
Itziar Velaz, experta en mecánica.
Itziar Velaz, experta en mecánica: "Estoy en este coche que está en perfecto estado y se tiene que destruir, ¿por qué?"
La joven y colaboradora del desguace protagoniza numerosos vídeos que acumulan miles de visitas.
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En un vídeo publicado en la cuenta de Instagram del centro Recuperaciones Valdizarbe, Itziar Velaz, una de las voces visibles del negocio, ha abierto un inesperado debate sobre el destino de ciertos vehículos tras el fallecimiento de sus propietarios.
"¿Pasa esto siempre que fallece el titular del vehículo? ¿Se tiene que mandar al desguace a destruir?", comienza diciendo Itziar Velaz en los primeros segundos del vídeo, mientras se encuentra sentada en el interior de dicho coche en perfecto estado.
El coche al que se refiere no presenta daños aparentes, está, según sus propias palabras, en "perfectísimo estado". Sin embargo, ha terminado en un centro autorizado de tratamiento de vehículos, listo para ser dado de baja y destruido.
¿La razón? El fallecimiento de su titular y la ausencia de un cambio de titularidad tras su muerte. "Nadie se va a hacer cargo del coche y el coche se queda en el aire", explica Velaz.
La publicación ha tenido gran repercusión en redes, en parte por la claridad y sinceridad con la que se expone una situación legal poco conocida. Cuando una persona muere y no deja herederos o nadie quiere asumir la propiedad del coche, este queda en un limbo jurídico.
Según Velaz, en estos casos, lo único que pueden hacer es proceder a su destrucción, siempre con la debida autorización firmada por alguien vinculado legalmente al fallecido.
No obstante, la comunicadora aclara que "no se va a tirar". Solo se destruirá "la parte que esencialmente y necesariamente y estrictamente se tiene que destruir". El resto del coche, una gran parte, insiste, será aprovechado como piezas de segunda mano.
Aquí, Itziar abre lo que llama "un melón": el prejuicio extendido de que los desguaces se lucran comprando coches por poco dinero y vendiendo sus partes con grandes márgenes.
De forma directa y sin tapujos, responde a las críticas. "Al que me venga diciendo ‘Menuda tajada le habéis sacado al coche por cuatro perras que habéis pagado’, cállate, ¿vale?", sentencia.
Pero el asunto no se queda ahí, y es que desmiente el mito de que los desguaces no pagan por los vehículos. "En estos desguaces se ha pagado mucho dinero por coches. Más dinero de lo que yo me hubiese imaginado", apunta. Según indica Itziar, los coches se pagan "proporcional al beneficio que se les va a sacar".
El mensaje de fondo es claro: el negocio de los desguaces no es un espacio opaco donde se aprovechan de las circunstancias, sino un engranaje más de una cadena legal, económica y ecológica. "Es que lo valen", afirma Velaz, reivindicando que el valor de un coche no desaparece con la vida de su propietario.
Este testimonio ha conseguido visibilizar una realidad poco discutida: qué ocurre con los bienes materiales, como los coches, cuando no hay quien los reclame.
En este caso, la historia de un coche abandonado y sin herederos se convierte en la excusa perfecta para poner sobre la mesa temas como el relevo de titularidad, la utilidad de los desguaces y el desconocimiento general sobre estos procesos administrativos.