Omar Mateen

Omar Mateen Reuters

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El asesino de Orlando amenazó con poner chalecos explosivos a cuatro rehenes

El FBI revela las conversaciones con Omar Mateen desde el interior de la discoteca Pulse. El responsable de la masacre se identificó como un "soldado islámico".

20 junio, 2016 19:02

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El autor de la matanza de Orlando del pasado 12 de junio, Omar Mateen, amenazó con poner explosivos en cuatro personas que tenía retenidas en la discoteca Pulse, según transcripciones de las conversaciones telefónicas que mantuvo con la Policía, reveladas hoy.

El FBI informó de que mientras algunos rehenes estaban siendo liberados, Mateen dijo que iba a poner "cuatro chalecos con bombas" a rehenes en los siguientes 15 minutos. Mateen aseguró además que tenía un "chaleco" como el "usado en Francia", en referencia a los atentados yihadistas de París de noviembre de 2015.

Durante sus conversaciones con la Policía, el responsable de la peor masacre por armas de fuego en Estados Unidos se identificó como "soldado islámico".

28 minutos de conversaciones


Las tres conversaciones entre Mateen y los negociadores de la Policía de Orlando duraron en total 28 minutos, aunque las autoridades intentaron ponerse en contacto con él posteriormente, aunque sin éxito.

Durante estas negociaciones telefónicas, el asesino aseguró, además, que en los "próximos días" iban a registrarse "más de este tipo de acciones".

El agente especial del FBI Ron Hopper dijo en rueda de prensa en Orlando que en estos momentos no existe "ninguna evidencia de que (Mateen) estuviese relacionado con grupos terroristas islámicos".

Hopper aseguró que Mateen llamó "premeditadamente" al teléfono de emergencias 911 de "manera relajada y calmada".

Por su parte, el jefe de Policía de Orlando, John Mina, aseguró que las muertes ocurridas en la discoteca fueron producto de los disparos del "sospechoso y solo del sospechoso", rechazando así que alguna de la víctimas fatales pudiera haberse producido por parte de los agentes que participaron en la operación.

Mateen, estadounidense de origen afgano, entró a la discoteca de ambiente gay Pulse con un fusil de asalto y una pistola, en un masacre en la que murieron 50 personas, incluido el autor de la matanza, y resultaron heridas otras 53.