Para los creyentes de Málaga, Nuestro Padre Jesús Cautivo está en todas partes. Y no se trata de algo metafórico. Es una realidad. Los malagueños más futboleros se quedaron alucinando este domingo mientras veían el encuentro entre el Betis y el Athletic Club de Bilbao. Chimy Ávila marcaba su primer gol con el Betis tras su llegada al conjunto verdiblanco y, en plena celebración, un plano de DAZN mostró que llevaba al Cautivo en, al menos, una de sus espinilleras.

En Twitter comenzaron a crearse todo tipo de teorías, pues aparentemente nada unía al jugador argentino con la Costa del Sol. Según ha podido saber EL ESPAÑOL de Málaga, al parecer, el jugador conoció a la figura del Cautivo hace diez años a través de su agente, Jorge Bilicich. Llamado por todo lo que mueve, ha llegado incluso a visitarlo en varias ocasiones en la Iglesia de San Pablo, pues le tiene mucha devoción.

No han tenido que ver en esta relación religiosa ni Isco ni Pellegrini, como muchos malaguistas creían. Al segundo, durante su tiempo blanquiazul, muy creyente, se le pudo ver incluso en la Misa del Alba, la eucaristía que se celebra frente a la puerta de San Pablo cada Sábado de Pasión antes de realizar la visita a los enfermos del Hospital Civil. De hecho, fue tanta la devoción de Pellegrini y de su segundo, Rubén Cousillas, que en más de una ocasión se le vio acompañado de una estampita antes de cada encuentro del Málaga C.F. En 2012, el periodista Álvaro Ramírez escribía en El Desmarque que en sus primeros días en Málaga, Pellegrini incluso llegó a visitar la Cofradía de la Esperanza. 

Parece que el Cautivo no entiende de rifirrafes entre Sevilla y Málaga. Mucho menos de colores blanquiverdes o blanquiazules. No entiende de nacionalidades. No tiene fronteras. El Cautivo de Málaga es de todos. Incluso de Chimy Ávila. Habrá que estar atentos a los próximos Sábado de Pasión y Lunes Santo.