Imagen de archivo de las playas de San Pedro, en Marbella.

Imagen de archivo de las playas de San Pedro, en Marbella.

Marbella

Así van a regenerar las playas de San Pedro, en Marbella: espigones de hasta 260 metros y 150.000 m3 de arena

La actuación se desarrollará entre los ríos Guadaiza y Guadalmina y busca frenar la erosión en las playas de San Pedro, Linda Vista y Guadalmina.

Más información: El Gobierno da un paso clave para regenerar cuatro playas de Marbella: 8,5 millones de inversión

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Cinco años después de que se pusiesen las bases de la ambiciosa regeneración del litoral costero en San Pedro de Alcántara, en Marbella, la operación da un paso clave con la emisión de la declaración de impacto ambiental por parte de la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental del Ministerio para la Transición Ecológica.

El proyecto busca la estabilización y adecuación del borde entre los ríos Guadalmina y Guadaiza. El plan contempla una inversión estimada de 7,4 millones de euros y un plazo de ejecución de nueve meses.

En este intervalo se acometerán obras de regeneración y protección en un frente litoral de 3,5 kilómetros que abarca las playas de San Pedro de Alcántara, Linda Vista y Guadalmina.

Detalle del proyecto de regeneración en la costa de San Pedro, en Marbella.

Detalle del proyecto de regeneración en la costa de San Pedro, en Marbella.

La actuación prevé la construcción de cinco espigones de entre 90 y 260 metros de longitud, dos de ellos de tipo T y tres de tipo L, que sustituirán a las pequeñas defensas existentes. El objetivo es reducir la pérdida de arena y mejorar la estabilidad del perfil costero.

Para la regeneración de la playa se aportarán 151.045 metros cúbicos de arena, procedente en un 60% de material fluvial y en un 40% de cantera, con diferentes granulometrías según los tramos. La arena será transportada por vía terrestre y extendida con maquinaria especializada.

El proyecto incluye también la creación de un sendero peatonal de madera sobre la servidumbre de tránsito, con una longitud total de 2,1 kilómetros, parte apoyado sobre el terreno y parte elevado, incluyendo el paso sobre el arroyo del Chopo. La pasarela, de tres metros de ancho, busca mejorar la accesibilidad y la integración del paseo con el entorno natural.

Un proceso administrativo prolongado

El expediente inició su tramitación en octubre de 2020, cuando Costas sometió el proyecto y su estudio de impacto ambiental (EsIA) a información pública. Desde entonces, el procedimiento ha acumulado más de cuatro años de revisiones, informes técnicos y requerimientos entre el Ministerio y la Junta de Andalucía.

Durante este tiempo se recibieron alegaciones de organizaciones ecologistas, asociaciones vecinales y particulares, que alertaban sobre la posible afección a ecosistemas marinos y cauces fluviales. El proyecto fue reformulado en varias ocasiones, con nuevos estudios sobre extracción de áridos, hidromorfología, efectos sinérgicos y relación con la Red Natura 2000.

La resolución ambiental, emitida a comienzos de 2025, cierra esta larga tramitación y autoriza la ejecución con condiciones específicas de control ambiental y arqueológico.

Impactos y medidas de protección

El estudio ambiental identifica como principal impacto la afectación a las comunidades marinas nectobentónicas, especialmente a la Cystoseira spp., una especie de alga protegida que podría verse dañada en unos 700 metros cuadrados de superficie durante la construcción de los espigones.

Para mitigar estos efectos, se prevé balizar la zona de obras, controlar la turbidez del agua y evitar el vertido de materiales fuera de las áreas delimitadas.

A medio plazo, el estudio valora de forma positiva la presencia de los nuevos espigones, al generar nuevos hábitats de sustrato duro que favorecerán especies como la Patella ferruginea, considerada de interés para la conservación marina.

Además, el documento incluye un amplio paquete de medidas arqueológicas preventivas, que obligan a realizar prospecciones subacuáticas, controles de movimientos de tierra y vigilancia en zonas fluviales o marinas con potencial histórico, como el entorno del pecio San Pedro de Alcántara. Cualquier hallazgo deberá ser comunicado a la Delegación de Cultura de la Junta.