Rueda de prensa previa a la aprobación de la Ley de Transparencia de los Archivos Epstein en Washington.

Rueda de prensa previa a la aprobación de la Ley de Transparencia de los Archivos Epstein en Washington. Annabelle Gordon Reuters

EEUU

Todos los republicanos salvo uno votan a favor de investigar los archivos de Epstein que comprometen a Donald Trump

Algunos analistas resaltan que esta votación constata la pérdida de influencia del mandamás sobre su partido.

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R. Pons
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Las claves

La Cámara de Representantes de EE.UU. aprobó una resolución para que el Departamento de Justicia publique todos los documentos no clasificados relacionados con el caso Jeffrey Epstein.

La resolución fue respaldada por 427 congresistas, con solo un voto en contra, y refleja tensiones internas en el Partido Republicano sobre la figura de Donald Trump.

El texto obliga a preservar la identidad de las víctimas y responde a la presión pública y de supervivientes de Epstein por mayor transparencia en el caso.

El Senado, de mayoría republicana, deberá decidir ahora si los documentos serán divulgados y si arrojarán luz sobre la red de pederastia vinculada a Epstein.

La Cámara de Representantes de Estados Unidos ha aprobado este martes, con un respaldo (casi) absoluto, una resolución que obliga al Departamento de Justicia a publicar todos los documentos no clasificados relacionados con el caso de Jeffrey Epstein, el millonario condenado por pederastia.

El apoyo fue, ya se ve, abrumador. 427 congresistas votaron a favor. Sólo uno en contra: el republicano Clay Higgins, de Luisiana. Y dice mucho sobre la nueva realidad de Donald Trump.

Desde hace meses, el presidente de Estados Unidos había intentado sabotear cualquier avance en la divulgación de los archivos, inquieto por la posible aparición de información que lo vincule con más asuntos turbios. Su cambio de opinión llegó tras una serie de conversaciones a puerta cerrada con legisladores republicanos que le advirtieron de que la divulgación era inevitable por la presión de sus bases.

Es más: tres congresistas conservadoras lograron reunir las firmas necesarias para forzar la votación.

Más de un analista interpreta este desenlace como una evidencia de la pérdida de control de Trump sobre su propio partido. Durante meses ha conseguido imponer sus decisiones sin peros. Esta vez, en cambio, se ha visto atrapado entre la disciplina parlamentaria y el temor de muchos representantes a ser vistos como cómplices de un posible encubrimiento.

El caso Epstein lleva meses generando tensiones internas, todas ellas amplificadas por las mismas teorías de la conspiración que el propio presidente alimentó en el pasado.

Algunos republicanos que inicialmente rechazaban la publicación de los documentos rectificaron al compás del presidente. Es el caso de Lance Gooden y Troy Nehls. Ambos anunciaron su apoyo a la resolución antes de la votación. Otros, como Thomas Massie, abanderado del movimiento dentro del grupo conservador, ya adelantaron que esperaban una aprobación casi unánime.

Antes de la sesión, un grupo de supervivientes de los abusos atribuidos a Epstein participó en un acto frente al Capitolio para reclamar transparencia. Varias de ellas, mostrando fotos de adolescencia, siguieron la votación desde la tribuna de invitados y aplaudieron tras el resultado final.

La resolución establece que el Departamento de Justicia tendrá que preservar la identidad de las víctimas. Lo que sigue sin quedar claro es si los documentos serán divulgados de inmediato o si el Gobierno tratará de alargar el proceso.

Trump, cabe recordar, sostiene que no guarda relación alguna con los delitos de Epstein. Califica el asunto de “invención de los demócratas”. Afirma que se distanció del magnate hace años y que hasta lo expulsó de uno de sus clubes privados. El principal enemigo de su credibilidad es la publicación en varios medios norteamericanos de correos electrónicos que sugieren que el presidente estaba al tanto de lo que hacía Epstein.

El texto aprobado ahora pasa al Senado, de mayoría republicana. Lo que queda por desentrañar es si la publicación de los archivos arrojará luz sobre una red de pederastia que funcionó con impunidad durante décadas.