Las competiciones gastronómicas son el momento álgido de muchos cocineros que luchan por imponer sus recetas entre las de muchos otros compañeros. En España, hay algunos platos sumamente competitivos: la mejor paella, la mejor tortilla o... las mejores patatas bravas, un título que puede caer directamente en una cocina malagueña. 

El chef Pablo Vega Yáñez está tras los fogones Ménade, un restaurante ubicado en la caleta de Vélez, en la casa club del campo de golf de Baviera, y en unos días competirá con una veintena de cocineros más de 13 comunidades autónomas por la mejor elaboración de patatas bravas en la cuarta edición del concurso nacional "Una de Bravas".

Yañez es malagueño de nacimiento. Comenzó sus estudios en la escuela de hostelería de Benahavís con tan solo 16 años y pocos meses más tarde estaba en la cocina del Miramar (dos estrellas Michelín) de Paco Pérez en Llança (Cataluña). Allí entró como ayudante en prácticas y acabó trabajando como jefe de partida durante seis años.

Con apenas 24 años, consiguió su primera estrella Michelin en el restaurante Alejandro (Almería). De allí volvió a sus raíces y pasó tres años en el restaurante Óleo de la capital. Entre sus trabajos más recientes se encuentran los de asesor gastronómico para empresas de eventos en Brasil, chef del grupo Maracas y del restaurante Gloria Bendita de Frigiliana.

Con esta trayectoria, el malagueño se enfrentará a otros reputados cocineros como Ionela Saru y Carlos Pérez de Latxaska Etxea (Madrid), Antonio Falcón de Agalla's Gastro & Food (Mérida), Diego Negueruela de Vilar 64 (A Coruña), Chema de Isidro Vázquez de La Cascada de la Raspa (Trillo), Javier Alfaro de Taberna Rosi la loca de Madrid o Laura Marqués Iban de The Standard Jara (Ibiza).

Creatividad, técnica, producto e ingenio y sabor son las características que ha valorado el jurado para seleccionar las recetas que participarán en la final del concurso internacional de elaboración de patatas bravas, que se celebrará en el Hotel Rey Sancho de Palencia.

"Ha sido una selección complicada porque se han presentado propuestas de gran calidad, lo que nos complace como organizadores porque estamos incentivando a los cocineros a pensar nuevas elaboraciones, sabores, texturas, formas, tamaño y presentación de las patatas bravas", ha explicado Javier San Segundo, productor ejecutivo del concurso.