La capitán Zafra y el avión A-400M empleado por el Ejército del Aire en la misión de evacuación de Afganistán.

La capitán Zafra y el avión A-400M empleado por el Ejército del Aire en la misión de evacuación de Afganistán. (Cedida)

Protagonistas

La capitán Zafra recuerda las claves de la misión que salvó a más de dos mil personas de los talibanes

La militar del Ejército del Aire, piloto de A-400M, conversa con MagasIN sobre la operación de evacuación de Afganistán que cumplirá un año el próximo mes de agosto. 

17 julio, 2022 01:48

El próximo mes se cumplirá un año de la exitosa misión de las Fuerzas Armadas españolas de evacuación de Afganistán. Los militares rescataron en diez días, del 18 al 27 de agosto, a 2.206 afganos que temían por su vida ante el avance de los talibanes. La mayoría de ellos eran personas que habían trabajado para el ejército y la cooperación española durante los últimos veinte años. 

Y es que el 15 de julio de 2021 más de un tercio de los distritos afganos eran controlados por los talibanes. El 21 de julio, una semana después, la mitad de Afganistán ya estaba bajo el control de los radicales.

La capitán Zafra, piloto de A-400M, fue una de los militares que participaron en la misión y ahora, casi un año después, repasamos con ella las claves de la operación. 

[110 militares participan en el operativo de evacuación de Afganistán repartidos entre Kabul y Dubái]

El 11 de agosto adelantó El País que Defensa, Exteriores e Interior ultimaban un plan para rescatar a "militares y cooperantes".  

El inicio de la misión

"La misión como tal no se prepara en un día", nos confirma la capitán. Las rutas como tal se prepararon cuando se supo el día en que se lanzarían los vuelos. Explica que lo que fue más rápido fueron las autorizaciones diplomáticas por ser una misión especial. 

La capitán Zafra junto a sus compañeros del Ejército del Aire.

La capitán Zafra junto a sus compañeros del Ejército del Aire. Miguel Ángel Blazquez Yubero (cedida)

En su caso concreto, ella disfrutaba del puente cuando le llamó el oficial de servicio del Ala 31, unidad en la que estaba destinada. "Me preguntaron si podría estar al día siguiente en Zaragoza para hacerme una PCR para salir ese mismo día hacia Dubái, donde estuvimos basados".

En principio, el plan era realizar tres rotaciones a Kabul, pero la misión se alargó. "Se fue modificando en función de las necesidades". 

Ciento treinta militares estuvieron desplegados durante el operativo entre los aeropuertos de Kabul y en Dubái, junto a una veintena de policías del cuerpo de seguridad de la Embajada y el personal diplomático. 

Además de las tripulaciones del Ala 31 del Ejército del Aire, con base en Zaragoza, se desplazó personal del Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo (EADA), de las unidades médicas del Ejército del Aire (UMAER y UMAAD) y del Batallón de Cooperación Cívico-Militar (CIMIC) del ROI 1 del Ejército de Tierra. Un equipo de Operaciones Especiales del Ejército de Tierra también se sumaría al dispositivo de evacuación. 

En un primer momento se desplazaron dos tripulaciones con un ordenador, una impresora y autorizaciones diplomáticas. El miércoles 18, a las 11:24 horas, despegó desde Dubái el primer A-400M hacia Kabul y otro salió esa misma mañana desde Madrid hacia Dubái. 

La capitán recuerda que lo poco que habían visto era lo que salía en las noticias, que era "más exagerado" de lo que vieron cuando llegaron. Esto les provocó una sensación de incertidumbre antes de llegar. 

Sin embargo, cuando a aterrizaron en Kabul pudieron comprobar que los estadounidenses ya habían tomado el aeropuerto y todo estaba relativamente organizado. Ellos permitían pasar al personal autorizado por cada embajada, se hacía un screening junto a las Fuerzas de cada nación y esas personas eran las que accedían al aeropuerto. 

La evacuación

La capitán Zafra se acuerda de que sí que había alguna maleta por el suelo y suciedad, pero el área estaba llena de vehículos blindados, sobre todo estadounidenses, que era quienes daban seguridad al aeropuerto como tal. "Todo estaba bastante bajo control", recuerda. 

Tras realizar el escaneado, que consistía en comprobar que las personas a evacuar eran quienes decían ser, estas subían al avión. Desde allí iban a Dubái, cambiaban a un avión de Air Europa contratado por España y llegaban a Torrejón, todo en el mismo día. 

El avión A-400M del Ejército del Aire.

El avión A-400M del Ejército del Aire. Miguel Ángel Blazquez Yubero (cedida)

El tiempo en tierra de los A-400M era de alrededor de una hora. "No podíamos estar más tiempo, llevábamos el combustible de ida y de vuelta". La capitán explica que tenían el tiempo limitado al combustible disponible ya que no repostarían en Kabul.  

"Lo que hacíamos era avisar para que supieran el tiempo que nos quedaba para llegar y el personal en tierra tenía a los afganos 'preparados' para minimizar el tiempo", cuenta. Al principio no llenaban el avión porque no había suficiente gente. No habían podido llegar al aeropuerto aún. 

La capitán explica que si bajaban era para echar una mano, ayudar a colocar a gente o si había algún anciano para que subiera. Fue una misión con un componente emocional muy grande, pero su interacción con los evacuados se limitó a hacer que llenaran el avión porque el tiempo que pasaban en el suelo era tiempo arriesgándose a que sucediese cualquier cosa. "La idea era minimizar el tiempo en tierra". 

"Todo salió bastante bien", afirma. No ocurrió ningún altercado. "Era una situación rara ver el aeropuerto blindado, pero nada reseñable". 

El primer vuelo que aterrizó en Madrid lo hizo en la madrugada del jueves 19, con 53 refugiados. El objetivo era evacuar al mayor número posible de personas, pero era una tarea muy complicada. 

Se produjeron un total de diecisiete rotaciones del avión A-400M (Dubái-Kabul-Dubái) y once vuelos Dubái-Torrejón. De estos, diez fueron de Air Europa fletados por Defensa y el primero del A-400M. 

También intervinieron varias unidades del Ejército de Tierra, mientras el Mando de Operaciones trabajó 24/7, las veinticuatro horas de los siete días de la semana, y reforzó su Estado Mayor por las circunstancias cambiantes en la capital de Afganistán. 

Un trabajo excepcional

La capitán Zafra junto a sus compañeros del Ejército del Aire frente al A-400M.

La capitán Zafra junto a sus compañeros del Ejército del Aire frente al A-400M. (Cedida)

"Han hecho un trabajo excepcional, salvando muchísimas vidas. Su labor es heroica y toda España se siente muy orgullosa de ellos”. Con estas palabras, la ministra de Defensa, Margarita Robles, puso colofón a la misión de evacuación el pasado 28 de agosto de 2021 en la base aérea de Zaragoza. 

Las más de dos mil personas evacuadas se han integrado en la sociedad española gracias a Operación Antígona, orquestada por el Ministerio de Inclusión. Un operativo que ha englobado el proceso desde su recepción en España hasta lograr su autonomía económica y social.  

Por lo que, once meses más tarde, casi un año después, gracias en gran medida a la impecable labor de los miembros de las Fuerzas Armadas como la capitán Zafra, más de dos mil personas viven en España a salvo, a seis mil kilómetros del Gobierno talibán.