La sargento de infantería Mireya Marín.

La sargento de infantería Mireya Marín.

Protagonistas Magas militares

La sargento Mireya Marín, una cordobesa al mando de su Pizarro en Letonia con Ucrania invadida

La sargento de infantería ocupó un puesto táctico como jefe de pelotón durante la misión de la OTAN en Letonia al inicio de la invasión rusa.

31 julio, 2023 01:36

Mireya Marín (Córdoba, 1998) es sargento de infantería del Ejército de Tierra. Tras pasar por la Academia de Suboficiales en Lérida (Cataluña) y la Academia de Infantería en Toledo (Castilla La-Mancha), ahora instruye a un pelotón y dirige el vehículo Pizarro desde su tierra natal. Lo hace en la Brigada "Guzmán el Bueno" X. Esta es su historia.

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¿Por qué decidió enrolarse en las Fuerzas Armadas de España?

Desde pequeña me interesó el Ejército. No tengo familiares militares ni nadie cercano que lo fuese, pero es verdad que en Córdoba, donde nací, siempre ha habido una gran tradición militar.

No era difícil encontrarse con alguno por la ciudad o por mi propio barrio. Cada vez que veía algo relacionado con el Ejército en televisión me llamaba la atención, y aproximadamente desde los 15 años ya tenía claro que quería ser militar.

¿Es como lo imaginó?

Es diferente a como lo imaginé, ni mejor ni peor. Entré muy joven y tuve que pasar tres años en una academia en la que te exigen mucho, lejos de tu familia y de tus amigos. Al principio fue duro por ese motivo.

Algunas veces me pregunté si merecía la pena seguir, pero ahora mismo estoy orgullosa de no haberme rendido en esos tres años, de finalmente haber salido como sargento de infantería y poder servir a España, que es lo que siempre quise.

 Desde los 15 años ya tenía claro que quería ser militar.

¿Cómo comenzó su carrera en el Ejército?

Comencé mi carrera a los 19 años recién cumplidos. Entré directamente en la Academia de Suboficiales y allí pasé cuatro meses. Después fui a la Academia de Infantería, donde estuve durante tres años instruyéndome para poder ser sargento de infantería.

En este segundo tramo es donde verdaderamente se conoce el arma que cada uno ha elegido, en mi caso, infantería. Se podría decir que, actualmente, esta arma es la más dura que hay en el Ejército de Tierra, por lo que hay que ser fuerte tanto física como mentalmente. Además, en mi especialidad; que es Infantería Mecanizada-Acorazada, hay que tener bastantes conocimientos técnicos sobre los vehículos que utilizamos.

La sargento de infantería Mireya Marín en un vehículo de combate de infantería Pizarro.

La sargento de infantería Mireya Marín en un vehículo de combate de infantería Pizarro.

¿Cómo es su día a día?

Soy jefe de pelotón y jefe de vehículo Pizarro. Esto quiere decir que mi pelotón se desplaza sobre el vehículo de combate de infantería Pizarro, por lo que mi día a día se trata de instruir tanto a la tripulación formada por el conductor y el tirador, como al elemento de combate a pie formado por seis fusileros.

Me encargo de que la tripulación conozca todas las características del vehículo, y de que le haga un mantenimiento adecuado para mantenerlo operativo en todo momento. También instruyo al elemento de combate a pie junto al cabo que forma parte de ellos, para que sepan cómo actuar en cada momento al desembarcar del vehículo.

¿Qué es lo que más le gusta o motiva de las actividades que desempeña?

Depende de las actividades. En el caso de los ejercicios que hacemos, como pueden ser las maniobras, lo que más me gusta es el compañerismo que hay y la ''piña'' que se hace cuando estás durante siete días, o más, en el campo conviviendo con ocho personas dentro de un vehículo. Te das cuenta de lo importante que es tener siempre a alguien al lado motivándote a seguir y no rendirte.

Te haces más fuerte mentalmente, como me ha ocurrido a mí. Al ser sargento no puedes mostrar debilidad. Puede que estés sufriendo mucho, pero haces como si no te doliera nada y animas a tu pelotón a seguir. Si tú te vienes abajo, ellos también.

Hay otras actividades que también me motivan, como cuando hacemos exposiciones para el personal civil, ya que es una forma de mostrarles lo que hacemos y nuestros medios. Es bastante gratificante ver cómo a tantas personas les gusta nuestra labor y, en general, el Ejército.

Al inicio de la invasión rusa en Ucrania participó en una misión de la OTAN en Letonia...

Sí, participé en la misión de Presencia Avanzada Reforzada (eFP X) de enero a julio de 2022. Durante esos seis meses estuve como jefe de pelotón y jefe de vehículo Pizarro. Nuestra labor allí fue representar a España, ya que forma parte de la OTAN.

Para entonces todavía seguían vigentes algunas medidas a causa de la COVID-19, ¿cómo lo gestionaron?

Antes de partir a Letonia nos realizaron pruebas a todo el pelotón. Una vez allí, si en algún momento presentabas síntomas, debías acudir al servicio médico para hacerte una prueba lo antes posible. Si era positiva, tenías que aislarte. En el comedor, por ejemplo, teníamos limitado el aforo a la hora de las comidas... Afortunadamente, todo transcurrió con la normalidad propia de la situación, y no hubo graves incidencias que afectaran a la misión.

La sargento de infantería Mireya Marín durante la misión de la OTAN en Letonia.

La sargento de infantería Mireya Marín durante la misión de la OTAN en Letonia.

¿Cómo se viven las misiones?

En este tipo de misiones internacionales realizamos ejercicios conjuntos con ejércitos de otros países. Esto nos permite conocer los vehículos, materiales y procedimientos que utilizan, y a ellos conocer los nuestros. El objetivo es poder estar preparados si hay que realizar cualquier maniobra conjunta.

El día a día se podría decir que es parecido a cuando estamos en España. Realizamos el mantenimiento de los vehículos y el personal del elemento de combate a pie se instruye, pero con una gran diferencia en las condiciones climáticas.

Hemos tenido que aprender a hacer todo esto a menos 10 grados y con un terreno arenoso al que no estábamos acostumbrados, por lo que había que instruir tanto al personal para hacer frente al frío, como al conductor para cambiar su manera de conducir al ser un terreno diferente.

¿Podría mencionarnos alguno de los momentos más importantes de su carrera?

Uno de los momentos más importantes fue cuando me convertí en sargento y me destinaron a la compañía de la que sigo formando parte actualmente. Después de tres años, por fin, tenía a mi cargo a personas y podía llamarme jefe de pelotón.

Otro momento importante ha sido irme de misión. Estar seis meses fuera de España y trabajando día a día con mi pelotón ha sido una gran experiencia que siempre recordaré. He aprendido mucho en esos meses sobre mi vehículo y aumentado mis conocimientos.

Poder conocer otros ejércitos y hablar con ellos para aprender sobre sus medios ha sido bastante gratificante, ya que es algo que no es posible hacer si no salimos fuera de España.

Otra experiencia que me ha dado el Ejército ha sido poder participar en la exposición de las Fuerzas Armadas en Motril. Esta fue una de las mejores experiencias que he tenido en mi vida militar... Poder mostrarle al personal civil lo que hacemos y, además, representar al Ejército de Tierra en una exhibición frente al Rey de España fue un orgullo para mi pelotón y para mí.

Es bastante gratificante ver cómo a tantas personas les gusta nuestra labor y, en general, el Ejército.

¿Cómo describiría la importancia de su labor a cualquier mujer o persona que quisiera formar parte del Ejército?

Mi labor, como la de cualquier militar que forme parte del Ejército, es importante. Cada uno realiza sus diferentes cometidos para poder defender a España y a la Constitución, así como servir al Rey.

Cualquier persona que quiera entrar al Ejército debería entrar por vocación, asumiendo que será duro y que tendrá que afrontar muchas situaciones que no se le iban a presentar nunca en su vida civil. Si de verdad se está seguro, cualquier mujer u hombre debería unirse.

La sargento Mireya Marín junto a su pelotón.

La sargento Mireya Marín junto a su pelotón.

¿Cómo imagina el futuro de las mujeres dentro los distintos espacios de las Fuerzas Armadas Españolas?

Cada vez hay más mujeres que se unen al Ejército y realizan las mismas labores que cualquier hombre. En mi caso, he tenido una tiradora en mi vehículo y también tengo una fusilera. Ellas realizan los mismos cometidos que sus compañeros y en ningún caso se les trata diferente.

Es verdad que en Infantería hay menos mujeres, pero a lo largo de estos años estoy viendo que está aumentando el número. Cada vez hay más mujeres que se atreven a unirse al Ejército. Espero que siga aumentando, y que algún día lleguemos a ser un porcentaje bastante grande.

¿Y el suyo?

En mi caso, espero quedarme en mi compañía como jefe de pelotón hasta que ascienda. Una vez ascienda a sargento primero no sé qué me deparará el futuro y a dónde iré, pero prefiero no pensar en ello y seguir disfrutando del empleo de sargento, que dicen que es la mejor etapa de la escala de suboficiales.