Gustavo Petro,  presidente de la República de Colombia.

Gustavo Petro, presidente de la República de Colombia.

América

Nuevo escándalo de Petro: escuchas ilegales sugieren la financiación irregular de su campaña electoral

Niñeras, teléfonos pinchados, conspiración y dinero negro, los ingredientes de un caso que pone a Petro contra las cuerdas cuando le quedan tres años de mandato. 

12 junio, 2023 03:31
Bogotá

Antes de cumplir su primer año de gobierno, Gustavo Petro ya ha tenido dos crisis ministeriales y ahora enfrenta un nuevo escándalo que amenaza con destapar la entrada de dinero ilegal a su campaña, lo cual pondría en grave situación su capacidad para gobernar durante los tres años y dos meses que le quedan de mandato. 

Desde interceptaciones teléfonicas ilegales a una empleada doméstica, hasta el supuesto suicidio de un coronel de la Policía, que hacía parte del equipo asignado a la Presidencia de la República y muy dispuesto a colaborar con la Fiscalía en el esclarecimiento de las interceptaciones, empañan hoy al "gobierno del cambio" y tienen a Colombia sumida en una nueva crisis política, que solo parece agravarse con el paso de los días.

La historia comienza con las declaraciones hechas por la niñera del hijo de la jefe de gabinete de Petro, Laura Sarabia. El sábado 3 de junio, Marelbys Meza contaba a un medio nacional que en enero de este año había sido llevada sin orden judicial a un sótano frente al Palacio de Nariño (residencia oficial y principal sede de trabajo del presidente de la República de Colombia), para ser interrogada y acusada de robar una maleta de la casa de Sarabia con mucho dinero (la cifra exacta no está clara y ha pasado por varias versiones desde el comienzo del escándalo). Según Meza, la sometieron a un polígrafo y la acosaron a ella y a su familia buscando el efectivo. Pero, además del abuso de poder que implica poner al servicio de un funcionario público los medios del Estado para aclarar un lío "doméstico", salió a la luz el hecho de que su teléfono había sido interceptado ilegalmente. 

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Las "chuzadas", el término que se utiliza en Colombia desde hace décadas para referirse a las interceptaciones telefónicas ilegales, además de poner en tela de juicio el discurso del presidente, que se ha declarado víctima del mismo proceder por gobiernos anteriores, parecían demasiado andamiaje para atender la pérdida de una maleta con efectivo perteneciente a una funcionaria. Y, en efecto, lo que ha sucedido después, ha destapado un escándalo aún mayor.

La exempleada doméstica de Sarabia había trabajado también con el hoy exembajador de Colombia en Venezuela, Armando Benedetti, a quien se le ha acusado de estar detrás del escándalo contra Sarabia. Benedetti y Sarabia tenían una relación laboral desde hace años, en donde Sarabia era su subalterna. Durante la campaña de Petro, Benedetti, que es un político que ha jugado en en todos los gobiernos sin importar color ni ideología, pero siempre estando cerca del poder, acompañó a Petro y a través de sus influencias logró mover al electorado de la Costa Caribe, lo que al final le dio el triunfo a Petro en las elecciones. Este trabajo lo llevó a cabo de la mano se Sarabia, quien fuera su secretaria privada durante toda esa labor. 

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Tras ganarse la simpatía de la primera dama, Verónica Alcocer, Petro nombró a Sarabia jefe de gabinete y a Benedetti, en cambio, lo exilió en Venezuela para que fuera el embajador allí. A Benedetti no le gustó el trato que recibió, buscó que le dieran un cargo diferente -quería que lo nombraran superministro, es decir, el ministro de los ministros- y fue a la casa de Nariño a conversar sobre este asunto con su exsubalterna quien podría ayudarle con esto y a cambio lo dejaron esperando 3 horas para atenderlo y no obtuvo nada. 

Todo lo anterior se sabe gracias a unos audios que han salido a la luz esta semana, filtrados a raíz del escándalo de la niñera y que dejan ver la desazón que le causó a Benedetti ese nombramiento lejos del poder. En los audios aparentemente habla con Sarabia y revela que no ha sido tratado ni por el gobierno ni por ella como deberían haberlo hecho.

Amenaza con relevar de dónde salió el dinero

Benedetti subraya que de, no haber sido por él, Petro y su gobierno no habrían podido llegar a donde están, porque fue quien logró que Petro ganará las presidenciales. Pero, además, amenaza con revelar de dónde provino el dinero de la campaña y ahí es donde las cosas se ponen aún más complicadas. Varios medios del país han mostrado sobre los vínculos de la campaña con grupos económicos cuyos negocios parecen poco lícitos y muchos vinculados con el paramilitarismo.

Adicionalmente, hay una investigación en la que se dice que la campaña Petro superó los topes establecidos por el Consejo Nacional Electoral y que hay dinero no reportado, hechos que constituyen un delito con pena de cárcel, que implicarían al presidente, a la vicepresidenta y al actual director de Ecopetrol, la empresa pública más importante del país. 

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Tras la salida de los audios, la apertura de la investigación por las chuzadas al teléfono de la exempleada de Sarabia, las declaraciones de Benedetti amenazando con sacar a la luz todas las intimidades, no solo de la campaña sino de la vida privada de Petro, el viernes en la noche encontraron al coronel de la Policía, Oscar Dávila, muerto en una camioneta y con un tiro en la sien. Dávila ejercía como Coordinador de la Protección Anticipada de la Presidencia y era a quien se le había encomendado recuperar el dinero perdido en la casa de Sarabia. Estaba vinculado a la investigación por el uso irregular del polígrafo durante el interrogatorio contra la exniñera de la jefa del gabinete y había escrito directamente al Fiscal General una carta en la que le solicitaba que le señalara una fecha y hora para ser escuchado en diligencia de interrogatorio, reiterando su interés en colaborar con la correcta administración de justicia.

En un hecho sin precedentes, sin contar con un peritaje oficial, poco tiempo después de los hechos y a pesar de no ser la autoridad que pudiera dar cuenta de esto, el presidente Petro a través de su cuenta de Twitter dijo que "la muerte de Dávila había sido un suicidio".

En las últimas horas, fuentes cercanas al Gobierno han implicado que la muerte del coronel tiene que ver con una persecución política a Gustavo Petro por parte del fiscal General de la Nación que, según ellos, ha orquestado todo el escándalo para enlodar al gobierno Petro, en lo que éste ha denominado como un golpe blando a su Ejecutivo. Las dificultades entre el fiscal general, Francisco Barbosa, y Gustavo Petro son conocidas. 

El país está en vilo y no es posible establecer quien espió a quien, ni con qué propósito, pero la crisis de gobernabilidad es inminente.