El director del FBI, Kash Patel, durante una rueda de prensa relacionada con los arrestos de jugadores y entrenadores de la NBA.

El director del FBI, Kash Patel, durante una rueda de prensa relacionada con los arrestos de jugadores y entrenadores de la NBA. Eduardo Muñoz Reuters

EEUU

El director del FBI frustró una operación por irse de la lengua y usó un avión de la agencia para asistir a un 'show' de lucha libre

Kash Patel despierta cada vez más animadversión dentro del Departamento de Justicia. De momento, sin embargo, mantiene el apoyo de Trump pese a sus desmanes.

Más información: El director del FBI apuesta por tratar a los narcotraficantes de la misma manera que a grupos terroristas como Al Qaeda

Publicada

Hace unas semanas Tim Weiner, uno de los principales cronistas de la CIA, declaró en una conversación con EL ESPAÑOL que las agencias de inteligencia extranjeras están reduciendo su colaboración con Estados Unidos por culpa de los “chiflados” que Donald Trump ha puesto al frente de la seguridad nacional. Acto seguido Weiner añadió que en su opinión y la de sus múltiples fuentes el actual director del FBI, Kash Patel, es uno de esos “chiflados”.

Atendiendo a la última performance de Patel resulta complicado no acordarse de Weiner. Y es que según ha informado este miércoles el Wall Street Journal, principal periódico conservador de Estados Unidos, el director del FBI habría frustrado una operación anti-terrorista llevada a cabo a finales de octubre… por tuitear información que no tendría que haberse hecho pública en ese momento.

“El FBI acaba de evitar un posible ataque terrorista”, escribió Patel en su cuenta de la red social X (antes Twitter) el día de Halloween a las 7:32 de la mañana. Una referencia a una serie de arrestos que estaban teniendo lugar en el estado de Michigan. El problema es que, según fuentes internas de la agencia consultadas por el Journal, cuando publicó el tuit la operación no había concluido. De ahí que poco después, cuando tocó visitar a otros dos sospechosos, uno en Nueva Jersey y otro en Washington, nadie abriese la puerta. Ya habían abandonado el país alertados, parece, por el tuit de Patel.

Pero esa es solo la primera parte de esta última performance. La segunda ocurrió un par de días más tarde, cuando Patel decidió utilizar el avión del FBI para asistir a un evento de lucha libre celebrado en Pensilvania en el que iba a actuar su novia; una joven cantante de 27 años llamada Alexis Wilkins. “Es patético”, comentó un viejo agente de la agencia llamado Kyle Seraphin antes de argumentar que ese tipo de viajes también los paga el contribuyente.

No contento con eso, tras el combate de lucha libre y una breve parada en Nashville, donde reside Wilkins, el director del FBI viajó –de nuevo en el avión de la agencia– hasta Texas para participar en una cacería que duró, según los registros de vuelo, tres días.

Preguntado por todo lo anterior Patel se ha limitado a explicar que las críticas recibidas proceden de “personas llenas de odio que solo buscan clics”. Una alusión al Wall Street Journal, evidentemente, al que también ha tildado de “basura sensacionalista”. Acto seguido Patel quiso hacer saber a través de un comunicado que el FBI se encuentra batiendo récords históricos en la lucha contra los delitos violentos y el narcotráfico.

Sea como fuere, lo cierto es que en el Departamento de Justicia no parecen estar muy contentos con la trayectoria de Patel desde que éste asumió la dirección del FBI hace ocho meses. Es más: se dice que sus desmanes son la comidilla de no pocas de las reuniones que tienen lugar en el número 950 de la Avenida de Pensilvania de Washington. Que es donde el Departamento de Justicia tiene su sede.

Tampoco parecen estar muy conformes con él en la Casa Blanca, aclara el Journal, desde donde se emitió una ordenanza antes de verano pidiendo a los jefes de las distintas agencias federales limitar sus traslados cuando éstos no tuviesen que ver con la agenda de Donald Trump.

Un portavoz del FBI contactado por la prensa para obtener comentarios al respecto se ha limitado a decir que desde que asumió el cargo Patel solo ha hecho “una docena” de viajes personales en el citado avión. Uno de ellos habría sido el que realizó a Escocia en agosto junto a Wilkins. También figuran siete a Nashville y nueve a Las Vegas; donde Patel residía antes de mudarse a Washington.

Cabe recordar, llegados a este punto, que el actual director del FBI criticó públicamente a su predecesor, Chris Wray, por utilizar el avión de la agencia durante unas vacaciones en las montañas Adirondack, sitas al norte del estado de Nueva York, cerca de la frontera con Canadá. “Oye, Chris Wray, no necesitas un avión gubernamental para irte de vacaciones a las Adirondack”, espetó Patel en septiembre del 2023 durante una intervención en un pódcast.

Con todo, y pese a la frustración mostrada tanto por el Departamento de Justicia como por el personal de la Casa Blanca, parece que Patel todavía mantiene el apoyo de Trump. “Estoy muy orgullosa del trabajo que el FBI está realizando bajo el liderazgo del director Patel”, declaró su portavoz, Karoline Leavitt, hace unos días añadiendo que el presidente considera a Patel una pieza clave en su equipo de seguridad pública.

Puede que ese apoyo tenga que ver con la buena relación personal que ambos mantienen desde 2018, cuando Patel –abogado de formación– echó un cable en la defensa jurídica de un asesor de Trump. Y es probable que la presentación pública que hizo Patel el mes pasado en el Despacho Oval, donde atribuyó los últimos éxitos del FBI al propio Trump, ayuden a limar las asperezas que surgen cada vez que se pasa de frenada.