Maxwell y Epstein, en una fotografía del álbum familiar.

Maxwell y Epstein, en una fotografía del álbum familiar.

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Maxwell planea su venganza desde la cárcel: ofrece revelar todos los secretos del caso Epstein a cambio de un trato

Acorralada y sin apenas opciones de apelación, la exsocialité planea ofrecer información sobre la red de abusos de Epstein a cambio de una reducción significativa de su condena a 20 años de prisión.

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Ghislaine Maxwell, condenada a 20 años de cárcel por tráfico sexual de menores en la red que dirigía junto a Jeffrey Epstein, estaría dispuesta a romper su silencio.

Según fuentes citadas por The New York Post, la exsocialité británica se reunirá con el fiscal adjunto de EEUU, Todd Blanche, con el objetivo de negociar una posible colaboración con la Justicia a cambio de beneficios penitenciarios.

Maxwell, de 63 años, cumple condena desde 2022 en la prisión federal de baja seguridad de Tallahassee (Florida), donde su familia denuncia que su vida corre peligro debido a las duras condiciones de encierro.

Tras agotar casi todas sus vías de apelación -salvo una solicitud pendiente ante el Tribunal Supremo-, la que fuera pareja y socia del magnate pedófilo podría ofrecer a las autoridades su versión de los hechos, un testimonio que muchos consideran clave para esclarecer el alcance de la red de abusos.

Clave del caso

Alan Dershowitz, abogado y exasesor de Epstein, no tiene dudas: “Ella va a intentar hacer un trato. Es lo habitual, también se hace con la mafia”.

El propio Dershowitz la ha descrito como la “piedra Rosetta” del caso Epstein. “Lo sabe todo, no solo sobre los perpetradores, sino también sobre las víctimas. Y sobre aquellas víctimas que luego se convirtieron en reclutadoras”, aseguró.

El Departamento de Justicia estima que más de mil jóvenes podrían haber sido víctimas del entramado.

Algunas de ellas habrían sido utilizadas para captar a otras menores, una práctica descrita en documentos judiciales.

Entre los nombres ya conocidos está el del príncipe Andrés de Inglaterra, quien pagó más de 16 millones de dólares a Virginia Giuffre, una de las principales denunciantes del caso.

Giuffre, que se quitó la vida el pasado abril, había denunciado que fue tratada como una esclava sexual y entregada a hombres influyentes, cuyas identidades siguen sin esclarecerse.

Red de poder

La relación entre Maxwell y Epstein se remonta a la década de los noventa, poco después de la muerte de su padre, el magnate británico Robert Maxwell.

Juntos, se movieron durante años en los círculos más exclusivos de Nueva York, Londres y Palm Beach. Ella, como “arregladora” social, le abrió las puertas de la alta sociedad, incluidos miembros de la familia real británica.

Ahora, su posible testimonio ante un comité del Congreso podría poner contra las cuerdas a figuras poderosas.

Durante su juicio, ni sus abogados ni la Fiscalía buscaron llegar a un acuerdo que implicara su cooperación.

Maxwell mantenía su inocencia y no mostró intención de colaborar. Pero con la reciente decisión del Departamento de Justicia de no publicar más información recabada en los registros a las propiedades de Epstein, su relato podría convertirse en la última oportunidad para arrojar luz sobre la red de corrupción y abusos.

Negación familiar

Desde la cárcel, su hermano Ian Maxwell ha salido en su defensa y ha negado la existencia de una supuesta “lista de clientes” que habrían abusado de menores.

“Era una agenda de direcciones, no una lista de personas a las que se traficaba con chicas”, declaró recientemente a Talk TV.

También ha reiterado que Ghislaine debería haber quedado exenta de procesamiento en virtud del polémico acuerdo que Epstein firmó en 2007 con la Fiscalía de Florida, que garantizaba inmunidad para él y sus “co-conspiradores”.

Sin embargo, los fiscales de Nueva York argumentaron -y los tribunales aceptaron- que ese acuerdo solo tenía validez en el ámbito estatal.

Silencio y sospechas

Mientras tanto, las dudas sobre la muerte de Epstein, hallado ahorcado en su celda en 2019, siguen alimentando sospechas.

Una investigación conjunta del FBI y el Departamento de Justicia concluyó que se trató de un suicidio y descartó la existencia de un “registro de clientes” que comprometiera a personalidades de alto nivel.

En este contexto, y con un presidente Trump que ha calificado todo el caso Epstein como “una farsa”, el silencio de Maxwell podría estar llegando a su fin. “Su versión de los hechos puede ser ahora de máxima importancia”, concluyen las fuentes judiciales.