Jeanine Áñez, durante una comparecencia.

Jeanine Áñez, durante una comparecencia. Gtres

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El Supremo de Bolivia anula la sentencia contra la expresidenta Jeanine Áñez y ordena su liberación

La máxima instancia judicial del país andino constata ahora "que hubo vulneraciones del ordenamiento legal vigente" que dañaron el debido proceso contra la exsenadora, condenada por asumir el poder de forma inconstitucional tras la renuncia de Evo Morales en 2019. 

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Á. Escalonilla
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Las claves

El Tribunal Supremo de Justicia de Bolivia anuló la sentencia de diez años de prisión contra la expresidenta interina Jeanine Áñez por el caso 'golpe de Estado II'.

La resolución ordena la liberación inmediata de Áñez tras casi cinco años en prisión, por vulneraciones al debido proceso y derechos legales durante su juicio.

La defensa argumentó que Áñez debía ser juzgada mediante un juicio de responsabilidades y no por la vía ordinaria, como se hizo inicialmente.

Los procesos por las muertes en 'Senkata' y 'Sacaba', durante su presidencia, también fueron trasladados a juicio de responsabilidades ante el Legislativo boliviano.

El Tribunal Supremo de Justicia de Bolivia anuló este miércoles la condena de diez años de prisión contra la expresidenta interina Jeanine Áñez. La máxima instancia judicial del país andino ordenó, además, la liberación “inmediata” de la exsenadora de la oposición, que asumió la presidencia tras la renuncia de Evo Morales en el marco de la crisis constitucional de 2019.

En junio de 2022, el Supremo la sentenció en la causa denominada ‘golpe de Estado II’ por haber sorteado de forma ilegal la línea de sucesión constitucional para trepar hasta la jefatura del Estado. Entonces segunda vicepresidenta del Senado, Áñez aprovechó las dimisiones en cadena de Evo, acusado de cometer fraude electoral, de su vicepresidente Álvaro García Linera y de la entonces presidenta de la Cámara Alta, Adriana Salvatierra, para asumir el cargo con la promesa de liderar un Gobierno de transición.

“Se ha dispuesto la nulidad que ella tenía, la sentencia ejecutoriada de diez años y en consecuencia se dispone la libertad en el día, a través del juez de ejecución penal que está en La Paz”, declaró este miércoles desde Sucre el presidente del Supremo, Rómer Saucedo, que explicó que los magistrados habían detectado “vulneraciones del ordenamiento legal vigente” durante la revisión de la sentencia, y que esas vulneraciones habían afectado “el debido proceso, y también los derechos que ella goza”.

“Nunca voy a arrepentirme de haber servido a mi patria cuando me necesitó”, reaccionó a través de redes sociales la propia Áñez, de 58 años, todavía recluida en el penal Miraflores de La Paz. “Lo hice con conciencia y el corazón firme, sabiendo que las decisiones difíciles tienen un precio”.

La resolución del Supremo, que tendrá que ser aprobada por un juez de ejecución penal, permitirá a la expresidenta interina salir de prisión tras haber cumplido cuatro años y ocho meses de condena. El recurso de revisión extraordinaria de sentencia que había presentado su defensa convenció al tribunal, que aceptó por unanimidad revocar el fallo.

La decisión no sorprende a quienes observan de cerca la actualidad política boliviana. El nuevo presidente del Supremo presume de promover una política de renovación de la judicatura. Desde que tomó las riendas del tribunal el pasado mes de agosto, la corte ha permitido salir de prisión a Luis Fernando Camacho y Marco Antonio Pumari, otros dos dirigentes políticos conservadores detenidos en el marco de la crisis constitucional de 2019.

“Estamos comprometidos con rectificar los errores del pasado y garantizar que nunca más se repitan injusticias en nombre de la ley”, subrayó el magistrado Saucedo, procedente del Departamento de Santa Cruz, un bastión opositor del MAS.

El pronunciamiento del Supremo llega tan solo tres días antes de la toma de posesión del presidente electo, Rodrigo Paz, un senador democristiano que, con su triunfo en las presidenciales del pasado octubre frente al expresidente Jorge ‘Tuto’ Quiroga, puso fin a dos décadas de reinado del MAS, el partido del expresidente Luis Arce Catacora, enfrentado con Evo por el control del aparato.

No es el primer favor judicial que recibe Áñez este curso. En agosto, precisamente, dos tribunales departamentales distintos anularon dos juicios ordinarios en los que se investigaba su participación en las masacres de Senkata (El Alto) y de Sacaba (Cochabamba), donde murieron a manos de las fuerzas de seguridad al menos 36 personas que protestaban contra su Gobierno, según la Defensoría del Pueblo.

Los procesos penales fueron trasladados a un juicio de responsabilidades, reservado para altos ejecutivos del Estado como presidentes, vicepresidentes, magistrados de los altos tribunales.