles y en la autonomía de las ciudades afectadas.

De hecho, varios tribunales federales han frenado o limitado parte de estos planes en varias jurisdicciones.

En Los Ángeles, un juez declaró ilegal el despliegue tal como estaba concebido y prohibió que los soldados hicieran funciones policiales directas.

En Portland, una jueza federal bloqueó de forma permanente el envío de tropas de la Guardia Nacional, y en Chicago otra jueza emitió una orden cautelar que impide, al menos temporalmente, militarizar la ciudad con este cuerpo.

Más recientemente, un juez federal en Washington DC ordenó detener el despliegue de la Guardia Nacional en la capital, dando un plazo para que el Gobierno de Trump apele.