De izquierda a derecha: el primer ministro británico, Keir Starmer, junto con su homólogo francés, Emmanuel Macron, y alemán, Friedrich Merz. Europa Press
Los líderes europeos muestran su preocupación por el plan de EEUU para Ucrania y advierten: "Necesita trabajo adicional"
Los mandatarios cogen aire en la cumbre del G20 aupados por Canadá y Japón, que también se unen a sus demandas.
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"Necesita trabajo adicional". Los líderes de la UE y Reino Unido han resumido así su respuesta al plan de paz de la Casa Blanca y el Kremlin para poner fin a la Guerra de Ucrania, una contestación a la que también se han adherido sus homólogos de Canadá y Japón.
El segundo dardo que han lanzado estos países al presidente de EEUU, Donald Trump, y al mandatario ruso, Vladimir Putin, —ambos promotores del plan de paz para Ucrania anunciado este viernes— ha sido que "las fronteras no se cambian por la fuerza", tal y como han señalado la UE, Reino Unido, Japón y Canadá en una declaración conjunta durante la cumbre del G20 en Sudáfrica.
Las limitaciones del Ejército ucraniano propuestas en el plan de paz, que dejarían a Kiev con no más de 600.000 soldados, son otro aspecto que preocupa a estas naciones, debido a que "dejarían al país vulnerable ante futuros ataques".
Por otro lado, los Estados que han firmado esta declaración han reiterado que "la implementación de los elementos relacionados con la Unión Europea y la OTAN requeriría del consentimiento de los miembros de la UE y la OTAN, respectivamente".
A pesar de las críticas, los mandatarios de todos estos países también han subrayado que acogen "con satisfacción" los "continuos esfuerzos de Estados Unidos para lograr la paz en Ucrania" y que "el borrador inicial del plan de 28 puntos incluye elementos importantes que serán esenciales para una paz justa y duradera".
"Por lo tanto, creemos que el borrador constituye una base que necesitará trabajo adicional. Estamos dispuestos a colaborar para garantizar que una paz futura sea sostenible", han añadido en el comunicado.
Finalmente, los mandatarios de todos estos países han subrayado su compromiso con Ucrania y han afirmado que seguirán colaborando y trabajando con Estados Unidos y Ucrania "en los próximos días", según EFE.
El plan de Trump
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dado este viernes a Ucrania un plazo de menos de una semana para responder si acepta el plan de paz de la Casa Blanca que el líder del Kremlin, Vladímir Putin, ve con buenos ojos.
El plan de 28 puntos de Trump, filtrado a medios estadounidenses, incluye, entre otros puntos, líneas rojas para Kiev como la cesión a Rusia de territorios que no han sido conquistados militarmente por Moscú, como la totalidad de Donetsk, donde aún mantiene las ciudades clave de Kramatorsk y Sloviansk, núcleo de la defensa oriental ucraniana.
Otro punto controvertido es que tanto Rusia como Ucrania compartirían el uso de la central nuclear de Zaporiyia a cambio de que Rusia le permita utilizar el río Dniéper con fines comerciales.
El presidente ucraniano no cerró por completo la puerta al acuerdo, pero parece imposible que se ciña a estas exigencias. Insistió en que sigue queriendo luchar por una paz “justa y duradera” y mostró su recelo a la hora de tener que confiar en un país que “ya les ha invadido dos veces”, en referencia a la toma de Crimea y de parte del Dombás de 2014.
Por ahora, Zelenski ya ha designado este sábado un equipo negociador para trabajar con EEUU, Rusia y otros socios internacionales en un plan de paz "justo y sostenible", que estará encabezado por el máximo responsable de su gabinete, Andrí Yermak, y el jefe negociador, Rustem Umérov, entre otros.