Un clítoris.

Un clítoris. iStock

Actualidad

El clítoris, el órgano más ignorado por la ciencia: ¿por qué no se estudia?

Este órgano sexual tiene cerca de 8.000 terminaciones nerviosas y es clave en la sexualidad femenina. Sin embargo, se investiga poco.  

26 marzo, 2023 01:31

Noticias relacionadas

El clítoris es un órgano sexual fundamental en el placer y la sexualidad femenina. No obstante, son muchas las que desconocen su forma y su importancia. Y no sólo ellas. Los propios profesionales muchas veces ignoran este órgano en las revisiones ginecológicas o a la hora de tratar problemas urológicos. 

Más allá de las intervenciones para reconstruir el clítoris en casos de mutilación genital femenina, este órgano no se tiene en cuenta en otro tipo de intervenciones. Algunas mujeres incluso han denunciado problemas a la hora de mantener relaciones sexuales después de haber tenido cirugías, pruebas o haber recibido tratamientos ginecológicos. 

Uno de esos casos fue el de Gillian, que relató al New York Times que dejó de poder tener orgasmos después de una biopsia vaginal en 2018. Extrañada por esta situación, acudió a decenas de especialistas para averiguar qué le ocurría, pero ninguno fue capaz de darle una respuesta. 

[Cinco cosas que no sabías sobre el clítoris]

Su ginecólogo especuló con que quizá era debido a las cicatrices posteriores a la biopsia; otro le habló de una posible "reacción traumática" por parte de su organismo a la intervención; algunos le recomendaron que se sometiese a una operación de "rejuvenecimiento vaginal"... Incluso le sugirieron que podría deberse a una perimenopausia. 

Pese a que cada médico le decía una cosa, lo que, según contó Gillian, todos tenían en común, era que nadie quería hablar de su clítoris

“Cuando mencionaba que podía tener un problema en el clítoris me miraban como si estuviera completamente loca. Era como si hicieran todo menos reconocer el clítoris”, relató al medio estadounidense.

Pero ¿la biopsia podría haber afectado de alguna manera a su clítoris? La realidad es que sí.

Un órgano ignorado 

Con cerca de 8.000 terminaciones nerviosas, el clítoris se extiende por detrás de la vagina. Tiene forma de 'Y' invertida y cada lado posee dos juegos de brazos. Su única parte visible es el glande, que es la punta doblada de esa Y, y se sitúa muy cerca de la uretra. 

En su conjunto, el clítoris suele medir entre tres y cuatro milímetros de ancho, y entre cuatro y cinco de largo en estado de reposo. Durante las relaciones sexuales aumenta su tamaño, ya que es un órgano eréctil y, tal y como explica la doctora Jen Gunter en su libro La biblia de la vagina (Libros Cúpula), el volumen clitoridiano se reduce después de la menopausia. 

Todo ello hace completamente factible que durante un abordaje médico pueda verse alterado. Pese a todo, no se estudia de forma específica en las facultades de medicina y prácticamente no se tiene en cuenta en las revisiones ginecológicas, casi como si no existiera.

[Cuarenta cosas que no sabes de la vagina: el libro que revela todos sus secretos]

Mientras que en el caso de los hombres está a la orden del día hablar de patologías como la eyaculación precoz o la disfunción eréctil dentro de su salud sexual y urológica, en las mujeres todavía no está normalizado tratar cuestiones relacionadas con el clítoris, algo que puede provocar consecuencias en su salud. 

En 2018, la doctora Rachel Rubin, una de las pocas especialistas en clítoris, publicó en la revista Sexual Medicine un estudio que mostraba que falta de pruebas de la vulva y el clítoris llevó a los médicos a pasar por alto "regularmente" condiciones de salud sexual.

Dicha investigación, coescrita junto al doctor Steven Goldstein, reflejaba que casi 1 de cada 4 pacientes que acudía a la consulta tenía adherencias en clítoris, también conocidas como fimosis clitoriana. Esto ocurre cuando el capuchón del clítoris se adhiere al glande y puede provocar irritación, dolor y disminución del placer sexual, entre otros síntomas. 

[Shere Hite, odiada por explicar la sexualidad y el orgasmo femenino]

Pese a todo, prácticamente no hay estudios sobre la prevalencia de esta patología y muchas mujeres ni siquiera conocen su existencia. 

Algunas especialistas como la doctora Rubin esgrimen que una posible razón por la que no se trata es justamente que la única función de este órgano es la de dar placer a la mujer, un tema aún muy estigmatizado. 

"Realmente llevamos décadas de atraso del lado femenino", declaró a The New York Times y añadió: "Tenemos que hacer el trabajo. Y tenemos que tener gente interesada en hacer el trabajo".